023

7.4K 922 308
                                    

|| Invitación

—Jóvenes, voy a pedirles que se retiren a su voluntad del parque.—

Observamos al oficial de policía quien actualmente nos reprochaba y nos obligaba a irnos del lugar por los disturbios que causamos.

Pedimos disculpas y apenas salimos del lugar ambos soltamos unas carcajadas.

—Eres una chica problema ______—El rubio me miraba burlón, yo le devolví otra mirada acusadora.

—¡Cállate! la culpa es de ambos— Sobé mis brazos por el frío, ya había oscurecido por completo.

—Odio decir esto, pero creo que deberíamos volver—Mirio notó ese acto. Hice una mueca de disgusto.

—Está bien, vamos—

Caminamos hasta la parada de autobuses, ya que para este entonces las estaciones de trenes están deshabilitadas. Nos quedamos unos minutos hablando hasta que finalmente apareció uno. Mi amigo me dio el paso para que subiera primero, acepte y pagué mi pasaje.

Como eran horas muy poco recurrentes el autobús se encontraba vacío por lo que pudimos sentarnos uno al lado del otro sin ningún problema. Conversamos todo el viaje, hasta que su mirada cambió a una preocupada.

—______ ¿Quieres venir a mi casa?— Sentí un calor inmenso cubrirme, voltee a verlo asombrada. — ¡N-no de esa forma! Es que me siento culpable por haberte tirado a la fuente, debí aceptar tu oferta—

—No quiero ser una molestia Mirio, aparte nuestras casas no están muy separadas creo que serán unos 15 minutos más en el autobús—

—Por favor, no quiero que te enfermes con las pruebas tan cerca—Pensé en su invitación unos segundos, estaba en lo cierto.

—Está bien, pero me vuelvo antes de cenar— El rubio sonrió triunfante, había ganado nuevamente.

—No te preocupes, podrás irte cuando quieras—

Pasaron otros minutos más del viaje, ya que nos encontrábamos en un autobús este suele tardarse más por el tráfico y la mala ruta. En un momento Mirio se enderezó en su asiento, observando su entorno.

—Ya estamos por llegar, pidamos bajar—

Nos acercamos al chófer y le indicamos que nos bajaríamos. Este mismo asintió y unos metros adelantes nos dejó.

—Ven, no queda muy lejos—

Su barrio era muy parecido al mio, muy bien cuidado y con unas casas grandes y modernas. La vegetación era lo que más me llamaba la atención, en toda la vereda podías encontrarte con árboles, arbustos e inclusive se podían apreciar a pesar de la oscuridad unas macetas que se asomaban por las ventanas de las casas, cada una tenía una diferente.

—Llegamos— Anunció mi acompañante.

Debo admitir que soy una persona muy curiosa, por lo que quería echarle un vistazo a la casa pero me resistí a hacerlo ya que lo consideraba como una falta de respeto. Me abrió la puerta y me dejo pasar.

—Papá, llegamos—

Un hombre con pelo castaño y una contextura algo grande bajo por las escaleras. Al llegar al final de estas me observó directamente. Un escalofrío recorrió por mi espalda.

—Buenas noches Togata-san, soy Jaminari ______ es un gusto conocerlo—El hombre finalmente me sonrió y me acercó su mano la cual acepte con gusto.

—También es un gusto, puedes llamarme Hideki si gustas—Sonrió amable.

—______—Mirio llamó mi atención.—Acompáñame, te daré ropa para que te cambies—

Home | Mirio Togata x ReaderWhere stories live. Discover now