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Taehyung todavía estaba apoyado en la puerta de su habitación.

Habían pasado apenas algunos minutos.
Era inevitable sentirse triste, asustado. Nunca quiso decirle a Seokjin algo así, pero la presión que impuso en él lo obligó a admitir de una vez por todas que no había olvidado a Jungkook.

Taehyung se sentía derrotado. Por mucho que intentó apartar al pelinegro de sus pensamientos no lo consiguió del todo. Y aunque dijo en voz alta que no quería volver a verlo y que nunca estuvo enamorado de él, todo era mentira.

Dolía mucho más de lo que quiso admitir.
Casi se puso a llorar en las escaleras tras verlo acercándose a Jin y a él con una actitud arrepentida. Pero todo el rencor que guardaba dentro de sí mismo era mucho mayor, y por eso mostraba una postura firme y llena de convicción. Trató de convencerse a sí mismo de que odiaba a Jungkook.

Quería odiarlo, pero no podía.

No odiaba al chico que durante meses alborotó su corazón por ser quien era. Odiaba lo que había hecho.
Lo de jugar sin límites ni restricciones, compartir momentos como si fuesen novios y luego desentenderse de las explicaciones y el compromiso.

Sólo después de esa noche en la que llegó a casa con el corazón en la mano, tomó consciencia de que nunca obtendría nada más por parte de Jeon Jungkook. Por si fuera poco, la primera imagen que tuvo al atravesar la puerta, fue a Hoseok y Seokjin recostados sobre el sofá.

Jin era su novio ahora.

Seokjin llegó para demostrarle que el amor jamás debía ser unilateral. Taehyung encontró en él un reflejo de sí mismo: tratando de acercarse al chico que quería sonriendo con timidez, esperando siempre una respuesta favorable y sufriendo ante el rechazo.

Pero aunque se esforzaba por devolverle todo, su noviazgo seguía siendo demasiado desproporcionado. 

Marcó el número de su mentora, y tras tomar aire unos segundos puso el teléfono en su oído.

—Tae Tae, estaba a punto de llamarte Soo Yun sonaba alegre—. ¡Compré helado de chocolate con almendras para el postre!

Hola, querida se encogió en su sitio—, uhm... g-gracias. No te hubieras molestado especialmente porque no habría ninguna cena. 

—Me pareció lo correcto. Llegar con las manos vacías no me sentaba nada bien respondió—, ¿Necesitan algo más?

Taehyung dejó salir un enorme suspiro.
—De hecho... Llamaba para disculparme. 

—¿Para disculparte?, ¿Por qué?

—La cena se cancela. Lo lamento.

—Oh, descuida. Quizás en otro momento Taehyung podía reconocer la leve decepción en su voz—. ¿Ustedes están bien?

El menor presionó los labios cubriéndose el rostro.
—S-sí, sucede que... Uhm-

—Discutieron adivinó.

—No. No exactamente, pero le dije algo horrible, y luego él me dijo algo horrible a mí y sólo... —tragó saliva—. No es un buen momento, ¿Entiendes?... todo es mi culpa.

Ohh, pequeño —exclamó con pena—. Tranquilo, seguramente tiene solución. Las parejas tienen desencuentros todo el tiempo —no obtuvo respuesta— ¿Taehyung?

Las lágrimas mojaron sus mejillas. El aire escapaba entrecortado de su boca. Tenía el pecho cerrado y una sensación horrible y dolorosa. 

Taehyungie... Vamos, no te pongas así. Seguramente puede solucionarse con una conversación sincera.

Love Me [◇JinTae/TaeJin◇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora