Capitulo Uno

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ESTA HISTORIA CONTIENE UNA CANTIDAD CONSIDERABLE DE PERSONAJES, SE RECOMIENDA HABER LEÍDO LAS DOS ANTERIORES.

Dedicatoria:

Para aquellos que leyeron "Algo más " y "Nada más que la verdad". Nunca subestimen su valor, porque son importantes, y mucho . Esta historia es para ustedes.

—Chicas muy buen entrenamiento, nos vemos en el siguiente, mientras tanto practiquen las rutinas ensayadas hoy- exclamó Hannah Dempsie. La capitana de las Animadoras  de Eton College.

Kate estaba exhausta, le encantaba bailar. Sentía que se conectaba con ella misma, sus emociones fluían de acuerdo con la música, al igual que sus movimientos.

Había bailado ballet toda su vida, pero lo había abandona este último año de escuela pata unirse a las animadoras y pasar más tiempo con su mejor amiga. No se arrepentía ni un solo día de eso.

—Que buen entrenamiento capitana— le susurró Kate a Hannah entrando en las duchas de la escuela.

—Ya sabes que se acerca el campeonato de soccer, y a esta ciudad la mueven dos cosas, el deporte y el dinero. Y Simón Cowel.

Rieron al unísono.

Ambas se ducharon y se colocaron su respectivo uniforme.

Era la hora del almuerzo así que tenían que ir al comedor rápidamente.

—Cuando vas a cortar esa falda.

Kate puso sus ojos en blanco.

—Sé que te molesta que use la falda más larga, pero así me siento más cómoda.

—No me molesta amiga, eres una bailarina increíble, ese cliché de que las animadoras somos huecas y superficiales está completamente olvidado, somos fuertes, y siento que tal vez, un cambio, no estaría mal, para exteriorizar esa fuerza que llevas dentro, además, se acerca el prom.

Ambas sabían que a Kate no le hacían falta pretendientes, pero ya era hora de que comenzara a salir con chicos. Tenía 18 años y a duras penas había besado.

Para ella sería espectacular ser como su amiga, extrovertida y sociable, pero se sentía diferente a las demás mujeres que la rodeaban, y aunque sencillamente parecía perfecta a los ojos de los demás, no lo era en realidad. Solo aparentaba. Como lo hacía desde hace dos años.

—Mira, allá están Josh y Cassie, vamos con ellos.

Tomaron su comida, después de hacer una pequeña fila y se sentaron junto a ellos.

—¡Hola, chicas! —exclamó Josh saludándolas. —Dios santo Kate, cada vez haces más larga esa falda mujer, cuando veas la tendrás por los tobillos y te confundirán con una monja.

—Ya cállate, Josh- rio Kate mientras se sentaba en la mesa.

—Llevo meses desde que me transfirieron a esta escuela y no he podido adaptarme bien, ¿alguna me ayuda en mi francés?

—Sabes que te puedo ayudar cuando quieras.

—Gracias Kate, eres un amor.

—Hablando de francés, ¡oh oh la la! miren quienes vienen entrando, Mmm ¡enchanté! — dijo Josh con emoción y todos en la mesa dirigieron su mirada al equipo de lacrosse.

Ahí estaba él, Carlos Fernández, el capitán del equipo. Para Kate él siempre se veía guapo, pero ese uniforme tenía algo que hacía que se viera mejor.

Aún más enredados Where stories live. Discover now