¿Coco o llena?

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Quince minutos más tarde, Chaeyoung estaba sentada de brazos cruzados en una de las reposeras de la piscina del jardín mirando atentamente cada movimiento que su novia hacía con Jungkook.

Mina y Jungkook charlaban entretenidamente del otro lado de la piscina, estaban un poco más alejados justo enfrente de la pequeña. La castaña se había ubicado de tal manera que su novia pudiera ver cada caricia provocadora que Jungkook le hacía a Mina y que la empresaria no esquivaba para nada. De vez en cuando, la castaña pasaba sus manos por los brazos marcados del muchacho, haciendo que la pequeña tuviera que poner extra fuerza en su agarre para no ir y darle un puñetazo en la cara al chico.

"Compórtate, Chaeyoung" eran las palabras que con la voz de Mina se recordaba la pequeña y que la hacían frenarse.

Sin embargo, cuando la risa de la castaña retumbaba en el jardín, Chaeyoung se tensaba y mordía su labio con cada roce que el estúpido chico le entregaba a quien se suponía que tenía que ser su futura esposa. Y ni hablar de lo que le provocaba a Chaeyoung que la boca del chico estuviera tan cerca de la oreja de Mina. La tatuadora estaba segura de que su alma había salido de su cuerpo y estaba corriendo cual expecto patronum para proteger a Mina. Protección que ella debería estar dando, pero, en lugar de eso, Chaeyoung tenía que estar vigilando a sus hijas, o eso era lo que la había mandado a hacer Mina y lo que menos estaba haciendo.

Nayeon y Jeongyeon ya le daban órdenes suficientes a Chae y además, los cuatro abuelos más las dos mellizas estaban alrededor de la piscina también. Después de todo, era la última tarde que iban a pasar con las niñas antes que regresaran a Nueva York y los mayores querían disfrutar de sus nietas hasta el último segundo y eso le dejaba bastante tiempo a la tatuadora para sentarse a absorber como su novia la provocaba.

Chaeyoung dio una rápida mirada a sus hijas y después a los mayores. Dos mujeres se reían de cualquier anécdota que las mellizas estuvieran contando mientras que cerca de ellas, Jinyoung y Lisa se habían encargado de la difícil tarea de inflar cada uno de los animales inflables que Chae y Chaeyoung habían comprado. Hasta ahora el recuento era cuatro ballenas, dos cocodrilos y un delfín rosado, y todavía faltaban bastantes.

Chaeyoung miró a Chae corretear con el perro entre sus brazos mientras Nayeon y Jeongyeon la regañaban, así que se quedó tranquila. Todo estaba normal. Bueno, casi todo, porque el estúpido ese seguía tratando de conquistar a su futura no esposa.

— ¿Puedes dejar de mirarlos así? — Momo se había cansado de las muecas de tristeza que Chaeyoung hacía mientras Jungkook manoseaba sin pudor a Mina.

Chaeyoung no dijo nada, pero tampoco quitó la vista de la pareja. Solo se limitó a encogerse de hombros y a agarrarse fuerte de la reposera cada vez que el chico tocaba a su novia.

Momo giró los ojos y sin dudarlo, le dio una palmada en la cabeza a la pequeña.

Chaeyoung se giró de inmediato y miró a la japonesa enfurecida —. ¿Por qué... por qué... por qué...?

— ¿Por qué... por qué... por qué...? —Momo imitó a Chaeyoung con alevosía y burla—. Te lo mereces por rara —dijo, levantando su mano para frenar cualquier palabra que pudiera salir de la pequeña—. Y antes de que alguna raripalabra salga de tu rariboca, te voy a explicar algo —le aclaró la japonesa, quien giró los ojos cuando la pequeña volvió a encogerse de hombros como si nada le importara—. La idiota de tu novia—

—No es... Mina no es idiota —Mina es perfecta para ella.

A esta altura, Momo pensaba que iba a tener que dejar los ojos girando permanentemente.

—Escúchame una cosa, rari, esto va a funcionar así. Yo hablo y tú escuchas, ¿de acuerdo? Y no quiero encogidas de hombros como respuesta, ¿me escuchas o el gran rarón que tienes entre tus piernas ha crecido de tal manera que mirar a tu castaña ha llegado a tapar tus oídos? —la japonesa tuvo que aguantar la sonrisa cuando la pequeña se tomó el tiempo de mirar el estado de su bulto.

No Soy Para Ti - Michaeng G!PWhere stories live. Discover now