Capitulo Diez

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—Aun no me cabe en la cabeza que Nate esté devuelta en lacrosse—comentó Hannah mientras acababa su soda en el almuerzo.

—Es un canalla-dijo Kate

—¿Saben que es lo que más me molesta? La sonrisita irritante de Cassie, nos tiene contra la espada y la pared y lo sabe. Ya Archer y yo ni nos miramos porque sabemos que Nate en cualquier momento puede escupir todo.

—¿No comerás Kate?

—No, con toda esta situación, estás semanas han sido horribles y me quita el apetito.

—Estoy igual—respondió Josh.

Kate bostezó un poco.

—Te ves terrible últimamente.

—Solo estoy un poco cansada.

La conversación de interrumpió cuando Nate y Cassie entraron por la cafetería tomados de las manos.

—¿Qué tan bajo puede caer alguien hasta el punto de extorsionar?—musitó Josh.

Al rato se acabó la hora del almuerzo, Hannah y Kate iban a hacer un proyecto y habían quedado después de clase.

Kate estaba estresada porque no sabía en qué momento debía decirle a su hermano que estaba enamorada de Carlos, o como debería decírselo, pero quería hacerlo antes de cualquier persona pudiera decirle.

Entraron a la mansión y se encontraron a Sofía enseguida.

—Hola cariño, sabía que ibas a llegar, louis te está esperando en su oficina, ve un momento. Hola Hannah—finalizó sonriendo.

Kate tragó en seco, ¿sabía de ella y Carlos? Sus manos empezaron a temblar..

—Acompáñame, Hannah. Por favor.

Cuando amabas entraron,Louis se levantó de su silla.

—Debemos hablar.

Kate tragó entero, su hermano lo sabía todo.

—Dime.

—Es delicado, ¿Nos podrías dejar a solas un momento, Hannah?

Hannah iba a hablar, pero Kate la interrumpió.

—Lo que sea que me vayas a decir, ella lo puede escuchar.

Si iba a reprenderla, tal vez con Hannah ahí podría suavizar la situación.

—Llegó una citación de la fiscalía, dicen que reabrieron tu caso, al parecer no eres la única victima de esa persona.

El mundo de Kate se detuvo un momento.

—Quieren que testifiques otra vez en estrado.

La respiración de Kate se volvió errática.

—No quiero..—decía Kate entrecortadamente.

De repente sintió ganas de vomitar, es que no quería volver a pasar por esa situación.

Ubicó el baño más cercano y vomitó.

Sofía llegó a la escena preocupada

—Respira Kate, por favor.

—Cálmate..— fue lo único que escuchó Kate antes de desmayarse.

Abrió sus ojos después de unas horas, Carlos estaba tomado de sus manos.

—Ángel, que susto me diste—la besó en la frente.

—No me siento nada bien, no quiero volver a pasar por ese estrés.

—Tu hermano habló con el fiscal, puedes testificar por escrito, y lo leerán en estrado.

Aún más enredados Where stories live. Discover now