Te Tendré de Nuevo |Dylan O'Brien|

19. Es la guerra.

Dylan.

Me encontraba con el señor Nathan y con Megan en su oficina. Hablaban sobre el supuesto compañero que contrataran.

El señor Nathan desconfiaba un poco de la persona que estaba describiendo Megan y ella lo notó.

—Dígame… — se acomodó en su asiento Megan — ¿Dylan tiene demasiada experiencia?

Él me miro. Yo pasé duro.

—Digamos que estaba en prueba cuando estuvo trabajando para otro señor. — volvió a mirar a Megan. Esta vez ella me miró.

—¿Con quien estuvo trabajando? — preguntó.

Bien. Creo que era mi fin, pero si quiere jugar de esta manera. De acuerdo, yo puedo jugarlo.

—Con la familia Posey — respondí y sonrió maliciosa.

—Señor Nathan. — él solo la miró — me gustaría hablar a solas con el joven Dylan.

—Por su puesto — él salió de su oficina. Ella se levantó y se acercó en donde me encontraba.

—Vaya que el mundo es tan pequeño — dijo sonriente.

—Demasiado que no me sorprende. — ella no quitaba la sonrisa.

—¿Y qué piensas hacer? Todo ya esta hecho — retrocedió unos pasos. Me tensé. —Sé que andas detrás de Grace cuando te enteraste de que ella no estaba muerta.

No me sorprendía en absoluto.

—¿Y te molesta? — ahora fui yo quien me acerqué — no solo ando cuidando las espaldas de Grace — admití — también la de su familia, aunque ya no trabaje con ellos. Tengo que hacerlo.

—Pueda que los cuides, pero dime… si eres tan buen guardaespaldas ¿Cómo se te pudo escapar de las manos esta Grace? — puso un dedo en mi pecho. Apreté mis puños y ella lo notó— ¿Crees que te tengo miedo?

—No, pero sé que lo que hice con Grace fue un error. Debí ser más cuidadoso. — quité su dedo. — Y yo sé que aún tengo tiempo para que ella descubra la clase de persona que eres.

Carcajeó. — Según tú ¿Quién soy yo?
Yo esbocé una sonrisa.

—Una ladrona— me mira cínica—¿Crees que no sé que planeas robarle al señor Posey? ¿O qué también esto de la boda fue para hacer el toque final de tu poder de poseer la riqueza de está familia? — se sorprendió y borró la sonrisa de su rostro.

—Bien. — se reincorporó— si quieres jugar de esta manera. Adelante, lo gozaré demasiado.

—Al igual que yo — le dije a un par centímetros de su rostro.

—Entonces es la guerra. — me miró de arriba abajo. — le diré al señor Nathan que aceptaste la idea de tener un compañero. — me guiñó el ojo.

—Hazlo. No me molestará en absoluto. — le sonreí hipócritamente.

—Bien.

Se retiró y yo solté una bocanada de aire. No sé si pueda ganar esto. Cuando entró el señor Nathan, salí de su oficina y fui al baño. Cerré los ojos por un momento.

Inicio del Flashback

Me había ofrecido en acompañar a mi padre y a Esther a ir comprar la despensa.

Estábamos guardando un par de bolsas en la cajuela. Miré que mi papá se detuvo en seco.

—¡Papá! ¿Qué ocurre? — lo miré que estaba pálido y yo estaba intranquilo.