;cuarenta y siete

126 13 14
                                    

Chihiro suspiró por décima vez en los quince minutos que llevaba dando vueltas en aquella tienda junto a su hermana mayor. Ella murmuraba para sí misma mientras analizaba cada prenda de ropa que tomaba en sus manos antes de negar o asentir. El peliplata tan solo la miraba y se preguntaba cuándo podría irse de una vez.

--Dime algo hermanito, no estoy aquí yo sola --replicó ella.

--¿Qué quieres que diga? Tú eres la que sabe de estas cosas, por eso te llamé --respondió torciendo los labios con resignación. Kyoya había venido de Tokio para ayudarle a escoger un traje para el Baile de graduación.

--Pero no seré yo quien lo vista --rio entre dientes sin dejar de masticar chicle --. Ayúdame a terminar rápido. ¿Qué color? ¿Qué estilo? ¿Qué tela? ¿Con chaleco o sin? ¿Corbata o moño?

Chihiro sintió que se mareaba con el bombardeo de preguntas y retrocedió un paso soltando un gemido de frustración y cansancio.

--¿No puedo usar el mismo traje que llevé a la boda de la prima de Sei? --sugirió buscando escapar del caos de su mente por un pedazo de tela.

Su hermana volteó a verlo y él temió un poco por su vida. Tragó saliva y alzó las manos a modo de defensa mientras ella le gritaba que era imposible, que si acaso se estaba escuchando y si era tan bobo como aparentaba.

--Lo siento, lo siento.

--Mmm bueno, ¿qué tal este? --tomó una de las perchas colocandola frente a él para darse una idea de cómo le iría. Él abrió la boca pero ella lo cortó con una negación --. Limitémonos al negro, plateado o gris. Tu cabello no admite otros colores --dijo arrastrándolo a otro pasillo --. ¿Y si usas chaleco esta vez? Oh, oh. ¡Una rosa en tu bolsillo del saco! Roja, por supuesto, como tu noviecito.

Chihiro se sonrojó. Le apenaba un poco hablar sobre su relación con el pelirrojo con su familia, siempre esperaban detalles o alguna anécdota de su parte pero nunca decía nada. ¿Qué podría contar? ¿Lo bien que besa? ¿Todas las cursilerías que hacen o dicen? ¿Las veces que se insinuaron el uno al otro? Definitivamente su mente no estaba preparada para siquiera formular una oración al respecto.

Pensó en lo que Kyoya decía. ¿Una rosa roja? ¿A Sei le gustaría?

--Uhg seguro estás pensando en él, qué cursi --fingió asco y colocó otra prenda frente a él --. Este gris es bonito ¿qué dices? --lo miró y antes de que él pudiese procesar las palabras, ella chasqueó la lengua --. ¿Sabes qué? Pruébatelo, así me sacaré las dudas. Vamos, vamos.

Lo empujó a uno de los probadores y él suspiró rogando por paciencia a los cielos. Se miró en el gran espejo haciendo una mueca antes de comenzar a vestirse. Mientras lo hacía, su móvil sonó y sin pensarlo mucho se lo tendió a su hermana que esperaba fuera para que contestara, creyendo que se trataría de su madre. Pero no.

--Oh, Seijūrõ. Ha sido un tiempo --el peliplata se congeló en su sitio --. Espera, lo pondré en alta voz. Ya.

--¿Estoy interrumpiendo un tiempo familiar? --preguntó Akashi al otro lado de la línea.

Kyoya se apoyó en el marco de la puerta del probador sonriendo divertida imaginando la expresión de su hermanito.

--No exactamente, Chihiro me pidió que le ayudase a elegir un traje para el Baile y eso --explicó --. Hermanito, ¿no saludarás a tu noviecito? --tendió el aparato cerca de la cortina para que el chico pudiese hablar.

--H..hola Sei... --logró articular con las mejillas sonrosadas.

--Hola, amor --dijo Seijūrõ menos avergonzado, quizá por no estar frente a frente --. ¿Encontraste algo que te guste?

--Mmmno... tú no estás aquí... --se mordió la lengua. No pudo evitarlo.

Oyó a Kyoya contener la risa inútilmente y comenzó a pensar en cómo salir corriendo de allí.

--Por dios --rio Akashi --. Me sonrojé, espero estés contento.

El sólo imaginarlo hizo sonreír a Chihiro.

--No puede ser. ¿Por qué son tan cursis? Mayuzumi Chihiro, sal de una vez, quiero verte --dijo Kyoya apurándolo.

El peliplata suspiró antes de salir del probador con el traje puesto. Miró a su hermana en busca de aprobación y ella se acercó a observarlo de todos los ángulos posibles mientras que respondía a las preguntas de Akashi acerca de su trabajo y vida en general. Tras hacerlo girar, asintió.

--Seijūrõ, creo que hemos hallado el traje perfecto. Como me entere que ese día no babearás por mi hermanito, tendremos un problema ¿me oyes?

Chihiro quería morir oyendo la risa de su novio y viendo la sonrisa burlona de su hermana mayor. ¿Desde cuándo se pusieron de acuerdo para avergonzarlo?

--Te prometo llenar una cubeta con mi baba ese día, Kyoya.

Decidió meterse en el probador para quitarse esa cosa e irse de una vez por todas a su casa. Escuchando la conversación fuera no pudo evitar percatarse de que estaba a punto de cumplir un año de haber conocido a Akashi Seijūrõ. Realmente, el año le pasó muy lento. Sentía como si hubiesen sido once años en lugar de once meses. Había cambiado mucho desde entonces: tenía amigos, novio, estaba a punto de embarcarse en una nueva etapa en su vida y su autoestima había subido considerablemente.

Observó su reflejo en el espejo y sonrió. Inesperadamente, era feliz siendo quien era.

●○●

aaaaaa;;

falta poco, falta poco

gracias por leer!

cuidense mucho♡
love u

SweetAngelIntheDark

shyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora