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—Hay que evacuarlos lo más rápido posible para así, asegurar que la mayoría de los estudiantes puedan llegar a sus casas antes de que ocurran inundaciones. Es un asunto sumamente crucial.—La profesora insistía con un aire de inquietud.

—Supongo que no tengo opción, ¿no?—El director dijo, con un tono sarcástico, acto seguido volteó sus ojos como muestra de fastidio—. Ya te puedes largar, iré al cuarto de radio para dar el anuncio.

—Está bien, con permiso...—La señora se retiró rápidamente.

—Nos quedan sólo diez minutos para comer...qué desafortunado.—Atsuki colocó su cabeza en el pupitre y miró hacia el lado opuesto de la ventana.

—Y eso que los únicos que trajeron almuerzos son Aki y Tamon.—Chizuru comentó.

De repente, la ronca voz del director se escuchó por la corneta de cada uno de los salones.

Buenos días a todos. Esto es un anuncio urgente: una tormenta se aproxima hasta la ciudad. No es un tifón, sin embargo se esperan inundaciones y lluvia muy fuerte, por lo cual me veo en la necesidad de evacuar a los estudiantes. No entren en pánico, esperen a que sus profesores les den direcciones correspondientes y obedézcanles. Es muy probable que mañana no haya clases, así que no sabemos cuándo se reanudarán las actividades escolares. Cuídense todos. Eso es todo.—El anuncio se cortó de repente.

Por algunos momentos, el salón del profesor Takagi se quedó en silencio. Nadie habló hasta que Yutori gritó algo totalmente innecesario.

—¡Todos vamos a morir!

Qué conveniente, ¿no?

Inmediatamente cuchicheos y bullas se armaron de entre los estudiantes, y algunos querían salir inmediatamente del aula.

—¡Por favor, mantengan la calma!—Takagi exclamó—Por favor, tomen asiento y sigan mis direcciones. Estaremos bien.—Aseguró.

La atmósfera se liberó de tensión y los estudiantes empezaron a cooperar con el educador. Uno por uno, tomaron sus cosas y salieron ordenadamente del salón: excepto por los diez chicos "problemáticos".

—Un momento, chicos. Quiero hablar con ustedes.—Takagi se aproximó hacia donde estaban.

Shohei quería gritarle y decirle que tenían que salir lo más rápido posible, sin embargo ésa idea se desvaneció de su mente cuando vio el rostro serio del profesor.

—Todos ustedes excepto por Shohei viven a una distancia larga de aquí, ¿no es cierto?—Preguntó con certeza.

—Sí, al menos eso creo...—Nao respondió, inseguro.

—Bien. Tengo una idea.—Se sentó en uno de los pupitres—. Sé que suena descabellado, pero considerando que probablemente hay tráfico exagerado dado a gente queriendo trasladarse, los trenes deben estar repletos de gente y es muy peligroso caminar largas distancias en estas condiciones..¿será que podrías dejar que estos nueve chicos se queden en tu casa hasta que las fuertes lluvias e inundaciones cesen?—Miró hacia el chico con nitidez.

Al principio, de nuevo, Shohei quería decir que Takagi estaba loco de remate por pedir semejante cosa. No obstante, lo pensó dos veces. Era cierti que era casi imposible caminar con tanta lluvia y viento, y el tráfico tomaría algunas horas para desaparecer. Además, no era como si sus padres se tomaran la molestia de vivir con su él, así que, ¿por qué no tenderles la mano?

—Supongo que tendré que hacerlo...—Shohei respondió, cabizbajo.

A todos les sorprendió su respuesta, excepto a Takagi.

Claro que todos los chicos no estaban precisamente de acuerdo con quedarse en la casa de un compañero de clases que acababan de conocer, como por ejemplo Atsuki y Minpha. Pero, al mismo tiempo, no tenían otra opción.

—Deberíamos tomar nuestras cosas e irnos ahorita mismo si no queremos terminar empapados. Una caminata de seis minutos basta.—Shohei aclaró.

Todos hicieron caso y guardaron todas sus pertenencias en sus maletines. Con rapidez, salieron del salón de clases y bajaron las escaleras. Cada uno agarró un paraguas de plástico que ofrecía la escuela y, con cuidado, empezaron la ruta hacia el hogar de Shohei.

Apuesto a que tendrá pósters tipo punk por toda su casa, come tornillos como desayuno y tiene dos lobos salvajes como mascota.—Taku pensó, mientras que empezaba a sentir la tenue lluvia caer sobre su sombrilla.

Seguro que tiene signos de "¡NO PASAR!" pegados en la puerta de su dormitorio.—Nao pensó, dejando escapar algunas risas.

Tan sólo rezo por que a mis padres no se les ocurra venir ahora...bueno, no tendría sentido debido al estado del clima, pero no quiero tener una pelea con ellos en frente de éstos chicos.—El chico alto pensó con preocupación, aunque, después de todo, las probabilidades de que eso pasara eran muy pocas.

Después de unos diez minutos de recorrido debido a que algunos charcos de agua se interponían en su camino, los diez jóvenes por fin habían llegado a la casa de Shohei. Para la sorpresa de la mayoría, se trataba de una casa amplia y con dos pisos. Se veía bastante pulcra por fuera.

Shohei sacó las llaves de su bolsillo derecho y abrió la puerta que destelló la vista de todos los acompañantes.

Todo estaba en orden, los muebles eran de colores pasteles grisáceos, y todos los espacios parecían estar bien adornados. Ninguna de las sospechas de nadie se habían cumplido...aunque Shohei ya estaba acostumbrado a que la gente esperara que su casa pareciera una base militar punk.

Los chicos se quitaron los zapatos a la entrada, y como pudieron secaron las gotas escasas que se esparcían por sus uniformes.

—Número uno,—Shohei entró a la sala y empezó a hablar como si los estuviera sermoneando—no pregunten sobre mis padres. Lo único que necesitan saber es que no viven conmigo.—Caminó hasta la cocina sin esperar por los demás y habló desde allí—. Segundo, aunque me considero un chef de cinco estrellas, como pueden notar hay suficiente comida, así que traten de arreglárselas para cocinar;—hizo una pausa y frunció el ceño—si me llegan a quemar la casa es una historia diferente. Tercero, el sentido común les dará para pensar que no tengo nueve futones o camas extras, por lo cual supongo que les daré algunas sábanas y cobijas y pelearán por quién pueda dormir en los muebles de aquí abajo.—Se dirigió hasta la sala nuevamente, donde la mayoría de los chicos lo esperaban—. Para finalizar, les digo que, aunque no creo que suceda, por favor no vayan a estar saliendo una y otra vez de la casa en estas condiciones. Es realmente peligroso, ni siquiera sabemos si tendremos que evacuar como resultado de la tormenta ganando potencia. Si realmente necesitan salir o necesitan algo, díganme.—Miró a todos fijamente—. ¿Entendido?

Shohei estaba lleno de sorpresas para cada uno de los chicos. En primer lugar, había aceptado que se quedaran en su casa repentinamente. Después, en vez de tener una casa que pareciera un reino de anarquía, era todo lo contrario. Finalmente, mostraba preocupación genuina por la seguridad y necesidades de todos. El dicho "las apariencias engañan" era más cierto  que nunca para todos los presentes.

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⏰ Last updated: Oct 26, 2019 ⏰

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Entrelazados (Visual Kei Fanfic: Arlequin アルルカン, Pentagon ペンタゴン)Where stories live. Discover now