Especial Delia I

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Especial I

«Pov Delia»

~Una madre siempre sabe~

Estaba bastante enérgica batiendo la mezcla de chocolate para la torta de Misty, porque sinceramente, todavía me costaba aceptar que mi hijo no solo supiera los sentimientos de Misty, sino que además... ¡Él también lo sintiera!

¿Por qué tenía que tener un hijo así?

Quizás era hora de que le recordara unas cuantas cositas antes de que siguiera echando a perder su futuro o su presente.

¿Por qué no se daba cuenta de todo lo que se está perdiendo por elegir ese mismo camino solitario que su padre? ¿Qué hay de maravilloso en ser un hombre G-Pokémon que se me ha llevado a los dos amores de mi vida?

Uff...

Mimey rompió un huevo y lo echó a mi batido, le sonreí y seguí batiendo. Luego eché el batido en el molde redondo que tenía previamente enmantecado y enharinado, y lo puse al horno.

Me senté en la silla frente al horno y me puse a pensar en todo lo que había pasado hasta ahora.

Cuando Ash era un niño, jugaba a ser un hombre G-Pokémon como su papá. Quería ser fuerte, valiente y salvar a los Pokémon como su padre.

Después de que él nos dejó por una misión especial de la que nunca regresó... Ash empezó a no querer ser hombre G-Pokémon. Claro él no quería verme preocupada de él como su padre, ahí empezó que quería ser un entrenador Pokémon.

Ser un maestro Pokémon le era más llamativo. Viajar por el mundo, conocer criaturas nuevas y hacer grandes amigos.

Los primeros amigos de mi Ash.

Brock es como el hermano mayor de mi hijo, se notó cuando lo conocí. Su preocupación de criador, y el tiempo que estuvo conmigo en casa fue de gran ayuda.

Y Misty, cuando la conocí me pareció una niña algo misteriosa. Solía mostrarse amable y atenta conmigo pero con Ash, los veía sacarse muchas chispas. Era divertido ver aquella química en Ash. Nadie podía sacarlo tanto de casillas como Gary, y ella, claro está.

Siempre los observé sin decir nada, cuando pasaban el tiempo en la casa, ella siempre estaba ordenándole, supervisándolo, exigiéndole. Como si fuera la madre, que estaba claro que era yo, no ella.

Y mi Ash, mi Ash simplemente obedecía, o peleaba con ella obedeciéndola a regañadientes, o se burlaba de su pelirroja amiga.

Eran de esas relaciones que uno se dice, si siguen así, terminaran casados y con hijos.

Claro, siempre he visto a mi hijo como un bebé y me alegraba en cierta parte que solo se dedicara al entrenamiento, pero uno sabe que los hijos tienen que crecer.

Luego llegaron más amigos de Ash, uno más simpático que el otro, más amable que el otro... pero en ninguno veía la reacción de Ash a cuando llegaba Misty.

Esa reacción química que puede hacer explosión, como puede crear una masa homogénea de gran consistencia.

Depende con que carga anden de más, si positiva o negativa.

Todo iba viento en popa.

Misty solía venir seguido a casa, nos hacíamos mucha compañía y yo comencé a darme cuenta de lo que pasaba por su cabeza y en su corazón con respecto a mi hijo.

Bajo el Mismo TechoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz