e p í l o g o

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—Hazlo tú.

—No, hazlo tú.

—No, tú. Yo no puedo.

—¿Por qué no?

—Porque pertenece a mi familia y debería dárselo a nuestros hijos, ¿Qué tal que les pasa como a mí?

—El mundo será distinto entonces, no pasarán por eso.

—¿Tú crees?

—Estoy seguro, Joaco.

Se mordió el labio inferior y luego suspiró, mirando hacia el agua, luego hacia su novio, hacia el agua, hacia su novio y así al menos unas cuatro veces.

Probablemente estaba pensando en todas las cosas que podría hacer con él, es decir, gracias a ese anillo había conseguido novio, no podía soltarlo como si no significara nada para ellos, porque estaban juntos gracias a ese pedazo horrendo de oro.

Sin embargo habían tomado una decisión como pareja, y esta había que ser acatada, porque era algo que les hacía bien, no sólo a ellos, también a los demás, así que habían rentado una trajinera en Xochimilco para decirle adiós a ese anillo. Era un adiós definitivo, un adiós que arreglaría ciertas cosas.

Joaquín tomó la mano de Emilio, esperando encontrar ahí un poco de apoyo, sacó el anillo de la bolsa de su pantalón y lo miró, despidiéndose, era feo, sí, pero había pertenecido a su familia por generaciones, lo correcto sería dárselo a sus hijos con Emilio o algo así. Dios, estaba loco, se veía casado con Emilio y con hijos, ¿Eso siquiera podía llegar a pasar? Volvería a usar el anillo sí eso se lo garantizaba.

María había vuelto finalmente a Inglaterra, los había felicitado mucho porque ya estaban saliendo juntos y les pidió que la invitaran a la boda, prometiéndoles llevar a un británico guapo de acompañante, lo cual los hizo sonrojar porque apenas llevaban dos días de novios en ese entonces.

Andrés había estado muy feliz por ambos, diciendo que él siempre supo que Emilio se daría cuenta de que perdía más de lo que ganaba al dejarlo ir. Luego probaron el anillo de nuevo sobre Joaquín y fue un alivio para ambos que ahora no saliera él, sino otro chico, llamado Aidan, con el que Andrés llevaba saliendo un par de semanas.

Elaine y Nikolás habían roto, a Joaquín le parecía absurdo que terminaran, cuando habían jugado con el anillo la última vez, Joaquín se volvió Nikolás cuando Elaine le puso el anillo, y se volvió Elaine cuando Niko le puso el anillo, una y otra vez, ni queriendo habían cambiado eso. Había algo no resuelto entre ellos, pero eran ellos quienes tenían que arreglarlo.

Renata había comenzado a salir con Diego, el amigo de Emilio, a quien todos llamaban chino, y aunque a Joaquín no le había agradado nada la idea al principio, fue tierno cuando Renata quiso usar el anillo con él y Joaquín se volvió Diego durante un segundo, y con Diego se volvió Renata. Ay, el amor, incluso estaba pensando seriamente volverse cupido o algo así.

Emilio lo había presentado a sus padres, cosa que le dio mucho nervio al principio, pero luego convivió con ellos y hasta fue divertido, aunque se notaba que a su suegra no le agradaba en lo absoluto, pero hacía el intento. A su suegro le agradaba... Poquito, y eso porque sabía jugar fútbol, fue todo su tema de conversación y hasta le ofreció entrar a su equipo.

Ah, y ese mismo día, Emilio le confesó que el día que le puso el anillo para probarle que era verdad lo que decía, al principio su imagen había parpadeado un par de veces, como si no se decidiera entre la imagen de María o la de Joaquín.

Su vida iba bien, había ayudado a sus amigos cercanos con el anillo, ¿Por qué tenía que deshacerse de él? Se preparó para lanzar, pero entonces una idea fugaz le pasó por la cabeza, y como su segundo nombre es "Impulsivo", volteó hacia donde estaba su novio y le extendió el anillo.

—Ya te dije que-

—Pónmelo, en el dedo índice. Si me queda bien, entonces es mío— recitó las mismas palabras que la vez que Emilio le puso el anillo por primera vez, y eso lo hizo reír, así que tomó el anillo y, efectivamente, se lo puso.

Quería saber a quién miraba Emilio ahora que ya había pasado un mes, no habían vuelto a usarlo entre ellos desde entonces. Seguro era una chica linda.

— ¿Qué piensas? ¿Me veo sexy?— preguntó Joaquín una vez que tuvo el anillo totalmente puesto, hizo un par de poses de galán, alzó los labios como pato y luego se rio, mirando a Emilio reírse también—. ¿Parezco femenina? ¿Estoy bonita? ¿Estoy hermosa?

Emilio lo miró, intercalando su mirada entre ambos ojos antes de acercarse y darle un beso en los labios, un beso húmedo que pudo haber incomodado a más de una persona si hubieran ido acompañados en la trajinera.

Para la suerte de ambos, iban solos. Bueno, solos con el tipo que conducía la trajinera.

Cuando el mayor se separó volvió a verlo a los ojos y le sonrió, acariciándole la cara lentamente.

—Sí, eres el chico más hermoso— dijo, respondiendo a la anterior pregunta, y confirmando así, que a quien veía ahora era a él, cosa que hizo que Joaquín se sonrojara.

Una vez teniendo su respuesta, el menor volteó hacia el agua de nuevo, preparándose para lanzar lejos aquel anillo que le había conseguido tantos enredos y también tantas buenas cosas a su vida.

Le dijo adiós en un susurro lejano que se perdió cuando lo lanzó, voló por los aires un rato hasta que cayó en el agua e hizo un sonido de ploop.

Entonces tanto Emilio como Joaquín se asomaron para ver si lo veían y fue impresionante, porque el anillo comenzó a brillar aún bajando hacia el fondo, dejando un halo de luz que alejaba a los peces y que poco a poco se extendía por toda el agua hasta que fue prácticamente imposible distinguirlo.

Joaquín miró a Emilio, Emilio miró a Joaquín y en ese momento supieron que su reinado había terminado. Ya no era más el rey del anillo.

Cuando el mundo fue rociado con el anillo, todos en el mundo quedaron encantados. Todo el mundo era hermoso a su manera, todo el mundo era el tipo ideal de alguien bajo el hechizo.

Que el hechizo siga intacto durante mucho, mucho tiempo.

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¡Hola! Ahora sí, este es el final definitivo ^^ ahora todos somos el tipo ideal de todos, porque de eso se trata la trama de la historia, de demostrar que, sin importar la apariencia (y en este caso el género), todos podemos enamorar a alguien y enamorarnos de alguien, el físico es lo que menos importa y espero que sean capaces de entender eso.

Vi a muchxs, si no es que a la mayoría, diciendo que necesitaban el anillo, y a esxs quiero decirles que no, no lo necesitan, ustedes son hermosos así como son ♥.

Por último, para despedirnos como corresponde de esta historia, una pregunta: ¿A quién creen que verían ustedes sí tuvieran la oportunidad de usar el anillo en alguien?

Yo respondo: a Park Chanyeol, ese hombre me calienta más que el sol de verano 😍

Muchas gracias por leer y a ver si nos vemos en otra historia de la shipp uwu (de hecho ando escribiendo otra, por si quieren ir a ver a mi perfil 👀). De nuevo, gracias por leer y darle tanto amor a este bebé.

♡~♡~♡

El rey del anillo ⨾ EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora