t r e i n t a

901 131 39
                                    

—Entonces, ¿Olvidaste lo que te enseñé?— María movió los ojos hacia ambos lados, probablemente buscando alguna vía de escape, Emilio resopló como caballo—. Parece que no estabas prestándome atención.

—No. Sí lo hacía— sin embargo no lucía segura de lo que decía, simplemente intentaba ponerlo contento con algo—. Es sólo que no me... Gusta tanto el box.

Estaban en la casa de Emilio, donde él había tenido la idea de enseñarle Kick Boxing la primera vez, pero al preguntarle ella había dicho que no recordaba lo que le había enseñado y ahora decía que no le gustaba.

Durante la última semana, María había estado contradiciéndose a sí misma todo el tiempo, diciendo que odiaba escalar árboles cuando antes lo había hecho con facilidad, también cuando le hacía muecas de asco si le ofrecía galletas príncipes de limón o una cerveza. Muchas veces la había visto consumir eso sin quejarse, pero ahora no quería hacerlo por nada del mundo, además no quería jugar videojuegos con él como antes y miraba a todos sus amigos como si no los conociera.

Nuevamente, se sentía como sí María no fuera la misma, era normal que la gente cambiara de opinión, pero Emilio dudaba que cambiaran demasiado. Esta María ni siquiera le prestaba atención al hablar, recordaba que sentía mariposas en el estómago antes, porque María le ponía mucha atención y lo miraba como si quisiera ver a través de su alma.

Esta María miraba su celular siempre, a veces le prestaba un poco de atención, pero parecía que nada de lo que le decía le importaba. No sabía sí sería loco decirle que la sentía distinta, tal vez ella lo negaría o lo miraría raro y ya era suficiente con sentir que no lo miraba igual.

—Bien— estaban sentados uno frente al otro, como indios, en la alfombra del mini gimnasio de su casa—. ¿Qué hacemos entonces?

—No lo sé— de repente esa era la única respuesta que María tenía, porque no tenían nada en común y eso era estúpido, porque hasta hace poco parecía que tenían muchas cosas en común. —¿Tal vez ver películas?

Y de nuevo, siempre le decía que vieran películas, pero ella las elegía y terminaban viendo algo como "El stand de los besos" o "Tall girl" y sólo Dios sabe lo mucho que Emilio odió esas películas, mientras que María estaba emocionadísima por ellas.

Claro que, aunque no le hubieran gustado a él, no quería decir que fueran malas, sólo que no era su gusto personal, pero decidió que esta vez podrían ver alguna serie o documental en común, tal vez algo como "Dark" o algo así.

—¿Una serie?— María se encogió de hombros. A Emilio, María ahora le resultaba demasiado aburrida—. ¿"I am not okay with this"?

—No, no es para mí— María negó muchas veces, casi con miedo. —vi el primer capítulo y ya no quiero saber nada.

Emilio hizo una mueca. Había pasado por algo similar, duró tres días convenciéndose de que el primer capítulo no definía todo y que podría tratarse de una serie excelente. Ahora estaba en el quinto capítulo y había amado la trama, obviando que el primero no le gustó nada, simplemente era que no estaba acostumbrado a esa clase de géneros.

Pero no se había limitado a no ver la serie, aunque tuvo un bloqueo pésimo, la serie era genial y le habían encantado muchas cosas.

María siguió negando repetidamente y, aunque Emilio planeaba convencerla, terminó por desistir porque supuso que no accedería. No sabe porqué, pero Emilio no había notado que María era aburrida, aunque creía firmemente que solamente era aburrida ahora, porque antes no paraban de hablar y siempre tenían tema de conversación.

El rey del anillo ⨾ EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora