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Ciudad de México, 14 de Febrero del año 1910

La bella ciudad de México, sin duda aquel año en donde el presidente Porfirio Díaz gobernaba el país por más de 30 años, su mandato trajo sin duda alguna muchas cosas buenas para el país, pero también muchas cosas malas que más adelante, tendrían consecuencias, provocando uno de los levantamientos en armas más famosos de nuestra Historia. Pero para eso aun faltarían unos cuantos meses más

El siglo XX o también llamado el siglo la vanguardización, fue un siglo que aportó muchas cosas buenas al mundo y para nuestro país: Desde la invención del automóvil, la electricidad, las primeras maquinas electrónicas e inclusive la de la radio y la televisión. Pero también fue un siglo de varias tragedias, como por ejemplo: El hundimiento del barco más famoso del mundo llamado "El Titanic", el surgimiento de la primera y segunda guerra mundial, la caída del muro de Berlín, la matanza del 68 y el famoso temblor del 85, ambos en México

Pero ante tantas tragedias y tantas invenciones buenas, el mundo no supo de la existencia de una historia, la historia de dos jóvenes que se conocieron y se enamoraron. La historia que quizás, fue la primera historia de amor homosexual en el país de México

Todo empieza en una calle de la ciudad de México, donde un día antes había llovido y todas las calles empedradas estaban repletas de charcos, y sobre ellos pasaban muchos coches de aquella época salpicando a todos aquellos que caminaran por ahí; Y justo en esa misma calle, había un mercado ambulante en donde muchas personas trabajadoras estaban vendiendo sus diversos productos, desde ricas y deliciosas frutas y verduras, hasta ropa un poco vieja y usada.

Vendedor: Llevele, llevele su fruta bien fresca de la mejor calidad 

Vendedora: ¡Rico pan, venga por el pan! Ricos bolillos, conchas, donas y chilindrinas

Cada quien se encontraba gritando el producto que vendía hasta que la señora del pan vio a un pequeño niño solo en medio de la calle llorando, por lo que decidió acercase a él para ver que era lo que le sucedía dejando su puesto solo

Vendedora: Pequeño ¿Que tienes? ¿Por que lloras? -Se inca-

Oliver: -Llorando- Es que quiero a mi mamá

Vendedora: ¿Y en donde está tu mamá?

Oliver: -Llorando- Es que no sé, yo me quede aquí viendo un balero y luego mi mamá ya no estaba

Vendedora: Ay pobre criaturita, haber espérame un momento -Se levanta- Haber ¿Sabes como es tu mamá?

Mientras el pequeño niño le trataba de explicar a la señora como era su mamá, en el puesto de pan, una mano que bajaba desde el techo empezó a tomar todas las piezas de pan una por una sin que la dueña y vendedora del puesto se diera cuenta

Pero después de buscar y buscar por todo el mercado a una señora con la descripción que le dio el niño, la señora no encontraba nada

Vendedora: Ay pequeño corazón pues no veo por ningún lado a tu mamá, pero mira tengo una mejor idea, ¿Por que no vienes conmigo, y te quedas en mi puesto? Y así cuando tu mamá llegue a pasar y tú la reconoces, te puedes ir con ella y....-Voltea a ver su puesto y ve que ya no hay nada de pan- Oigan ¿Que paso en mi puesto? ¿Donde está todo el pan? Ay pequeño creo que hay que tener cuidado porque al parecer hay un ratero rondando por aquí, así que mejor hay que tener mucho cuida.... -Se voltea-

Y es que ahora resultaba que cuando la señora volteo a ver al pequeño niño, este último, ya no estaba

Vendedora: ¿Pequeño? ¿Pequeño donde estás? -Lo busca- Ay no que mensa soy, ese niño me distrajo para que se robaran todo mi pan, pero he de agarrarlos rateros -Se regresa a su puesto-

Mal Visto (Aristemo/Sauro)Where stories live. Discover now