La Coexistencia

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Ella se percató que había algunos pergaminos dentro de sus pertenencias, incluso cuando sintió su mirada sobre ella, tomo uno de ellos para mirar su contenido. En estos momentos ambos se encontraban arreglando la única habitación de dormitorio en aquel pequeño departamento; la luz de la habitación era ya algo tenue debido a la hora de la tarde y la falta de iluminación apropiada.

Estos eran pergaminos de historia y técnicas especiales de otras aldeas, algunos de ellos de lugares que ella estaba segura él había visitado, algunos otros le dejaban en duda.

—¿Alguna vez has querido visitar alguno de estos lugares?

—Si tuviera la liberad de hacerlo —ella trató de ignorar la punzada que sus palabras le provocaron a su pecho.

—Por supuesto...—ella replicó, sonriendo amargamente mientras empujaba el pergamino de regreso a su lugar dentro de la caja de sus pertenencias.

De haber sido diferente a como era, él hubiera huido. Había todo un mundo fuera de estas paredes que tanto Konoha como ella le habían puesto; era solo natural que sus pensamientos se aventuraran al 'habría sido' que el mundo exterior le ofrecía. Sus ojos miraron el suelo en gran concentración.

—No hay prisa de todos modos —su voz trajo su atención de regreso a él después de breves segundos. Su mirada, antes fijada en el suelo, se alzó y se encontró con su figura solo para encontrarlo muy interesado en el pergamino que estaba estudiando. Sakura trató de descifrar qué era lo que quería decir con eso, tratando de ver alguna señal que le dijera que había entendido bien su mensaje.

Y cuando divisó la ligera curva de sus labios, se dio cuenta de que así había sido.

Estaba bien con quedarse.

Ella mantuvo una sonrisa propia por un tiempo mientras terminaban de desempacar y arreglar las cajas restantes en la habitación.

Ahora que habían terminado de limpiar una parte apropiada de la habitación para poder acomodar el futón en el cuarto, se encontraban parados en silencio observando el aparentemente pequeño y traicionero articulo antes de que Sakura —una vez más, decidiera romper el silencio.

—Así que tú tomaras el futón, Yo tomaré el piso.

—Yo tomaré el piso —él refutó.

—No puedo dejarte hacer eso, Sasuke-kun. Has dormido en terribles condiciones hasta ahora. Necesitas tener un sueño decente —ella trató de razonar, el lado médico en ella despertando ante la situación.

—Y tú estarás de turno todo el día —él razonó de vuelta.

De haber tenido su razonamiento médico apagado, quizás se hubiera conmovido al escucharlo ser considerado de su ajetreado oficio. Siendo el caso contrario, se limitó a minimizar su observación y declaró en su lugar:

—Puedo cuidarme—ahora ella estaba a punto de gruñir.

—Solo toma el maldito futón, Sakura —pero él parecía no sentirse afectado en lo absoluto.

—¡No sino dormirás ahí tampoco!

El silenció se hizo presente acto seguido.

—Quiero decir...

Sasuke elevó su rostro y presionó el puente de su nariz con sus dedos en busca de paciencia. Se preguntó por qué no contaban con al menos un sofá para compartir; eso haría las cosas más sencillas.

—¿Así que estarías más cómoda si compartiéramos?

—¿Tú... no?

—Pregunté primero.

SehnsuchtWhere stories live. Discover now