Capitulo 6

4 1 0
                                    

De no ser por la supersticiosa niñera que cuidaba de Gabriela cuando era apenas una niña, habría pasado mucho más tiempo para que notara que solo ella podía ver ciertas cosas. También fue de mucha ayuda que su joven compañero le aconsejara continuamente demostrado un notable conocimiento en el área, parecía comprender el actuar de los adultos, evitando varios problemas.

Pero todo aquello solo ayudo a que la joven se fuera aislando cada vez más. Aprendiendo por su propia cuenta sobre el mundo y su lado desconocido, por lo general mientras ignorara lo demás no habría problemas, pero de vez en cuando, alguna silueta intentaba acercarse  creando más de algún inconveniente. Aun así, los enfrentaba ella misma, junto a su compañero, ambos solos... desde siempre.

Pero ahora, estaba frente una chica casi tan joven como ella que acababa de espantar a una de aquellas criaturas, y al parecer también podía ver a aquel que siempre la acompañaba.

La lluvia comenzó a disminuir, y ahora solo caía como una suave cortina. La joven al notar que la chica no salía de su confusión continuo hablando.

-Lo siento, creo que te asuste... o asustamos quizás (?)- Llevaba un impermeable anaranjado y se acomodó la capucha para dejarse ver más claramente- No tienes que temerme, no soy como ellos. Soy la guardiana de este bosque... o algo parecido. Están perdidos? 

-...Buscamosla carretera- se animó al fin a decir elmuchacho que comenzaba a asimilar que también podía ser visto por ladesconocida , por otro lado Gabriela aun no daba indicios de hablar y no teníamuchas ganas de seguir en ese lugar.

-Solo sigan el sendero, solo un poco más allá se parte en dos, el de la derecha lleva a la carretera... a la altura del árbol caído... si quieres los acompaño

-No, está bien así- Dijocortante Gabriela, tomo su bicicleta y se acomodó sobre ella con velocidad, sinperder de vista a la chica de impermeable.

-Espera!... no conozco tu situación, pero – rápidamente saco bajo su impermeable un pequeño bolso del que extrajo una ramitas de ruda atadas por una cinta -ten, te ayudara a mantener a los de "malas intenciones".

La joven dudo por un segundo, pero algo en ella le insistió que lo tomara. Acto seguido comenzó a pedalear sin mirar atrás, la lluvia volvía a recuperar su fuerza pero no le impidió oír las últimas palabras de la desconocida, solo que pensó que no era relevante. 

Bosque viejo (nombre provisional)Where stories live. Discover now