Fuego

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Un nuevo día dio inicio, y en el comedor estaba desayunando la familia Montenegro junta, así es, fue justo un día antes en la noche cuando Fulgencio había regresado de Puebla, y ya estaba con su familia comiendo un delicioso almuerzo por la mañana. Por alguna razón, ahora el señor de la casa estaba extasiado de la felicidad. Felicidad que tal vez no tendría si Socorro le hubiera dicho algo de lo que pasó con Saúl, ya que a pesar de todo ella no quería perjudicar a su hijo

Fulgencio: Ah que felicidad

Socorro: ¿Por que tan feliz querido?

Fulgencio: Porque el trato que hice con un importante exportador en Puebla se logró con éxito

Saúl: Q-Que bueno padre, me alegro por ti

Fulgencio: Y yo por ti Saúl, porque también me alegra ver como has avanzado tú con tu tratamiento para que te cures

Saúl: Eh sí padre, gracias

Fulgencio: Estoy muy orgulloso de ti hijo

Saúl: Gracias padre

Saúl ahora se sentía un poco mal al escuchar esas palabras de la boca de su padre, ya que siempre deseaba que él se lo dijera todos los días, pero ahora lo que tanto había esperado casi toda su vida ya no le importaba, ya no le importaba ni quería la aprobación de Fulgencio, ahora solamente quería estar con Mauro, porque lo quería y estaba enamorado de él; Y el castaño desde la noche que compartió con el rizado supo que no necesitaba de la autorización de ninguno de sus dos padres para saber y decidir a quien amar y de quien estar enamorado.

Fulgencio: ¿Y tú Socorro?

Socorro: ¿Yo que?

Fulgencio: ¿Que acaso no estás orgullosa de tu hijo por todo lo que ha logrado?

Socorro miró unos segundos a su hijo quien también la miró con una mirada bastante seria, por un momento el castaño por dentro se moría de miedo por si su madre lo iba a echar de cabeza, pero también se estaba preparando mentalmente para afrontar a su padre como lo hizo con ella.

Socorro: Sí Fulgencio, también estoy muy orgullosa de él

A Saúl le sorprendió tal respuesta por parte de su madre, no esperaba que no le contara a su padre su discusión

Socorro: Bueno yo em tengo que retirar -Se levanta- Me gustaría ir a regar mis plantas al invernadero, compermiso -Se va-

Fulgencio: Tu madre anda un poco extraña ¿No lo crees hijo?

Saúl: S-Sí creo que un poco

Fulgencio: Bah así son todas las mujeres créeme, ojalá Carmen no sea como tu madre si no el infierno que te espera

Saúl: ¿Por que hablas así de ella? ¿En verdad no la quieres?

Fulgencio: .-Suspira- Hijo me has demostrado que ya has madurado bastante, y creo que ya tienes edad para saber la verdad: Y la verdad es que tu madre y yo jamás nos hemos llevado bien, tus abuelos nos obligaron a contraer nupcias

Saúl: ¿Y por que accedieron?

Fulgencio: Porque tu abuelo, ósea mi padre me prometió ponerme al frente de todos los negocios si me casaba con la hija de su mejor amigo, quien era tu otro abuelo y su hija tu madre. Y al casarnos el negocio creció 10 veces más

Saúl: ¿Que eso no es lo mismo que quieren hacer conmigo y Carmen?

Fulgencio: Exacto, y otra verdad es que Miguel, Margaret y yo ya estábamos planeando la boda desde mucho antes, pero lamentablemente Miguel murió y todo se retraso, si no fuera porque te descubrimos con Carmen la noche de año nuevo nada se hubiera retomado

Mal Visto (Aristemo/Sauro)Where stories live. Discover now