Love Me [◇JinTae/TaeJin◇]

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Dolía, jamás imaginó que pudiera doler así. Taehyung era sollozos interminables apretando un almohadón, encerrado en su cuarto y sin poder controlar el ataque de nervios que estaba sufriendo. Le faltaba el aire, le costaba respirar. No estaba seguro de cuánto tiempo llevaba así, pero parecía una eternidad.

Y Seokjin no estaba con él.

Temblaba en espasmos involuntarios. La garganta realmente le dolía. 

00:42 AM

Sentía su corazón completamente chamuscado. 

Jin lo llamó prostituto de la forma más despectiva de todas. Le dijo que por su culpa debió pasar momentos horribles y asquerosos. No era como si no fuera consciente de ser eso. Era una escoria y lo sabía, pero oírlo de la persona que amaba lo cambiaba todo. 

Se suponía que Jin pensaba de forma diferente. Se suponía que incluso si conocía sus defectos, seguía amándolo.

Taehyung siguió llorando. Se sentía patético y estúpido. Y triste. 

De pronto comenzó a cuestionarse todo desde el inicio. ¿Jin sólo se había acercado a él por lástima?, ¿Por qué tuvo que guardarse sus pensamientos reales para soltarlos en un momento tan delicado y de aquella forma descuidada?, ¿Realmente se preocupaba por él?... Quizás todo era por pena. Para no sentirse tan mal consigo mismo por estar cerca de un gusano de alcantarilla. 

Le dolía tanto.

Jamás confió del todo en sí mismo, pero sí que confió en Seokjin. 

Y se había equivocado. Había elegido el peor escenario para enamorarse. ¿Qué se supone que esperaba?, Él era lo que era. Eso no cambiaría jamás, ni siquiera teniendo a su lado al hombre de sus sueños. Taehyung era un problema demasiado grande, incluso para Jin.

Lo que le dijo era cierto: Seokjin merecía algo muchísimo mejor que tener que lidiar con un sucio prostituto. Algo mejor que lidiar con un montón de deudas y de problemas ajenos a él. Tae lo vio aquella tarde en la cocina de la cabaña de Daegu, y toda su inseguridad salió a flote. Se había acercado a abrazarlo y a darle las gracias, por aceptarlo y quedarse a su lado. La respuesta de Jin fue que él era perfecto. 

Sí, seguro.

¿Por qué no pudo ser claro desde el inicio? Algo tan simple como decirle "Taehyung, eres un desastre pero igualmente me gustaría intentarlo. Si todo termina mal, obviamente será tu culpa".

Lo entendía. Entendía que el del problema era él, siempre fue así. Sus ex novios pensaban igual. Creyó que todos estaban equivocados, pero Seokjin terminó sumándose a ellos. 

Él no era perfecto, no era un encanto, ni mucho menos el Tesoro de nadie. Era un tonto muchacho de veintiún años, lleno de defectos y de problemas. La escasa confianza que comenzaba a construir acababa de derrumbarse y dejarlo sin cimientos. Su relación pendía de un hilo, pero él no quería continuar. 

Apartar a Seokjin era lo mejor. Para él y para todos.

Si Seokjin no estaba cerca, dejaría de sufrir las consecuencias de haberse enredado con alguien como Taehyung. Si Seokjin no estaba cerca, Tae podría volver a la realidad y recordar quién era y por qué estaba dónde estaba. Si Seokjin no estaba cerca, no habría amenazas de muerte ni mafiosos intentando hacerles daño. 

Porque incluso si Jin salía por la puerta y corría a los brazos de alguien más, Taehyung todavía le deseaba la mayor de las felicidades. La que no pudo darle nunca.

Pero joder, le dolía demasiado. Le dolía como algo que jamás había experimentado antes. 

Tenía que soltar, otra vez. Siempre supo que nada era eterno. Nada bueno duraba demasiado, no en su vida al menos. Y pensar en soltar a Seokjin le dolía, y le costaba. Si se lo hubiera planteado setenta y dos horas atrás, nunca lo hubiera considerado. Fue él quien le dijo a Jin que debían mantenerse unidos.