Capítulo 19

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POV ANASTASIA

Duermo tan plácidamente que no tengo intensiones de despertarme, las almohadas son tan suaves al igual que las cobijas. Me siento tan cómoda que la pereza me ha ganado, pero soy interceptada abruptamente por los recuerdo de anoche.

No puedo creerme que haya bebido demasiado, pero Kate es capaz de convencer a cualquiera de lo que sea. No puedo quejarme la he pasado bien, y me gusta. Lentamente abro mis ojos y me siento en la cama. Miro en dirección a la ventana y me froto mis ojos con toda la pereza del mundo.

—Buenos días, Anastasia. ¿Como te encuentras? — miro al señor Grey que ha entrado en la habitación me congelo ¿qué?
—¿Señor Grey? — susurro con algo de confusión. No se suponía que me quedaría en la casa de Kate.

¿Qué paso?¡Maldición!

—Esa no es la respuesta que esperaba —dice el señor Grey con una sonrisa.

Qué vergüenza ¿cómo llegue a parar aquí?
—Lo... lo siento estoy bien gracias por preguntar —respondo.

—Tome esto —dice Christian y veo que es una pastilla y un zumo de naranja.

Lo miré y asentí.

—Gracias. —respondo algo nerviosa mientras muerdo mi labio.

Porque su cercanía me alteraba hasta tal punto de ponerme nerviosa que me estaba sucediendo con este hombre. Es muy incómodo lo miro y sus impenetrables ojos grises me miran fijamente no me queda de otra que desviar la mirada a la ventana.

—¿Cómo llegue aquí? — preguntó sin mirarlo a la cara.
—Te desmayaste y no podía dejarte abandonada en la discoteca

Lo mire con atención.

—Supongo —murmure mientras me levantaba de la cama, grave error.

Cargaba una camiseta blanca y mis bragas. Mierda regresé a la cama y me cubrí con la cobija el trasero.

—¿Qué ocurre? —pregunto, burlón el señor Grey. Esto si era bochornoso

—¿Acaso usted me quito la ropa? —pregunte mientras jugaba con mis dedos.

Asintió

—Si, no fue un problema para mi hacerlo. —dice sin más y se acerca a mí, demasiado diría yo.

—Oh —susurre se suponía que tenía que decir eso, que no fue un problema hacerlo.

—Tranquila no hice nada indebido —lo miré —bueno lo digo porque te has puesto muy roja —sonríe

—¿Que? Claro que no yo... ¿quién me metió a la cama? —pregunte cambiando de tema.

—También lo hice yo, y fue muy fácil prácticamente parecías una muñeca de trapo— comenta.

Suspiro. Contrólate, Steele. Solo es una mala racha, ya mañana será otro día.

Mierda, mierda.

—Seguro que si —rodo los ojos con desinterés.

—Debería tener más cuidado cuando bebe— murmura con voz dura.

Creo ver el esbozo de una sonrisa en su expresión, pero no estoy segura. Acaso se burla de mí.

—Pido me disculpe señor Grey.

Me miro confundido.
—¿A qué debo su disculpa señorita Steele? —pregunta.

Me aparte de él.
—Creo que le he causado muchos inconvenientes me ha salvado de algunas situaciones —murmure con la cabeza agachada.

Su mano acaricio mi mejilla y lo mire hipnotizada.
—Sabe no quiero ni pensar lo que podía haberte pasado— su voz es cálida. Que me está tratando de decir con todo esto no entiendo me asusta y me confunde.
Lo miro con expresión de confusión ¿qué le pasa? ¿Acaso le importa lo que me suceda? No nos conocemos por qué debería de preocuparse por mí posiblemente es un malentendido. Claro que sí.

—Se... señor Grey— tartamudeé

—Tranquila nena —acaricio mi mejilla hasta mi labio. —tienes que desayunar —murmuro y se apartó de mí.

Respire profundamente.

—Si tiene razón.
Me pregunto si el señor Grey es bipolar.

—La dejare para que se duche —me dice muy serio.

¡Mierda!

—Gracias —murmuro mientras el sale de la habitación.

No puedo quedarme quieta. Ha conseguido que me sienta como una niña perdida. Por qué actúa de ese modo.

Respiro hondo creo que es mejor que me bañe pronto si quiero volver a mi casa.

Pasan 10 minutos y estoy lista gracias a Dios, mi vestido estaba en la habitación. Voy caminando por el pasillo y llego a la sala observo a mi alrededor y me doy cuenta de que es muy hermosa.

—Señorita buenos días —me volteo y miro a una señora que me sonríe.

—Buenos días —respondo

—Por favor acompáñeme para que desayune —pide. Caminó a su lado hasta llegar a una mesa llena de mucha comida. Me indica mi plato y me acomodo en la silla.

—Gracias —sonrio

—Si gusta que le prepare algo mas no dude en pedírmelo —dice la señora.

Sonreí y se retiró.

Mientras desayunaba Sawyer me había llamado diciendo que ya me venía a buscar. Ahora que lo pienso tengo que salir de aquí y correr a la casa de Kate.

Observo que Grey se acerca a la mesa, el vestido con un traje que le queda perfecto huele a gel de baño y perfume, una mezcla embriagadora.

¿Qué digo?

Me levanto de la silla y el me observa

—Muchas gracias, señor Grey me tengo que marchar— murmuro

Alza las cejas y me mira con ojos fríos. No parece contento.
—Yo la llevare a su casa —asevera.

Suspiro creo que es mejor irme sola, su cercanía me afecta de sobremanera. Aparte de confundirme.

—Le pido disculpas, pero ya ha hecho mucho por mi — digo

—No lo creo

Frunce el ceño.

—Señor Grey que tenga un buen día — me despido y salgo de su departamento lo más rápido que puedo.

Ya no quiero seguir siendo una molestia para él.

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