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Te había citado a medianoche tu pareja al cuál no cuestionastes el porque,solo pidió que prepararás una canasta con alguna comida ligera.
Y así lo habías hecho y ahora estabas allí,recargada sobre uno de los árboles de cerezo esperando al pelinegro el cuál apareció unos minutos después,te indicó que tomarán asiento y así lo hicistes.Sus hombros rozaban sobre sus telas mientras observaban el cielo estrellado con algunos pétalos caer,lo observastes de reojo y te atrevistes a preguntar.
-M-Muzan....porque... -te callastes al ver como ahora te observaba con total seriedad,tragastes saliva nerviosa- Perdón -apretastes sobre tus rodillas la tela de tu floreado yukata con miedo- .
Pero luego sentistes una mano sobre tu mentón que te hizo girar tu cabeza lentamente hacia el rostro del ojirojo,tus labios temblaban tenías miedo y no sabías el porque.Hasta que sentistes una pequeña presión sobre tus labios,te había besado y eso te sorprendía un poco -bueno hasta ahorita en su relación solo se basaba en pequeños paseos y pocos abrazos- pero igual le correspondistes hasta que se separó de ti y pego tu rostro en su pecho y pasaba su mano sobre tu cabello con cariño.
-Hoy te vez hermosa -dijo muy cerca de tu oído- .
Tus mejillas empezaron a sonrojarse,rodeastes su espalda con tus manos mientras sonreías,hubieras deseado apreciar el hanami en el día pero después de todo no había sido mala día verlo en medianoche igual se veía precioso.
Douma
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Desde que habían partido al parque más cercano antes de que dieran las doce de la noche,se había comportado tan amable y caballeroso contigo incluso se tomo la molestia de cargarte como una princesa tu negates avergonzada pero el rubio te calló con un corto beso.
En todo el camino se mantuvieron en silencio mientras apreciabas de reojo aquella sonrisa que en ningún momento borró de su rostro hasta que llegaron y tomaron asiento frente a los árboles de cerezo que aun seguían desprendiendo sus hermoso pétalos,todo iba de maravilla pero te incómodaba el hecho de que estabas sobre las piernas del rubio y con una mano sobre tu cintura,que te platicaba sobre la bella noche que estaba hasta que notó tu expresión.
