Capítulo 24

3.3K 223 4
                                    

POV.CHRISTIAN

Oh, Dios, de los cielos. ¿Porque sigo recordando el beso que nos dimos Anastasia y yo? se suponía que no la volvería a besar y que me controlaría pero que puedo hacer. Cometí nuevamente el pecado de besarla y aquí estoy como tonto recordándolo a cada 5 minutos. Sus labios, son embriagadores por su sabor y aroma.

Ni siquiera conozco a esta chica, pero quiero conocerla, a toda ella. Tal vez es porque nunca he estado tras una mujer. Grey, contrólate y sigue las reglas, de lo contrario todo esto se irá a la mierda.

Si no hubiera sido por que Mia, nos llamaba para ir a la laguna, seguramente hubiera pasado a mayores ese simple beso.

¡Maldición!

Suspiro, cada vez siento que me hundo más en problemas. Este no soy yo Christian Grey, el que lo controla todo, pero con la señorita Steele siento que esta situación se desborda lentamente.

Mientras sigo pensando en el bien y en el mal, recibo una llamada y veo el identificador diablos es Elena.

—Grey —respondo.

Ya llevo un buen rato hablando con Elena y esto no pinta nada bien.

—Sabes que esa idea es una gran estupidez —masculla Elena

Suspiro

—Ya basta Elena, no te estoy pidiendo tu aprobación, te estoy diciéndote que no me interesa que me estés ofreciendo sumisas, no hasta que decida si quiero seguir con esto o dejarlo. —murmuro en tono serio.

—Acaso te enamoraste de esa chiquilla, y es por eso por lo que quieres dejar el sado, piensas tú que teniendo una relación normal serás feliz.

¿Qué demonios?

—Ya basta déjate de estupideces Elena— advierto.

—Escúchame bien Christian, si antes de dos semanas no veo el interés de esa chiquilla hacía ti tal cual lo planee tenlo por seguro que yo me are cargo de ella—amenaza.

Infiernos. Me muevo en mi asiento. Cuelgo el celular y lo estrelló contra la pared.
Llamo a Andrea para que le comunique a Taylor que, en 5 minutos bajo para marcharnos, estoy consumido por la rabia.

Le digo a Jason que me lleve a Escala, ya no quiero estar en la oficina.
Al llegar decido encerrarme en mi estudio a trabajar para distraer mis pensamientos.

Maldita seas Elena. Pienso que debo saber si hay algún avance sobre el accidente de los padres de Anastasia.

Le marco a Welch.

—Welch habla Grey. —digo serio

—Señor Grey, buenas tardes. —saluda.
—Aun no sabes nada más, de él accidente de los padres de la señorita Steele. —inquiero sin titubear.

—No señor, aún estamos investigando, lo hacemos exactamente cada zona en la que estuvieron los señores Steele antes de su muerte. —dice
—De acuerdo me mantienes informado —corto la llamada.

En verdad no me puede estar pasando esto suspiro cansado.
Necesito hablar con Flynn sobre el BDSM, salgo del despacho y llamo a Taylor.

—Señor.

Taylor aparece en la sala.

—Vamos dónde Flynn. —digo

Asiente.

Llevo minutos hablando con Flynn, y la verdad que ahora tengo muchas dudas.

—Desde cuando te siente así? —pregunta John.

Lo miro.

—No lo sé tal vez desde la última sesión que tuve con Leila, —digo algo inquieto—me complacía en todo y era obediente pero también, cuando la castigaba ya no sentía aquel poder ni placer—termino.

Observo que anota en su libreta.

—¿Por qué crees que sucedió eso? —pregunta mientras me mira.

Niego.

—¿Crees que si lo supiera estaría aquí hablando de esto? —reclamo

Sonríe.

—Probablemente no— dice mirándome —veras Christian parte de él poder y el control que te proveía azotar y castigar solo estaba en tu cabeza, es decir, era psicológico debido a lo que te ocurrió, te preguntaré algo, pero quiero la verdad. —me mira con expresión seria—¿Aun te satisface el sexo Amo- sumisa?

Por un segundo pienso que sí... pero por otro dudo.

—No lo sé Flynn, terminé el contrato con Leila y a decir verdad quise plantearme la idea de tener algo diferente pero las circunstancias no me lo permitían y tal vez no lo puedo hacer de otra manera, todo esto es muy cansado y agotador. —digo sin ánimos.

Flynn me observa, estoy esperando su análisis, cualquier cosa que me diga puede ayudarme.
—Eso sí que no me lo esperaba Christian, tantos años contigo y jamás en mi vida pensé decirte esto, pero tu sadismo y tu cuarto de juegos se han tornado algo tan rutinario que ahora ya solo te aburren. —murmura.

¿Lo observo sin decir nada será posible todo esto? ¿Será que todo lo que tenía que ofrecerme el BDSM se ha esfumado así de la nada?

Talvez sea cierto lo que él me dice así, como también no podría serlo.

—No lo sé tal vez te estés equivocando. —digo despreocupado.

El me mira.

—Es mi opinión como psiquiatra, pero puedo decirte que debes probar nuevas alternativas o deja todo en las mano de la vida y que sea ella quien te sorprenda con cosas nuevas para ti. —dice mirándome fijamente— bueno Christian te veo la próxima semana— se levanta y me tiende la mano.

Me despido de John y voy directo al auto para ir a mi departamento, tengo que pensar en todo lo que hable con John.

Sonrio, probar cosas nuevas como dijo John. Yo no soy romántico ni cariñoso.

Cree en míWhere stories live. Discover now