Te Tendré de Nuevo |Dylan O'Brien|

22. Invitado especial.

Dylan.

Estaba en la empresa con Andrew afuera en los costados de la puerta de la oficia del  señor Nathan.

Era un milagro saber que Andrew no ha dicho ni una sola palabra desde que llegamos. Era un alivio. Mi móvil interrumpió mi concentración.

—En un momento vuelvo — le dije a  Andrew.

—¿A dónde vas? — me preguntó curioso. No confiaba en mi y lo entiendo porque es exactamente lo mismo que yo pienso de él.

—Al baño. — él solo se encogió de hombros.

Me dirigí al baño, no si antes mirar a mis lados para ver si no aparecía Andrew. Entré rápidamente.

Saqué el móvil. Era un mensaje de Tyler.

Amigo. Ya aceptó nuestra cita a la hora que acordamos.

Sonreí.

Perfecto. Nos vemos en la noche.

Lo envié y guardé rápidamente el móvil. 

Al parecer las cosas marchaban bien, aparentemente aunque debo admitir que me era extraño. Hace días que no he podido hablar con Grace. Hoy tiene el encuentro con Gloria.

Al salir me encontré con Grace en los pasillos. Y se asombró al verme.

—Hola… — me sonrió

—Hola— también le sonreí.

—¿Sabe dónde está la oficina del señor Cody? — fingió voz seria. Ya que pasaban algunos de los empleados.

Tuve que seguirle la corriente.

—Sí. Yo la llevo con gusto. — dije

—Gracias — le cedo el paso y una vez más agradeció. Giramos a nuestra izquierda para ir a la oficina de su dichoso marido.

Nos detuvimos en la tercera puerta que se encontraba en el lado derecho.

—Es aquí. — ella me miró y luego por los pasillos.

—Luego hablamos — dijo entre dientes y entró a la oficina. Suspiré.

[…]

El resto de la tarde transcurrió normal. Mi móvil vibraba mucho. No podía poner en excusa el baño. Así que tuve que hacerme la idea de ignorar los mensajes hasta que me desocupara por completo y sobre todo que no estuviera este idiota.

Grace.

Le dije a Cody que no me esperara en la hora de la comida porque había entrado a un club de lectura, que obviamente no era eso. Era la reunión que organizó Dylan con mi amiga.

Cody dijo que no había problema. Traje a Erik para no levantar sospechas aunque dentro de mi sentía que Megan me estaba siguiendo o incluso vigilándome.

Al llegar a la dichosa cafetería que a su vez tenía una pequeña biblioteca. Entré y me senté cerca de un rincón del lugar. Esperando a Gloria. Miré mi móvil hasta que escuché que alguien me llamo por nombre. Asombrada la invité a que se sentara conmigo.

—Y bien. ¿Estás lista para saber un poco de tu pasado? — dijo un poco entusiasmada.

—Créeme que me aterra un poco la idea. — le confesé.

—Tranquila. Verás que no es tan malo…  — si eso dice.

—De acuerdo. Te escucho. — me acomodé en el asiento.