un adiós... por ahora

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Damien había logrado escapar del regaño de su padre que prefirió evitarlo un par de días para compensar su falta le llevo a su padre un par de almas que había corrompido en medio de la guerra pero cuando todo se encontraba en paz y gobernador del pequeño pueblo había cedido un poco ante la guerra y llevado el lugar a la paz, Damien se había percatado que los ángeles nuevamente habían ganado la batalla, molesto y un tanto frustrado el azabache se dirigió al río donde normalmente el rubio solía estar pero pasadas las horas y sin rastro del chico Damien comenzó a molestarse, pero antes de marcharse se percató que Kenny se acercaba a el, el chico parecía agitado.

- ¿Qué mierda haces aquí? – Dijo molesto el azabache –

- ¿Qué no te da alegría verme? – Dijo Kenny con leve risa- ¿es por qué no soy tu novio?

- Damien gruñó – dime que quieres o márchate

- Kenny respiró profundo – perdimos nuevamente la batalla, y me vas a deber un favor por esto

- Damien le miro no entendiendo - ¿de qué hablas?

Kenny saco de su manga una pluma larga y de color blanco, confundido por aquella pluma Damien la tomó y sintió aquella esencia que lo volvía loco...

- ¿Pip? – Le miró confundido - ¿de dónde lo sacaste?

Kenny le indico que lo siguiera, ambos chicos caminaron por el bosque.

- Te noto muy interesado en el chico ¿solo quieres su alma o quieres otra cosa de él? – pregunto Kenny

- No lose, simplemente lo quiero para mí es un deseo extraño que no había sentido...- Dijo Damien mientras le seguía

- Kenny suspiró- te entiendo, quieres sentir esa cercanía, deseo, te entiendo muy bien – Dijo el rubio con un tono de leve nostalgia

- ¿lo has sentido? – Pregunto Damien

- Sí, cuando estaba vivo, conocí a un chico tan puro e inocente, pero debido a mis acciones lo perdí a él y a mis hermanos...

Damien le miro pero no dijo nada ya que habían llegado a un lugar un poco inusual, dicho lugar estaba lleno de flores y algunas plumas de ángel, incluso algunas tenían sangre, Damien extrañado por aquella escena tan extraña observaba el lugar en busca de alguien pero no había rastro de nadie más que ellos dos.

- Tengo un mal presentimiento... - susurró el azabache

Pero los chicos sintieron un resplandor que los dejo casi ciegos, ambos se apartaron del lugar para cubrirse, Damien se percató que varios ángeles llegaron al lugar seguido de Pip el pequeño se veía decaído y una de sus alas estaba lastimada, detrás de él, el gran señor estaba con ellos, no se veía muy contento.

- ¿Qué voy a hacer contigo? – Dijo el señor cruzándose de brazos

- Lo... si-siento... - respondió Pip

El señor hizo una seña para que los ángeles se marcharan dejándolos solos, Pip nervioso bajo la mirada.

- Haz cometido bastantes errores, y ahora me entero que empatizaste con el hijo del mismísimo satanás – dijo el señor mirándole

- No sé si eso exactamente lo siento – Pip bajo la mirada –

El señor se acercó a él para que levantara la mirada y sonrió gentilmente, el rubio se sintió nervioso.

- Y veo que ha venido a buscarte –

Pip se giró y observo al azabache, Damien se notaba molesto pero no sabía por qué.

Rompiendo las reglas.Where stories live. Discover now