Te Tendré de Nuevo |Dylan O'Brien|

25. Iré a buscar a Grace.

Megan.

Me dirigí a la cocina en busca de la chica de los ojos azules. Solo estaba una de ellas y decidí ir a una de las habitaciones.

Al estar por el pasillo. Decidí buscarla. Al girar la perilla, la puerta se abrió de inmediato y para mi sorpresa era la chica, pero alguien más gritó mi nombre.

—¡Megan! — me giré sobre mis talones. Era Grace.

Yo solo me relajo al verla.

—Con permiso señorita Megan. — dijo Kaya y se retira con pasos apresurados.

Grace se acercó y entramos a su habitación.

—¿Qué pensabas hacer? — se cruzó de brazos.

—Solo estaba buscando a Kaya. — le dije indiferente — por favor Grace. Deja de estar de paranoica.

—¡No lo estoy! A veces me haces dudar por tu forma de ser. — se sentó en la orilla de su cama.

—Solo tú decides en quien creer. — me giré para abrir la puerta. — solo ten en cuenta a quien elegirás por enemigo Grace. — la miré por el rabillo de mis ojos. Se levantó.

—El día que descubra todo. Sabré y va a ser la mejor decisión de mi vida sin importar el lado que quiera escoger. — yo solo sonreí.

—Pobre Grace. Tan ilusa. — me retire de su habitación.

Me fui a mi habitación. Las palabras que le dije tal vez no la convencieron y era de esperarse, pero lo que tengo preparado la va a convencer. Verá que Dylan  no es quien ella creer.

Al entrar. Recibí una llamada de Joseph.

—¿Sí?
—Llegó un chico y… — lo interrumpí.

—Dile que se vaya al diablo. — le dije molesta.

—Pero…— nuevamente lo interrumpí.

—¿A caso le dijiste lo de siempre?

—Así es, pero al parecer él tiene una información valiosa. — mordí mi labio.

—De acuerdo. — solté un suspiro. — iré hablar con él. Llévenlo donde siempre. Yo ahorita salgo de inmediato.

—Ok.

Terminé la llamada. Lo que me faltaba. Un idiota que se cree muy valiente piensa venir amenazarme.
Tomé mis cosas y llamé un taxi. Y después del largo trayecto. Bajé y pagué. Entré al edificio y me dirigí a un departamento que tengo en renta.

Solo esperaba al imbécil. Hasta que escuché el timbre. Un chico moreno apareció.

—Me imagino que eres el tarado que quiere hablar conmigo. — entrecerré mis ojos y él solo sonrió.

—Llámame como quieras, pero déjame decirte que yo sé tus planes. — se pasó sin mi consentimiento y solo cierro la puerta.

—¿Según tú cuáles son? — me crucé de brazos. 

Ya me he encontrado tipos como él. Amenazándome. Así que él no es el único en la lista.

—Por favor. Vigilas a los Posey… sé que planeas robarle. — yo solo le miro seria. — Acabo de acertar ¿cierto? — él nuevamente sonrió — estoy aquí porque tal vez pueda ayudarte.

—¿Y yo para qué necesito tu ayuda? — me crucé de brazos.

—Megan… ¿Cierto? Tal vez tenga algo en común con esa familia. — se acercó donde me encontraba parada — puedo servirte de mucho. Yo tengo contacto muy cercano a ellos.