Capítulo 3

7.2K 292 1.2K
                                    

Repentinamente desperté del sueño porque la puerta del cuarto estaba siendo abierta y golpeo contra la pared tan fuerte que se oyó como un disparo. Me enderecé en la cama para ver que jodidos sucedía. Con la luz del pasillo, pude ver la silueta de un tipo muy grande. Supe inmediatamente que ese era Louis. Él estaba apoyado contra la pared, y trataba de entrar al cuarto. No podía imaginar lo que sucedía con él, hasta que el olor a alcohol me llego. Louis estaba borracho. Se tambaleaba, al parecer estaba muy borracho.

Trastabillo dentro del cuarto, golpeando la puerta detrás de él. Estaba seguro que el ruido despertó a la mitad del dormitorio. Encendió la luz y parpadeo ante eso. Él se dejó caer en la cama, viéndome fijamente. Al principio su expresión era de ira, pero en un momento lentamente cambio a una de inmensa tristeza, lo siguiente que supe era que Louis estaba llorando, realmente sollozando. Incrédulo. Salí de la cama y trate de llegar hacia él, pero el extendió las manos y me grito.

― ¡NO! ¡Quédate lejos de mí!

Regrese a mi cama y vi que seguía llorando. Sabía que merecía eso. Sabía que merecía que me odiara.

― ¿Quieres que me vaya? ―Pregunte tranquilamente.

― ¡NO! ―Me grito de nuevo. El ciertamente estaba muy borracho― ¡Nunca quise que te fueras! ¡Pero de cualquier manera me dejas!

― ¿Cuándo, esta noche? ―Pregunte. Estaba confundido. ¿Cuándo lo había dejado? Yo había empacado pero aún no lo había dejado.

― ¡NO! ¡Esta mañana! ―Me gritó.

―Louis, por favor deja de gritarme. Sé que lo merezco pero son las tres de la mañana, y si sigues gritando. Vas a tener a todo el dormitorio aquí.

―Tú me dejaste. Yo quería sostenerte. Yo quería... quería... ―Y entonces se quebró y sollozo de nuevo.

― ¿Tu querías qué? ― Pregunté.

El me veía fijamente como si fuera de otro planeta o increíblemente estúpido. El parecía no imaginar porque yo estaba confundido.

― ¡Yo quería hacerte el amor, imbécil! ―Finalmente soltó.

Ahora era mi turno de estar impactado. ―Pero ¿por qué Louis? Tú no eres gay.

― ¿Cómo jodidos puedes saberlo? ¿Huh? ¿Cómo jodidos puedes saberlo? ―Pregunto beligerante.

Bueno... en eso, él tenía razón. ¿Cómo podía saberlo?

―No lo sé, Louis. Lo siento.

― ¡Deberías! ¡Deberías de sentirlo! ¡Jodiste mi vida y ahora me dejas! ¡Deberías de sentirlo! ―Dijo, con un lenguaje balbuceante, pero entendible.

―Louis, ¿Cómo jodí tu vida? ―Pregunté, ahora incluso más confundido.

― ¿Sabes de dónde vengo? ― Preguntó.

―Según como parecen las cosas de emborracharte.

― ¡Antes de eso! ― Demandó.

―No sé, Louis. No sé dónde has estado.

― ¡Ves! ¡Ves! ¡No sabes una jodida de mí! ― Dijo como si fuera un argumento decisivo.

―No, Louis. No sé. ¿Quieres decirme? ― Pregunté.

― ¡Sigma Nu! ― Dijo triunfante.

Sigma Nu era una fraternidad de chicas que había destacado por ser un paraíso para los calientes atletas. Así que él había ido a buscar sexo. Supongo que realmente debí de haber jodido su masculinidad anoche

Dormitorio de atletasWhere stories live. Discover now