Capitulo 38

2.4K 290 17
                                    

POV CRISTIAN

-puedes dejar de hablar con rodeos y decirme, ¿Qué fue realmente fue lo que pasó? Me acabo de sentir inútil en una situación que no entiendo- me dice Ana y creo que es hora de decir lo que realmente pasó.

-esa mujer que se acaba de ir, es Leila, una de las mujeres que use para darte celos y hacerte daño. Digamos que ella sabía que yo solamente buscaba sexo y nada más, pero se enamoró y ahora no entiende un no por respuesta. Sé que te has dado cuenta que mi teléfono vive vibrando constantemente y yo vivo borrando mensajes, vivo limpiando la memoria de mi teléfono porque me mandas fotos donde esta desnudas, porque me llama a cada rato, me manda mensaje diciendo que me extraña. No sé cómo eliminarla por completo de mi vida. Ese fue mi primer error, creer que podía utilizar a otra mujer para olvidarme de ti y lo único que logre fue meter a una psicópata en mi vida y además en la tuya- digo molestó. Se nota que cuando uno quiere cometer error tras error lo hace sin pensar y ahora lo tengo que pagar caro.

-¿Y a qué se refería esa mujer cuando dijo qué casi me logra separar de ti? Además me dijiste que nadie había venido a este lugar salvo tu familia y me acabo de dar cuenta de que eso también fue una mentira porque ella sabe cómo llegar- me dice y dejó salir un suspiro porque esto no me está llevando a nada y sé que voy a tener que decirlo todo y es muy posible que la pierda y por ende, pierda mi segunda oportunidad.

-es cierto que la he invitado un par de veces y hemos tenido sexo pero no en la habitación, no como contigo. A lo más que hemos llegado es a tener sexo con ella en el sillón, pero eso no es importante. Lo que quiero decir, lo importante es que esa mujer está loca e intenta hacerte daño porque piensa que eliminándote de mi vida, ella podrá ocupar tu lugar y ya no entiende que eso es imposible. Llevo tanto tiempo intentando sacarte de mi vida, pero lo único que logre fue que te metieras en mí más y más. Esa es la razón por la que ella está tan molesta, ella no logró obtener lo que tú, sin trabajo lograste, mientras ella tuvo que ocupar su cuerpo, su mente, su tiempo, su dinero para intentar conquistarme y no pudo. Eso es lo que más la pone furiosa y eso es lo que está intentando, cobrarle a alguien su malestar. Ahora es cuando me doy cuenta que soy un chico problemático, soy un chico que lo único que va a lograr es que te hagan daño- digo y me dejó caer en la cama a su lado. Me cuesta decir la verdad, pero es lo mejor que puedo hacer en este momento si quiero que las cosas funcionen bien.

-¿Te estás dando cuenta que nuevamente intentas cuidarme y nuevamente me haces daño? Siempre que tomas la decisión de defenderme de alguien, me dañas porque me sacas de tu vida. ¿No sería mejor que yo supiera de la existencia de ese mujer para poder defenderme y tener cuidado? ¿De qué me sirve que me cuides si no sé de qué me estás cuidando?- ella se levanta y se gana enfrente de mí para encararme.

Debería estar sintiéndome mal porque tiene razón en todo lo que ha dicho, pero soy un estúpido por lo que estoy haciendo, pero al verla enojada con las manos en la cadera y contando los segundos con el pie, hace que mi amigo despierte y quiera hacer cosas más interesantes que hablar porque se ve demasiado sexy y se ve caliente.

-ya me di cuenta de eso, ya me di cuenta de mi error otra vez y al parecer la única forma de no hacerte daño es alejándome completamente de ti- digo. Me dejó caer en la cama para poder mirar el techo de mi habitación que parece que es lo único que puedo entender en esta vida. Siento que la cama baja y Ana entra en mi visión.

-otra vez vas, Cristian. Otra vez te vas a dar por vencido, sin luchar. ¿Eso significa para ti, mi segunda oportunidad? ¿Tan poco?- me dice y la quedó mirando fijamente.

-¿Qué puedo hacer si lo único que hago es hacerte daño cuando intentó cuidarte? Nada de lo que he hecho parece estar funcionando y eso me molesta y me hace sentir inútil- digo y Ana literalmente se acuesta sobre mi cuerpo. Se siente bien, pero debo de dejar pensar en esas cosas.

-no te he pedido que me cuides, no te he pedido que me protejas. Lo único que te pedí era que trabajemos en conjunto y que trabajemos para sacar esto juntos adelante. No me sirve de nada que me intenté cuidas sino sé de qué me cuidas. No quiero que me defiendas. No sabía que existía esa mujer. ¿Cómo quieres que me defienda si no sé en qué estás metido? Cristian, tienes que hablar conmigo. Cristian, tienes que decirme qué es lo que está pasando. Sabes, por lo que está pasando, creo que no tenemos comunicación entre nosotros y eso es muy malo porque una relación sin comunicación no avanza y yo quiero que salgamos adelante. Somos compatibles en la cama. ¿Por qué no podemos hacerlo en la vida diaria?- me pregunta y medito en su pregunta.

Cuando miro sus ojos azules, me doy cuenta que Ana está dando todo de sí para que esto salga y yo lo único que hago la mayoría del tiempo, es joderlo. Creo que alguna vez me preguntaron, ¿Qué es lo que quería para mi futuro? Siempre respondía que sería tener un trabajo estable, una esposa e hijos. Sería como la que tiene mis padres. Ellos son un ejemplo de relación para todos, para mis vecinos e incluso para nosotros mismos. Mis padres pueden tener discusiones, pero siempre encuentran el punto de inflexión, en el cual hablando solucionan las cosas y todo queda como antes. Creo que los padres de Ana, tienen esa misma relación.

Cuando mis padres se enteraron de la llegada de Elliot, casi se les vino al mundo abajo, ya que eran muy jóvenes y no estaba en sus planes ser padres. Pero salieron adelante, trabajaron en conjunto para luchar con los estudios, la familia y el bebé. Me demuestran diariamente que eso es lo que significa ser o tener una relación en pareja, luchar juntos, estar juntos, pensar juntos. Dejó salir un suspiro cuando me doy cuenta de lo equivocado que estaba al pensar que era lo mejor y creo que Ana me está demostrando que esta es mi última jugada y si no la aprovechó voy a perder para siempre.

-¿Qué crees que sería mejor para nosotros?- pregunto y Ana niega con la cabeza.

-deja de cambiar el tema, pero siendo sincera y teniendo en cuenta todos los problemas que hemos tenido en esta ciudad, creo que lo mejor que podemos hacer es irnos. Acepta el trabajo que te están ofreciendo en Nueva York, vámonos y salgamos de esta ciudad que lo único que nos ha traído problemas y peleas y sufrimiento- dice segura y abro los ojos asombrado. Eso es lo último que se me habría pasado por la cabeza.

-¿Tu padre no se volverá loco si abandonas la carrera a mitad de año y a mitad de carrera?- preguntó un tanto preocupado por eso. No quiero que deje de hacer lo que le gusta y mucho menos que se meta en problemas con su padre, que aunque sé que la ama, puede ser un tanto controlador con la vida de ella y la de su hermano.

-es tiempo de que piense por mí misma, Cristian y no por los gustos de mi papá. Ya no soy una niña que puede manejar y estar sentada más de doce horas en una oficina y dejar de lado a su familia, como lo hacía mi padre, no es lo que quiero. Mañana a la noche tengo mi primer enfrentamiento con mi padre y Connor va como juez neutral junto con mi madre. Es hora de que Raymond Steele entienda que no puede seguir manipulando nuestras vidas, es hora que nos deje tener nuestros propios sueños, aunque en el camino tropecemos. Tenemos derecho a tener nuestras propias ilusiones. No todo tiene que ser tan cuadrado- dice tan segura de sí misma que me hace pensar que esto puede ser la solución que necesitamos.

-¿Y si nos va mal en esa decisión? Yo no quiero que por mi culpa pierdas lo que tanto te ha costado. No quiero que discutas con tu padre. No quiero que termines perdiendo su cariño o teniendo problemas con él. Suficiente daño te he hecho yo, como para que más encima pierdas la buena relación que tienes con tu papá- digo y ella comienza a jugar con la barba que me esta comenzado a crecer.

-eso lo dirá el tiempo. Mi padre siempre le cuesta los cambios al principio, pero después con el tiempo lo asume. Además soy su única hija y es un padre celoso y un tanto controlador. Supongo que la mayoría de los padres son así con sus hijas, pero de la misma forma, los tenemos comiendo de nuestras manos. Es así como funciona. Además pienso que si no se arriesga, no se gana ni se pierde- me dice y asiento con la cabeza.

La abrazo fuerte mientras pienso en su idea. Dejar todo el pasado atrás y seguir adelante para avanzar como lo que somos o como lo que queremos ser, una pareja que piensa en el otro, que trabaja por el otro y que apoya a la otra persona a que cumpla sus sueños. Eso es lo que significa tener una relación. Así que manos a la obra y a luchar por ello.

AQUÍ DEJO EL CAPITULO DE LA SEMANA... 

LOS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO... 

BESOS...

Segunda oportunidad, ni una másWhere stories live. Discover now