Capitulo 4

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Al día siguiente la lluvia había cesado y el trabajo de desempaque se reanudo, gracias a la ayuda del personal del camión de la mudanza los paquetes más pesados ya habían tomado su lugar dentro de la casa. Ahora gran parte del trabajo era darle un sitio a las cosas más pequeñas. Mientras transcurrían las horas la vieja casa cada vez tomaba mas forma de un hogar.

-Sabes que olvidamos comprar ayer??!!... insecticida y pan, lo puedes creer?- Grito Barbara desde la cocina.

-Y que comimos en la mañana?- Respondió Gabriela mientras bajaba las escaleras con unos paños sucios en la mano- ...Encontraste un bicho?

-Las empanadas que compramos ayer, pero ya no queda para la once... y no es solo un bicho, es toda una civilización, solo mira.

Barbara retrocedía lentamente hacia el pasillo mientras Gabriela se asomaba con curiosidad, y para su asombro, ciertamente era lo más cercano a una civilización de insectos que había visto en su vida.

-Podría ir a comprar ahora- dijo saliendo de la cocina detrás de Barbara.

-Por la tarde iremos a la ciudad así que allí podremos comprar algo-

-Y esperar todo el día a que ellos organicen un ataque a sus invasores??- Respondió Gabriela cruzándose de brazos tratando de disimular su desagrado por los insectos.

-Tengo que esperar a los del cable, deben estar por llegar-

-Puedo ir al mini súper al que fuimos ayer... en bici- Insistió Gabriela, pero al ver que Barbara no cedía y su mirada solo demostraba cierta preocupación agrego- En algún momento tendré que salir al pueblo sola, sería bueno poder acostumbrarme pronto.

-... oook, está bien, pero ten cuidado- respondió finalmente Barbara, sabía que debía darle confianza a la joven y evitar que se sintiera sofocada por su protección. Ser madre era nuevo para ella, pero intuía que Gabriela era muy independiente, además era el pueblo en el que ella misma había crecido y creía completamente de que era un lugar seguro. 

A los minutos después la joven ya estaba pedaleando en dirección al mini súper. Al fin estaba usando la bicicleta que su padre le había regalado hace un par de navidades atrás, cuando aún no le decía sobre su relación con Barbara, pero que ella ya comenzaba a sospechar algo por su cambio de actitud. Disfruto del viento frió en su rostro y el cantar de algunas aves. Su paseo al mini súper fue más corto de lo que imagino y sin inconvenientes. Noto una que otra mirada de los habitantes del pueblo al que le llamaba la atención la presencia de una desconocida, pero los ignoro como acostumbraba a hacer con todas las miradas sin asegurarse de que fueran siluetas o no. 

En su viaje de vuelta se encontró con la sorpresa de que por la calle central estaba cruzando un pequeño ganado de voluminoso tamaño. Se hubiera quedado observando un rato esperando poder cruzar, pero las fuertes gotas comenzaron a caer sin previo aviso, así que decidió bajar por un sendero que se abría a un lado de la carretera.

Pedaleo constante y con cuidado de no resbalar, noto como el sendero se separaba un poco de la carretera, pero volver a subir significaría pasar por arbustos y barro, y no estaba dispuesta a aquel escenario; recordaba que un sendero llegaba cerca de la casa, así que confió en su intuición. 

 Continúo sin perder la calle de vista pese a los arbustos que se interponían en su visión, hasta que una roca en el sendero casi provoco una caída, recién en ese momento noto que el camino se adentraba aún más hacia el bosque; cosa que la preocupo un poco y considerando que ya estaba bastante mojada decidió volver y subir a la calle. 

Comenzó a cambiar la dirección en su bicicleta cuando noto una voz y a lo lejos una silueta se asomó por el camino que acababa de cruzar.

-Ignóralo, creo que no te ha visto aun...- Escucho el susurro de una voz familiar a su espalda.


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Nota autora: Se viene algo weno :V 

Bosque viejo (nombre provisional)Onde histórias criam vida. Descubra agora