Capítulo IX - Parte II

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Daniel

Se veía tan frágil, todo su cuerpo que una vez fue verde ahora era de un celeste claro, al igual que sus ojos, ahora sus alas ya no cambiaban de tonalidad, se mantenían en ese bello celeste, era hermosa, diferente a todas las demás, jamás sentiría asco, no entendía por qué me lo preguntaba. Luego recordé el desprecio de todos... Así que por eso era. Para ellos su color era una aberración, ya que era causado por el cruce entre un humano y un gruceen.

Por el poco tiempo que llevaba entre ellos, aprendí la importancia que tiene el linaje para los de su aldea. Ella esperaba impaciente mi respuesta, no es que mi prolongado silencio fuera para hacerla sufrir, sino porque quería encontrar las palabras exactas que reflejaran lo que siento.

―Nosotros somos muy diferentes, pero a pesar de todo, me siento conectado a ti, no sé cómo consigues que me sienta tan cómodo y... feliz, lo que menos me importa es tu apariencia ―cada segundo que pasaba me ponía más nervioso. ¿Por qué era tan difícil decirlo?―. Aunque eres bastante guapa... lo que quiero decir es que...

―No importa.

―¿No?

En ese momento temí que me hubiese entendido mal, ¿qué quería decir con que "no importaba"? ¿No importaba el beso? ¿No importaba lo que yo pensara? ¿Qué?...pero no esperé mucho, ella me dio una respuesta de inmediato. Se acercó a mí, apoyó su cabeza en mi pecho, suspiró.

―No, solo quiero saber si te quedarás a mi lado.

―Por su...

―¡No me interrumpas! Hay un par de cosas que debes saber primero... a los híbridos no se les permite vivir en la aldea, de hecho son matados al nacer... ―sonrió tristemente―, pero gracias a que poseo la habilidad de encontrar la flor lunar, me dieron la posibilidad de seguir con vida; a cambio le prometí al rey todas las flores que él quisiera... ya no puedo romper esa promesa... tú, como mi sirviente, debes ayudarme, pero no es tu obligación quedarte... puedes marcharte ―dijo sonando afligida.

―¡No te dejaré sola! ―la abracé fuertemente. Sus labios decían una cosa, pero pude sentir su desesperación, me parecía ridículo haber pensado en aceptar la propuesta de Tam, luego de todo lo que Yue me acababa de decir.

―Pero tu vida correría peligro, por estar... Para ellos sólo eres un breenum. ―Y para ti... ¿qué soy?

―Eres mucho más que eso, para mí....

No necesitaba oír más, la besé nuevamente, y todo el pánico que sentí la primera vez, se había ido ya que sabía que ella me correspondía de cierta forma; no quería separarme de ella, la protegería. Nos alejamos levemente sólo para oírla susurrar mi nombre, sonaba tan hermoso en sus labios,quería escucharlo de nuevo, pero no alcancé a pedírselo porque un extraño ruido nos alertó. A sólo unos metros un humano nos observaba; la expresión de su rostro indicaba asombro; ¿cómo no estarlo? Sólo debería recordar mi reacción; poco a poco se fue acercando, me di cuenta que ese extraño no era un completo desconocido, era el millonario que me contrató. Pensé que me había reconocido, pero fue otro nombre el que salió de sus labios.

―Yue.


***

Yue

¿Quién era ese hombre que parecía conocerme? No recordaba haberlo visto. ―Hex... déjame explicarte yo... ―Daniel titubeó

¿Hex? Eso era imposible, su nombre tenía que ser una coincidencia; no podía haberme mentido de esa forma.

La Flor Lunar  *[COMPLETO]*Where stories live. Discover now