Un encuentro en un lugar hostil

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Los días habían pasado entre el cielo y el infierno que parecía que la guerra entre ángeles y demonios había terminado al fin, pip había salido del cielo a visitar un pequeño pueblo que había entre grandes montañas, al rubio le gustaba visitar aquel pueblo ya que las cosas que encontraba mientras paseaba por los alrededores eran cosas artesanales y cultivadas por los mismos pueblerinos, el lugar era muy tranquilo y pacifico los niños corrían por todos lados y se escuchaban las risas de estos, mientras los ojos del rubio observaban las cosas se percató de un ambiente algo pesado para él, asustado por lo que podría pasar empezó a buscar hasta que al frente de él había un chico con una toga negra que le cubría de pies a cabeza, por el olor pip sabía que se trataba de ese chico que había visto en las praderas.

Las piernas de pip empezaron a temblar pero trato de armarse de valor para tratar de hacer que el chico se fuera del pueblo, este le siguió hasta una parte desolada del pueblo ya que eran bodegas donde la gente solía guardar la pastura para los animales.

El chico dio vuelta en una esquina y cuando pip trato de seguirle se sorprendió al notar que no había nadie.

- Que extraño creí que se había metido por aquí – pensó por un momento el rubio

- ¿Qué pasa? ¿buscabas a alguien? – dijo una voz tras de el –

Pip al escuchar la voz se asustó que se giró tropezando con algunas maderas que había y cayó encima de la pastura, Damien se quitó la parte alta que cubría su rostro y sonrió de manera divertida.

- Acaso aun te sigo dando miedo – pregunto este con un tono de burla

Pip se quejó un poco y le miro frente a él se encontraba ese chico de piel pálida, amplia sonrisa, su cabello oscuro como la noche y esos ojos carmesí intenso que incluso brillaban.

- Pip se apresuró a levantarse - ¡po- por supuesto que no! Solo me tomaste desprevenido – dijo lo último en voz baja –

- Damien se acercó lentamente la diferencia de altura era un poco notable pero aun así tenía que bajar un poco la mirada para poder ver los ojos claros del rubio - aquí el único acosador eres tú me has estado siguiendo por todo el pueblo

- Pip se sonrojó un poco – no soy un acosador pero no quiero que quemes este pueblo como el campo de flores así que te pido que te marches - dijo pip tratando de no ser intimidado por el contrario

Damien abrió los ojos con un poco de asombro al notar la acción del rubio que sonrió y se acercó imponiéndose incluso un poco más.

- Y acaso un débil ángel como tu piensa en detener al hijo de satanás – dijo Damien mientras le tomaba de la mano y le empujaba contra la pastura

Pip cerró los ojos asustado y trato de liberarse del agarre sin poder lograrlo, ante la acción del chico Damien se apegó aún más.

- Ves ni siquiera puedes mirarse y aun así piensas que puedes hacer algo contra mí – dijo Damien apretando un poco su mano

- Pip se quejó y le miró estaba rojo y tenía unas pequeñas lagrimas – yo... yo...

Damien observo cuidadosamente el rostro de este chico su cabello rubio que brillaba a pesar de ser un lugar con poca luz, su pálida piel que hacia contraste con sus profundos ojos color azul, que poco a poco se cristalizaban por las lágrimas que empezaban a salir y rodaban por sus mejillas pintadas con un leve color rojo, por impulso el chico puso su mano contrario en la cintura del rubio para poder apegarlo, pip al sentir la cercanía se puso más nervioso y puso su mano libre contra el pecho de Damien y poder mantenerlo a distancia.

- ¡basta! Tienes que irte ya te dije – pip le miraba aun con lágrimas en los ojos –

- ¿y si no quiero? – Respondió Damien

Pip frunció los labios frustrado por la insolencia del demonio pero de repente la situación se volvió un poco extraña para el rubio puesto que el contrario había cerrado los ojos y se había acercado lentamente hasta juntar sus labios con los de él, a pesar de ser un demonio pip no pudo evitar sentirse tranquilo ante el beso, Damien por su parte tenía un enjambre de dudas que invadían poco a poco su cabeza, ¿Por qué había sentido la necesidad de besar a ese ángel?

Pip sintió como el agarre de Damien empezó a soltarle pero muy dentro de él no quería que el beso terminara tan pronto, las manos del rubio se movieron lentamente por el pecho del mayor hasta que llegaron a sus hombros, Damien se percató de la acción y le apego incluso más esta vez usando ambas manos para sostener la cadera del rubio, el beso se volvía inclusive más cálido para ambos puesto que en leves ocasiones se escuchaban las respiraciones agitadas de ambos, Damien poco a poco se percató del aroma que hablaba su padre, no exactamente a flores, si no a canela... la sensación le causaba un leve picor en la nariz pero le gustaba Damien mordió levemente el labio inferior del rubio pero esto provoco que pip se asustara y rompió el beso para poder respirar y mirarle, su rostro estaba rojo al igual que las miradas confundidas de ambos los cuales se miraban sin entender exactamente de la situación.

Damien se apartó rápidamente del rubio y se fue corriendo se notaba molesto además de confundido, pip cayo de rodillas y se llevó las manos al pecho, ¿Qué era esa extraña sensación en su pecho? Pero una vez que reacciono se levantó a toda prisa y salió del lugar en busca del azabache, pero ya era tarde... este había desaparecido y había un pequeño rastro de cosas quemadas, confundido por la reacción de este pip escapo antes de que los demás ángeles notaran su ausencia, mientras tanto en el infierno Damien pateaba a cualquiera que se le cruzara por el camino mientras se dirigía a su habitación, sin embargo antes de llegar a su habitación se encontró con su padre, este parecía molesto.

- ¿Qué quieres? – dijo Damien bufando con molestia –

- Te fuiste toda la jodida mañana te dije que hoy iríamos a hacernos manicura – dijo Satán molesto ante la insolencia de su hijo

- Te he dicho que no me gusta hacer eso pudiste llevarte a cualquiera – dijo Damien cruzando los brazos –

- Se supone que pasaríamos un poco de tiempo padre- hijo – dijo Satán

- ¿tiempo padre – hijo? ¿en medio de la guerra? – dijo Damien con notable sarcasmo –

- Satán empezaba a molestarse – si ya que una vez que ganemos esta guerra no puedo lucir fatal

- Da igual – Damien siguió de largo –

Pero cuando cruzo a un lado de su padre este le sostuvo del hombro y le miró de manera furiosa.

- Ese olor de nuevo ¿Dónde estuviste? –

- Damien recordó entonces que el aroma de pip se había impregnado en el – fui... al pueblo...

- Espero hayas causado problemas – Dijo su padre soltándolo para irse

Damien entro rápidamente a su cuarto y se dejó caer al suelo, su corazón latía a mil por hora si su padre se enteraba que ese olor era de un ángel se molestaría incluso más, el azabache sabía que tenía que hacer algo antes de levantar sospechas... lo que no sabía es que alguien ya conocía su secreto...

Continuará...

Hola queridos lectores, ya se han pasado milenios pero lo siento son actualizaciones lentas y no puedo actualizar todos mis trabajos como quisiera realmente espero poder actualizar no tan esporádicamente así que espero me tengan mucha paciencia. 

Rompiendo las reglas.Where stories live. Discover now