Se sentó junto a él, guardando cierta distancia, y esperó a qué Bastien le mostrara lo que había comprado. El azabache sonrió, mientras abría la bolsa, sin mirarla.
—¿Por qué te pones nerviosa cuándo estoy cerca? ¿Te sigo causando miedo?
—N-No, no es que seas tú... Los hombres me ponen nerviosa.
—No te he visto nerviosa cerca de Gillian.
—Es que él es divertido, y... Y n-no es el director de la clínica.
Giró su cabeza al escuchar aquello, y dejó la caja con su cena de lado, para mirarla.
—Entonces, te pones nerviosa porque de cierto modo ¿soy tu jefe?
Ella asintió con la cabeza, negándose a verlo a los ojos.
—Pero cuando venías a mi casa no te ponías de éste modo. ¿Por qué mejor no eres sincera conmigo? Somos amigos, Kim, puedes confiar en mí.
—Em, sí... Supongo que sí.
—¿No me ves como tú amigo? —sonrió divertido.
—Según Luke, podrías adoptarme —sonrió recordando al niño.
La tomó del rostro con una de sus manos, y lo giró, levantándolo suavemente para que lo mirara.
—¿Sí? ¿Ahora quieres ser la hermana de Luke? —sonrió mirándola a los ojos.
—¡N-No! No soy una niña.
—No, eres una mujer —pronunció ronco, acercándose a sus labios—. Una mujer hermosa —susurró antes de besarla.
Sorprendida, Kim le correspondió, tomándolo del rostro, sintiendo como él rozaba su lengua con la de ella, en un movimiento suave.
Sintió un cosquilleo en su vientre, y el aroma a su excitación, y lo que él le estaba causando, la hizo ronronear suave, tímida. Bastien se separó de su boca un momento, antes de volver a besarla, con más ganas, bajando sus manos por el delgado cuerpo de ella.
Kim, sin dejar de besarlo, se subió encima de los muslo de él, sintiendo como las manos de Bastien se posaban en su cintura, bajando hacia su trasero, para apretarlo entre ambas manos, haciéndola jadear.
Y cuando el azabache intentó levantarle la camiseta, las manos temblorosas de ella se lo impidieron. Y Bastien la observó confundido.
—¿No quieres?
—S-Sí, pero... P-Pero no quiero p-perder mí pasantía.
Respiró profundo, intentando controlarse, porque si que era difícil en ese momento. No era lo mismo que estar con una humana, la reacción de una hembra de su especie, era más... Fuerte, natural.
Era el instinto de ambos reaccionando al otro, entenderse sin necesidad de hablar.
—Kim, olvídate del trabajo ¿Sí? No estamos en la clínica, somos Kim y Bastien fuera de ella. No hay ningún tipo de relación profesional ahora.
—S-Sí...
—¿Quieres estar conmigo? —volvió a preguntar, subiendo sus manos hacia su espalda.
Ella asintió con la cabeza, y volvió a besarlo, dejando que Bastien le quitara la camiseta.
—Hermosa —ronroneó ronco, bajando a sus pechos, quitándole el brasier para poder probarlos, apretarlos suavemente.
La jovencita cerró los ojos, mordiéndose el labio inferior, dejándose llevar por aquella deliciosa sensación, que Bastien le causaba cada vez que succionaba sus pechos, los mordía o lamía.
Y él deslizó una de sus manos por el vientre de ella, metiéndola dentro de su ropa interior. Con la punta de sus dedos, acarició suavemente entre sus labios mayores, provocando que Kim gimiera, tomándolo de los hombros.
La tomó del rostro con su otra mano, y volvió a besarla, antes de acariciar entre sus labios, sintiendo lo mojada que estaba su intimidad, lo preparada y ansiosa que estaba para él.
...
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Jajaja es mentira 🙈 es que después me regañan por hacer cosas así 💔 además, ya estamos por terminar ❤️❤️
Eso sí, no creo que haya más libros de bestias por el momento 😢
