Capitulo 10

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De no ser por la temperatura que había bajado considerablemente, pese a la manta que había puesto Barbara antes de irse, Gabriela despertó con un escalofrió en el cuerpo.

-Te dijeron que te secaras el pelo- Escucho una voz familiar desde el otro lado de la habitación.

La joven se levantó de la cama y trato de entrar en calor con pequeños movimientos en sus brazos mientras dirigía una mirada irritada a la vez que sus dientes castañeaban

-Barbara salió, te dejo una nota- Volvió a hablar el chico desde la ventana- No ha parado de llover, este sitio es genial.

La joven se acercó al trozo de papel al lado de la cama, pero un fuerte estrépito hizo saltar a ambos.

-Y eso?- soltó Gabriela olvidando su esfuerzo por ignorar a su compañero. 

-Creo que se rompió un vidrio

-Dijiste que Barbara había salido...

-Voy a ver.

-Espera, voy contigo- Dijo la joven a la vez que se movía el cabello de la cara.

Ambos chicos salieron con normalidad del cuarto, pero enseguida su actitud cambio al escuchar pisadas y un extraño quejido que no sonaba a nada parecido a la de un humano... mucho menos a Barbara. 

-Crees que sea una de ... esas "cosas"?- Dijo en un susurro apenas audible el muchacho.

-...- La joven comenzó a volver en sus pasos con el mayor cuidado.

-Du..dueelee .... pinchaas~- Surgió una voz fangosa desde el primer piso y se acercaba a paso tambaleante. 

Los dos chicos no dudaron más y volvieron rápidamente a la habitación, y aun que sabían que no sería de mucha ayuda trabaron la puerta con el mueble de al lado.

-Quizás la sal ayude ahora- Recomendó el chico.

-No la tengo a mano- Respondió ella dando alguna vueltas en busca de alguna solución.

-Ninguno había entrado de esta manera así, cier..?

- Me pinchaaaas! Dueeleee!! - Grito fuertemente la voz al momento que la puerta era golpeada con fuerza.- Te coortaareee~!!

-Por que suena tan molesto? Acaso le hice algo??- Dijo la chica molesta tratando de esconder su preocupación. 

Los gritos no se detenían mientras  que lo golpes continuaban y la puerta en poco tiempo cedería. Hasta ahora los chicos  no se habían enfrentado contra alguna criatura tan molesta, ni con tan claras intenciones de lastimarlos.

-Quizás el ramo que te pasó la tipa del bosque pueda servir- dijo de pronto el chico

-Esa cosa? Se quedó en la bici. Y no sirve! No te espanto ni nada a ti.

-Ja! Graciosa- Respondió sarcásticamente- Dijo que espantaría a los que tuvieran malas intenciones, y creo que el que diga que quiere "cortarte" cuenta como mala intención.

-Bueno, pero no lo tengo, que quieres, que salte por la ventana?-

- Aaaaarg~ ¡! Dueeleee!! Te cortareeeeeee!-

Volvió a gritar sea lo que fuese que se encontrara del otro lado de la puerta, el cual estaba a punto de ceder ante los golpes. Los dos chicos se miraron una fracción de segundos ante la amenaza inminente y sin pronunciar más palabras comenzaron a actuar.

Gabriela rápidamente tomo su chaqueta y abrió la ventana, el viento y la lluvia la golpearon con fuerza pero no perdió tiempo en cubrirse y se asomó por el marco para bajar por ella. Su compañero guió su camino por las tablas y marcos de  las demás ventanas de la casa para que pudiera llegar segura hasta el suelo. Una vez tocando tierra firme la siguió con rapidez. 

La bicicleta había quedado a un lado de la casa, ligeramente oculta de la vista de posibles transeúntes, pero no lo suficiente protegida de la lluvia. Mientras bordeaban la casa notaron como la voz fangosa se quedaba a la distancia, lo que era una buena noticia, pues aun no los seguía. Aun así la incertidumbre se apoderaba de la joven y una cierta voz volvía a su mente, pero se convenció en concentrarse en llegar hasta su  bicicleta y el ramo que podría ayudarlos.

-Creo que tendremos que cobrar la palabra de la tipa del bosque- Dijo el chico al llegar a la bicicleta y encontrarse con que el pequeño ramo que podría salvarlos, no estaba. Se había ido hace bastante,  con el viento y nada lo podría haber evitado, mucho menos el pequeño canasto que lo resguardaba en la bicicleta. 

-No pienso ir, no sé dónde es-

-"Vengan al jardín botánico si necesitan ayuda" – Repitió con prisa el muchacho y efectivamente, ella lo recordaba hace un rato pero había tratado de no tener que usar esa información- Barbara te menciono algo cuando llegamos, más allá de la casa estaba ese jardín.

-Podría ser otra cosa mala, quizás ella envió a esta otra cosa.

-Te coooortareeeee- La voz comenzaba a acercarse con prisa y los chicos lo notaron. 

-Viste lo que hizo antes, podría ayudar... al menos que quieras quedarte con esa cosa aquí.

La criatura estaba cada vez más cerca y Gabriela no espero más tiempo para verle la cara, volvió a subir a su bicicleta por segunda vez en el día, pero con destino a la joven de impermeable naranjo, quien  ya  estaba esperando a las afueras del jardín botánico. 

Bosque viejo (nombre provisional)Where stories live. Discover now