—¡Puta madre!— el Emilio que tenía enfrente le dio una patada, recordándole que no era Emilio aunque se viera como él, sino que era su madre. Joaquín se sobó la pierna con un puchero—. Perdón mami, es que me sorprendió que ahora luces como E...
—Ajá, sigue hablando— a Joaquín le recorrió un escalofrío que su madre no sólo se viera como Emilio, sino que también sonara como él. Era bastante impresionante.
—¿Cómo hiciste eso?— preguntó en su lugar, no mencionando el nombre de su vecino en ningún momento. Si su madre notó su sutil cambio de tema, no dijo nada y mejor levantó la mano, mostrándole el anillo de oro brillando. —¿Fue el anillo?
—Quítamelo— hizo caso y en cuanto lo hizo, su madre volvió a ser su madre, Joaquín casi se fue de culo cuando volvió a ver a su hermosa madre frente a él como si nunca hubiera lucido como Emilio—. Ahora, pónmelo de nuevo.
Cuando su madre tuvo de nuevo el anillo en el dedo índice volvió a lucir como Emilio y Joaquín soltó un jadeo, impresionado. Porque trató de darle un sentido coherente a lo que acababa de pasar, pero no había, no había forma de que su madre se aliara con Emilio para eso y, aunque si hubiera pasado, no podrían cambiar de lugar tan rápido.
—¿Y bien? ¿Cómo quién me veo para ti?— preguntó su madre, poniendo diferentes poses graciosas que a Joaquín le divirtieron muchísimo porque seguía viéndose como Emilio.
Fue en ese momento que Joaquín vio la hora en su despertador al lado de la cama, tomó a su madre de la mano y la arrastró hasta la ventana de su cuarto, donde el verdadero Emilio había salido a tomar aire e iba con su perrita.
Ambos observaron a través de la ventana y a su madre no le hizo falta volver a preguntar para entender que, en ese momento y con el anillo puesto, lucía como Emilio Osorio. Cuando era niño, recuerda que muchas veces le habló a su mamá de las niñas que le parecían bonitas, de lo que le agradaba de ellas y hasta le pedía consejos para acercarse.
Por eso, cuando comenzó a gustarle su vecino y se dio cuenta de que tal vez no le gustaban solamente las niñas, se encerró en sí mismo y nunca le dijo a su mamá que le gustaba Emilio, porque no sabía qué iba a decirle o cómo reaccionaría ella si de repente llegaba Joaquín y le decía "Mamá, soy bisexual".
—Oh, entiendo— su mamá carraspeó y luego sonrió—. Por un momento pensé que me había equivocado.
—¿Eh?— Joaquín volteó a verla antes de fruncir el ceño porque lucía como Emilio, así que tomó su mano y le quitó el anillo, haciendo que volviera a ser sólo su madre.
—¿Creías que no sospechaba que te gustaba el hijo de la vecina?— el comentario hizo que Joaquín se sonrojara y su madre empezara a reír. —Por favor hijo, te conozco desde antes de que nacieras y era imposible no darse cuenta, además de que...
Su madre volteó a ver hacia su laptop y ahí seguía estando la foto de Emilio con el conejo, Joaquín se apresuró a cerrar la pestaña de google, pero no sirvió de mucho porque tenía una foto de Emilio con su perrita Samai de fondo de pantalla. Bufó quitando las manos de su laptop y sentándose de nuevo en la silla enfrente de su escritorio, en el momento justo en el que le entraba una llamada a su celular y Joaquín lo sacó de su pantalón para ver quién era.
Era Andrés, cosa que hizo que Joaquín frunciera el ceño confundido y aceptara la llamada.
—"Hola, ¿Ya estás listo?"— Joaquín frunció más el ceño al no entender qué pedo—. "Wey, no mames, no me digas que se te olvidó".
—¿Qué cosa se me olvidó?— volteó a ver a su madre para ver si ella sabía algo y ella asintió, haciéndole señas para decirle lo que había olvidado pero Joaquín no entendió ni así.
—"Puta madre, Joaco"— no lo estaba viendo pero estaba seguro de que Andrés se había pasado la mano por el cabello, ¿Qué tenían los chicos guapos con pasarse la mano por el cabello cuando se enojaban o se les olvidaba algo? Porque no era el primero—. "La fiesta de hoy, en mi casa".
—Ahhh, la fiesta de hoy— su mamá asintió frenéticamente. —en tu casa.
Su mamá volvió a asentir, lo que quería decir que si le pidió permiso para salir y ella si se lo había dado pero a Joaquín se le había olvidado que había fiesta y que tenía permiso.
—"Exacto".
—Ah, entonces si me acuerdo— articuló con la boca un gracias para su madre antes de continuar hablando—. Yo creí que estabas hablando de otra cosa.
—"¿Entonces si estás listo?".
—Sí. Sí, sí obvio— pero era obvio que no porque ese crop top ya estaba manchado del polvito de los cheetos que comió ayer y no podía salir de esa manera, así que se levantó de la silla, le colgó a Andrés mientras él decía que pasaría por él y corrió a su clóset para buscar lo más chingón que tuviera.
Cosa que no era difícil porque toda su ropa estaba chingona, el problema era decidir cuál iba a ponerse y, considerando que prefería que otros tomaran decisiones por él en ese aspecto, sacó dos conjuntos y los puso frente a su madre.
Pero su mamá negó con la cabeza y se acercó ella misma a su clóset para sacar otro conjunto, que se trataba de otro crop top, esta vez negro, que decía "Queen" y unos pantalones rojos pegados que seguro lo iban a hacer ver como modelo de pasarela americana.
Asintió feliz y tomó el conjunto que su madre le ofrecía para ponérselo, se quitó el crop top sucio y lo lanzó al cesto de ropa, dándole a entender a su mamá que se fuera y ella lo hizo sin poner objeción o mencionar que "Yo te cambié los pañales" como haría otra veces.
Cuando se puso el conjunto, Joaquín se miró al espejo y al leer el "Queen" en letras doradas de su crop top se acordó de la canción de Lady Gaga, pero la cambió por un don't be a drag, just be a king. Se rio de sí mismo antes de salir de su cuarto, iba a esperar a Andrés en la sala cuando le picó la venita curiosa y decidió asomarse, esta vez por la ventana de enfrente, para ver a Emilio pero no había señales de vida.
Apenas iban a dar las siete de la noche, la fiesta de Andrés era a las ocho y todo el mundo sabía que en las fiestas mexicanas no llegas hasta las nueve, que es cuando recién el ambiente comienza a ponerse interesante, así que Joaquín no entiende por qué chingados su mejor amigo iba a pasar por él tan pronto.
Se emociona de más cuando ve a Emilio salir al balcón con su perrita siguiéndolo de cerca, escucha a su madre soltar una pequeña risita y a Renata hacer una especie de "ujum" con la garganta. Ella ya sabía que Emilio le gustaba incluso antes que él mismo, pero Joaquín no tuvo que decirle nada, eso Renata lo dedujo.
—Joaquín— su madre le pone una mano en el hombro y él voltea sin ganas de hacerli realmente, porque Emilio se ve bien pinche hermoso riendo cuando su perrita se persigue la cola y él no se lo quiere perder por nada del mundo—. En el pasado, el anillo solamente era dando a las mujeres de la familia, pero yo te lo quiero dar a ti, porque sé cuánto te gusta Emilio, a mí no me engañas.
Joaquín se sonrojó y su madre puso una mano sobre la suya para proceder a colocarle el anillo entre los dedos, es entonces que se permite mirarlo bien; es de oro pero es feo, con una diseño anticuado que a la mejor en su época fue considerado elegante pero que a Joaquín le daba ganas de vomitar. Tenía una piedra en el centro que era rodeada por el anillo en un diseño extravagante y horrendo, no iba a dejar de repetir eso.
—Ya no eres un niño, Joaquín— musita su madre, diciéndolo más para ella que para él y queriendo creérselo también, le pone una mano en la mejilla y le sonríe con dulzura—. Ahora eres lo suficientemente mayor para saber qué es lo que quieres, confío en ti y en tus capacidades y sé que lo harás bien a partir de ahora.
—Gracias, mamá— Renata se ha ido hace ya un rato a quién sabe donde.
—Por eso, si lo que quieres es a ese chico— señaló hacia el otro lado de la ventana, donde Emilio seguía jugueteando con su perrita y parecía que el sol se había empeñado en iluminarlo solamente a él. Su madre tomó su rostro he hizo que la mirara para después bajar la mano hacia la suya, donde descasaba el anillo, y palmearla un poco—. Entonces ve por él.
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El rey del anillo ⨾ Emiliaco
FanfictionUn día, Joaquín recibe por parte de su madre un anillo de oro, el cual encierra un secreto, pues quien lo posea podrá convertirse ante los ojos de otro en su tipo de pareja ideal. Inicio: 13 de septiembre del 2019 Termino: 17 de julio del 2020 Conte...