;treinta y tres

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--¡Tengamos una cita doble!

Los tres chicos voltearon a ver al entusiasmado pelinegro que tenía una expresión realizada en su rostro, como si hubiese descubierto un gran tesoro. Cuando era todo lo contrario, en realidad.

--¿Por qué? --preguntó Midorima suspirando.

--Nunca hemos tenido una --respondió Takao encogiéndose de hombros.

--Estoy seguro que jamás has tenido un oso polar, no significa que debas tenerlo.

--¿Qué clase de comparación es esa, Shin-chan?

--De hecho, concuerdo con Shintarõ --habló Akashi tras acabar de masticar --. Las citas dobles siempre salen mal.

Mayuzumi tan sólo observaba a sus amigos y novio hablar mientras garabateaba en un cuaderno la silueta del pelirrojo sin que éste lo notase. Llevaba unos días haciendolo y siempre terminaba por tirar el dibujo a la basura al final del día porque no le gustaba. Era detallista y exigente consigo mismo inconcientemente y apestaba.

--Han visto muchas películas --se quejó Takao --. ¿Qué podría salir mal? Sería como una de nuestras tantas salidas en grupo.

--¿Entonces por qué insistes en llamarla cita doble? --le discutía el peliverde.

Chihiro suspiró y se rindió con su dibujo al cabo de un minuto. No quería estresarse o frustrarse por eso, sin embargo la plática a su alrededor lo estaba cansando un poco. ¿Tan malo era aceptar la propuesta de Kazunari? Estaba seguro de que era la única forma de hacerlo callar de una vez por todas. Además la siguiente semana ya serían vacaciones de verano así que no veía el problema.

--Mayu-chan ¿qué dices? --volteó a verlo esperanzado de conseguir algo de apoyo.

Mayuzumi puso los ojos en blanco antes de responder.

--No me molesta, me da igual --dijo recargando su cabeza en el hombro de su novio para dormitar --. Decidan ustedes.

Akashi besó la comisura de los labios de Mayuzumi tiernamente antes de seguir discutiendo con Takao.

--¿Lo ven? Mayu-chan me apoya --dijo Kazunari.

--Déjalo ya, Kazunari --bufó el pelirrojo --. En serio, las citas dobles no salen bien. Son incómodas y acabas enterándote de cosas que preferirías no saber. O al menos no así.

La otra pareja se miró entre ella antes de dedicarle a Seijūrõ una mirada extrañada. ¿Qué le ocurría? No era común verlo tan serio sobre algo, generalmente sus expresiones eran suaves pero esta vez su ceño fruncido parecía acentuarse y había dejado de comer.

--¿Cómo sabes eso? ¿Has tenido una antes? --preguntó Takao sin contener su curiosidad.

Seijūrõ sólo asintió soltando un suspiro.

Chihiro se tensó en su lugar sin atreverse a abrir los ojos.

--¡¿En verdad?! --exclamaba el pelinegro --. Siempre creí que Mayu-chan era tu primer novio y eso.

--Kazunari, ven --dijo Midorima levantandose de su asiento.

--¿A..acabas de llamarme...? --balbuceó con las mejillas rojas antes de ser jalado por su novio a otra parte.

Seijūrõ le agradeció en silencio. A los dos minutos la campana sonó y despertó a Mayuzumi para regresar a clases. El trayecto fue silencioso, el pelirrojo estaba seguro de que su novio le había oído pero esperaría a que él le preguntase al respecto.

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Por fin habían llegado las vacaciones de verano. Necesitaban un descanso del instituto y qué mejor que salir a una cita con su pareja a tomar helado y disfrutar del buen clima. Chihiro caminaba observando distraídamente las vitrinas de las tiendas a su alrededor mientras que Seijūrõ lo fotografiaba en secreto con su celular, sonriendo en todo momento.

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