Capitulo 8

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POV ANASTASIA

-¿Qué acabas de decir?- le pregunto a Cristian que está mirándome fijamente. Eso es nuevo en él, ya que siempre me ha mirado como alguien que no es lo suficiente para él. Mi espina dorsal esta alerta ante cualquier reacción.

-lo que dije. Que cenes conmigo- dijo de forma tranquilo y eso me asusto. Algo no estaba bien.

-¿Qué es lo que estas ocultando? ¿Qué es lo que estas tramando?- le pregunte mirándolo a los ojos. El frunció el ceño y suspiro pesadamente.

-has estado acosándome los últimos años de forma descarada y sin tapujos. Le has dicho a todo el mundo que te gusto y has hecho muchas cosas para que te tome en cuenta y ahora que te miro, ¿te extrañas? Eso no tiene sentido. Solo te estoy ofreciendo lo que tanto has deseado. Una simple cena conmigo y ver si somos compatibles o no. A no ser, que a tu novio le moleste eso- dice mirando a Mark que está sonriendo maléficamente.

-tranquilo, pueden ir a cenar juntos. Tengo plena seguridad en Ana y que se comporte como la dama que ha demostrado siempre. Además, una cena no es nada y no soy un hombre celoso- dice y me dan ganas de reír ante su desplante. Mi amigo no tiene filtro al momento de decir las cosas y más cuando quiere reírse de la gente.

-entonces, si tu novio no tiene problemas en que salgamos, vayamos a cenar este fin de semana. Sé que la próxima semana no estarás en la cuidad y yo empiezo con una de las practicas, así que creo que lo mejor que podemos hacer es ver si las cosas funcionan este fin de semana. Solo nos tomara un par de horas saber si somos o no compatibles, con eso lograremos dar termino a tu asecho para siempre o estar juntos en algún momento- dice con toda la calma posible. Mi corazón salta emoción al darse cuenta que por fin tendré la cita que tanto anhelo pero, a un gran precio.

-¿Y dónde seria?- pregunto. Él lo piensa por un momento hasta que algo pasa por su cabeza.

-te mandare la dirección por correo, junto con la hora de la cena. Si no llegas o no llego, tómalo como que no será jamás- dice y se da la vuelta para irse de mi lado. Miro a Mark y este tiene entrecerrados los ojos en dirección a Cristian. Supongo que no le gusto la última frase, de la misma forma que no me gusto a mí.

-no confíes mucho en él. Puede que se esté dando cuenta que siente algo por ti pero, un hombre confundido y que tenga miedo al amor, es más peligro que una víbora venenosa. Cuando sepas el lugar y la hora, mándame un mensaje con la dirección. Quiero ver que es lo que pasa al final. Puede que no sirva de mucho pero, mis hombros ayudan a consolar los corazones rotos- dice y asiento con la cabeza. Puede que Mark sea gay pero, es los gay que no los demuestra.

-lo sé pero, necesito saber si esto va o no va. Es lo que estaba pidiendo hace tiempo y por fin, se me cumplió. Voy a buscar la teñida perfecta para que no se pueda olvidar de mí y así, se quede conmigo para siempre- digo saltando como una niña pequeña.

-no quiero decepcionarte pero, no confió en él, llámalo sexto sentido pero, no estoy seguro de este repentino cambio- dice mientras lleva el vaso con café a sus labios.

-no me importa. ¿Es que no puedes estar contento por mí una vez? Esto es lo que quería y anhelaba- dije y el negó con la cabeza.

-es que no puedo contigo. Solo quiero que seas feliz y por fin dejes de llorar en mi balcón por un idiota que no te merece- dice y hago una mueca. Ese lugar es muy liberador para mis penas, ya que me da la sensación que se van muy lejos.

Durante el transcurso de la semana, peleo diariamente con mi closet. El muy idiota me esconde las cosas que más me gusta y deja las que nunca me coloco. Creo que nunca en mi vida había peleado tanto con una cosa en mi vida.

Segunda oportunidad, ni una másWhere stories live. Discover now