Mal Visto (Aristemo/Sauro)

Incomodidad

Luis Alejandro estaba atónito, su hermano menor estaba compartiendo un contacto labial con su mejor amigos, y este último también lo estaba haciendo, lo cual demostraba y hacia notar que era consensuado, ósea que ambos estaban completamente consientes de lo que estaban haciendo, ninguno de los dos hacia el esfuerzo por separarse del otro, es más, parecía que lo disfrutaban.

El mayor de los hermanos Montenegro, ya no pudo seguir presenciando tal acto, que básicamente lo des concentro por completo, no sabía que pensar en ese momento, lo único que pudo hacer en aquel momento fue retirarse de la entrada y dirigirse a su habitación aun con su vaso de agua y la vela para alumbrar su camino en sus manos. Así que subió las escaleras de su casa hasta llegar a su dormitorio en donde con mucha incertidumbre y mucha confusión, logró conciliar el sueño 

Mientras tanto en las calles de la ciudad afuera de la casa de los Montenegro, bajo la fuerte lluvia con el sonido de los relámpagos de fondo, dos jóvenes continuaban compartiendo el tan ansiado beso. Sus movimientos eran lentos y suaves, para ninguno de los dos era nuevo besar, ya que en el pasado los dos ya habían dado su primer beso, pero ninguno jamás en la vida había compartido un contacto labial con otra persona de su mismo sexo, así que para ser más exactos, ser podría decir que ese fue de cierta manera un primer beso para ellos.

Aun con sus ojos cerrados, Mauro y Saúl continuaban moviendo sus bocas al compás suave y lentamente; Hasta que Saúl decidió separarse inmediatamente del beso, los dos no mencionaron ninguna palabra, simplemente el castaño tomó la iniciativa y salió corriendo de ahí directo a su casa. Mientras que el rizado sólo se quedó ahí, justo en medio de la calle mientras la gran cantidad de lluvia caía sobre él, él al igual que su mejor amigo se quedó extrañado y en un estado de shoc, ni siquiera sabía que fue lo acababa de pasar, lo hizo por impulso y ahora estaba sumamente confundido, pero.... Eso no fue un impedimento para que llevará su mano derecha a su rostro, y tocará suavemente las comisuras de sus labios para luego pasar sus dedos por toda su boca, y mientras la acariciaba lentamente sólo cerraba los ojos disfrutando del recuerdo que tenía de haber tenido contacto con los labios de Saúl.

Pero sacudiendo su cabeza al inicio para tratar de borrarse todas las imágenes de la mente, no fue de mucho tiempo para que Mauro también procediera a entrar nuevamente a la casa, cerrando la puerta principal con seguro, pero no sin antes darle una última vista al lugar en donde hace unos simples momentos, paso algo inesperado para él, pero también debía de admitir que ese fue uno de los mejores momentos que había vivido en su vida.

Pero en una habitación en el tercer piso, un joven castaño llegó apresurado a su alcoba, su respiración era agitada, era como si estuviera espantado, como si hubiera huido de algo que le daba mucho miedo logrando escapar de ello. Su sudoración se empezó a notar, su corazón latía al máximo, él en su momento pensó que era por la adrenalina y el miedo, pero tanto ustedes como yo sabemos que se trata de otra cosa. 

Por las prisas, el miedo y todo lo que le sucedía al castaño en aquel momento, lo hizo actuar inmediatamente metiéndose directo al baño que estaba en su habitación, despojándose rápida pero fuertemente de su ropa, hasta parecía que se la quería arrancar a como de lugar, haciendo que poca de ella se desgarrara. Ya cuando quedó completamente desnudo, se metió sin pensar a la tina de su baño, echándoselo varias jarras de agua fría sobre su cabeza y cuerpo desnudo, mientras que al mismo tiempo con el jabón empezó a tallarse en todo el cuerpo fuertemente; Para luego tomar la esponja de baño más fuerte que encontró para tallarse con ambas manos todo su cuerpo lo más fuerte que pudiera, parecía que quería limpiarse y quitarse a como de lugar cualquier mala vibra que tuviera en su cuerpo y en su alma.

Pasando un tiempo, las marcas de los rasguños de la esponja se hicieron presentes en en el cuerpo del castaño, él se había quedado sentado en la tina aun desnudo sobre el agua mientras abrazaba sus piernas con ambas manos. El dolor de los rasguños y demás e dolían bastante, pero parecía que ni todo ese dolor lo hacía olvidar aquella escena que vivió hace unos momentos, esa escena seguía presente en su cabeza, nada de lo que hizo en el baño lo hizo olvidarla.