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Los relámpagos y truenos repentinos tomaron a Atsuki por sorpresa. Él le tenía cierto temor a las tormentas, en especial a los rayos. Por el resto de la clase de matemáticas realmente no se pudo concentrar. Tan sólo miraba a su cuaderno y a la profesora repetidas veces, deseando que su asiento no fuera al lado de la ventana.

ー¿Hay algún problema, señor Atsuki?ーLa profesora llamó su atención. No parecía demasiado molesta, a pesar de que tenía un tono de voz algo serio.

ーEh..bueno, es que..ーcuando estaba por continuar su oración, un rayo que había caído muy cerca de allí lo interrumpió. Se sobresaltóー..está lloviendo muy fuerte.ーTerminó apenas se le pasó el susto.

Esto era una sorpresa para todo el salón. Atsuki no se veía como una persona que se aterraría así como así.

ーTienes razón, estaba tan concentrada en la lección que no me di cuenta ーla joven se aproximó hasta una de las ventanasー ojalá que escampe pronto. ーSuspiró. En el momento en el que iba a girarse, vio el reloj de la clase y se sorprendióー. Qué distraída soy, no me di cuenta que ya estábamos a un minuto de acabar la clase.ーLa profesora se apresuró hacia el escritorio y recogió sus cosas con apuroー. Tan solo procuren repasar la lección inicial de hoy con los ejercicios del libro, supongo que esa será su tarea.ーAntes de retirarse, miró en la dirección de Shohei, quien como era de esperarse seguía profundamente dormidoー. Ya verás lo que te pasará mañana...ーPensó, mientras que abría la puerta para retirarse.

Como era el primer día de escuela, la hora de descanso y de almuerzo empezaba algo temprano. Esto sería bueno para la mayoría de los estudiantes, pero para nuestros protagonistas...diría que no lo disfrutarán tanto.

Nao miró a Kuruto, quien parecía estar asustado por lo que sea que el profesor tenía planeado para ellos. Ambos se colocaron de pie e inconscientemente caminaron hasta Shohei.

En lo que estaban a punto de despertarlo, Tamon llegó como un relámpago a detenerlos.

ーSerá mejor si yo lo hago...ーDijo, suspirando, y procedió a llamar su atención gentilmente. Tras muchos intentos, por fin mostraba señales de haberse despertado.

ー¿Tamon...? ¿Qué cress que haces?ーpreguntó entre dormido y despierto, con cabellos despeinados tapando partes de su rostro.

El chico se alegró. ¿Cómo era posible de que Shohei recordara su nombre, aún cuando raramente habían intercambiado palabra? Más aún, la manera en la que le habló era algo familiar. Esto le hacía sentir feliz, y como si fuera un milagro, Shohei no había reaccionado de una manera brusca a su acción.

ーEh...lo siento, sólo quería recordarte que las clases de matemática ya acabaron y que debemos de ir a la sala de maestros a hablar con el profesor Takagi.ーTamon informó en un tono de voz algo más confiado. Esperó por su respuesta, al mismo tiempo que Minpha y los demás se acercaban a ellos.

Cierto, el tal profesor quería vernos...ーShohei recordó, peinándose con las manos y levantando la cabezaー. Qué estupidez. Tengo que interrumpir mi descanso para ir a escuchar otro sermón más, ¿acaso no es una tontería?ーPensó en voz alta. Se puso de pie y se dio cuenta de que Aki se mantenía sentado en el pupitreー. ¡Oye, rubio!ーgritóーNo me haré responsable si no vienes. Apúrate y ven aquí.ーSe dirigió hasta la entrada de la salida, acompañado de los demás chicos.

Aki parecía inseguro, como si tuviera miedo de oír lo que Takagi tenía que decir. Pero, ¿por qué tendría necesidad de sentirse así? Hace menos de dos horas había tomado la iniciativa de desafiar al director en su propia conversación. ¿Acaso le temía más a un profesor jovial, que no llegaba a ser más de seis años mayor que él, comparado a un señor de sesenta años que la mayoría del tiempo tenía una mirada fría? No era eso. Él no soportaba las discusiones, mucho menos cuando eran tan tensas como la que había tenido hace no mucho con el director.

En el momento en el que se atrevió a participar en el alborotado diálogo, le temblaban los dedos y su corazón latía a un ritmo veloz. A pesar de su miedo sintió que debía de tomar acción. Realmente le parecía que las palabras del señor eran injustas e irrazonables.

Pero esta situación era diferente: Aki no sentía que era una obligación ir a enfrentar a su profesor. No consideraba que debía de poner sus nervios en juego con el sólo propósito de escuchar los consejos o regaños de alguien que no le llevaba ni diez años.

¿Por qué debería de hacerlo?

ーOye,ーShohei colocó su mano en el hombro de Akiーdeja de hacerte el que no escucha. Ven rápido o te lanzo hasta la oficina.

El rubio le dirigió una mirada vacilante a el alto chico, pero por fin se colocó de pie.


Si no están aquí en diez minutos los iré a buscar al salón.ーTakagi pensó, nervioso y con una mente llena de preguntasー. ¿Qué les diré? ¿Debería ser muy estricto? ¿Sería apropiado asignarles la limpieza del salón para hoy? ¿Cómo se lo tomarán?ーCuestionó muchas veces lo que diría, mientras que al mismo tiempo trataba de calmarse.

Por lo general Tobio detestaba tener que regañar a las personas. Evidentemente, si quería ser maestro debía de acostumbrarse a esto, pero prefería evitarlo cuando fuera posible. Lo que es peor: él ni siquiera estaba de acuerdo a la ideología de la escuela o del director. La única razón por la cual les había llamado la atención a los diez jóvenes era para cumplir con su "deber", pero ahora se daba cuenta de que eso había sido un error.

Era cierto el hecho de que era crucial el implementar la disciplina en estudiantes, sin embargo, ¿por qué prohibir cosas tan expresivas como la manera en la que traes el cabello o los piercings? Takagi sencillamente no lo entendía, y se rehusaba a aceptarlo.

No obstante, no le quedaba otra opción. Tenía que actuar como el profesor ideal delante de los demás maestros que a lo lejos lo juzgaban meticulosamente debido a ser un nuevo educador. Pero sólo tenía que actuar en frente de ellos...¿cierto?

Yo los metí en éste lío. Por culpa de mi ingenuidad y de seguir con unas doctrinas que ni yo mismo creo, se ganaron una reputación negativa con el director desde el primer día. Debo de hablar con ellos y hacerles entender que soy su aliado y pueden confiar en mí.ーDecidido, tenía en mente los pasos que debía de seguir para comunicarse con los estudiantes de una mejor manera.

ーCon permiso.ーNao abrió la puerta de la sala de profesores. Su rapidez sorprendió a Takagi. Todos los chicos se aproximaron a su escritorio.

ーSeré directo: como castigo por no obedecer las reglas deberán limpiar el gimnasio. Hoy. Ahora. Mientras que los sermoneo.ーDispuso, tratando de mantener un tono de voz autoritario.

Las miradas de los alumnos coincidían: todas decían "¿Estás loco?"

ー¿No me creen? Hablo en serio, ustedes han cometido una gran faltaーel profesor se volteó y observó alrededor de la sala para confirmar si los demás adultos estaban escuchandoー, y como consecuencia deben de pagar por ello. Andando, rápido.ーArrimó su silla y salió de su espacio. Caminó hasta afuera del pasillo, esperando por los chicos.

¿Quién se cree que es, ordenándonos limpiar el gimnasio el primer día de clases y por algo tan ridículo?ーChizuru pensó con molestia.

Shohei prefirió quedarse callado durante el camino. Estaba salvando las muchas quejas que tenía para cuando llegaran al gimnasio.

No les tomó ni tres minutos bajar las escaleras, ya se encontraban en la primera planta. Para llegar hasta el lugar tenían que atravesar un pasillo techado, pero a cada lado estaba descubierto. Para la mala suerte de Aki, en el preciso momento en el que atravesaban dicho pasillo un rayo cayó prácticamente a cinco metros del lugar.

El chico pegó un brinco aterrorizado y, por alguna razón, abrazó a Chizuru del susto, quien estaba a su lado caminando. Cuando se dio cuenta de esto retiró sus brazos y apartó súbitamente, sin comentar nada al respecto.



Entrelazados (Visual Kei Fanfic: Arlequin アルルカン, Pentagon ペンタゴン)Where stories live. Discover now