22. Nico

783 58 144
                                    



Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ruben Darío

La nueva ligereza en mi cuerpo se siente como si la fuerza de gravedad hubiera atenuado su influencia, aunque sin entumecerme en lo absoluto, sino más bien insuflándome vigor

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

La nueva ligereza en mi cuerpo se siente como si la fuerza de gravedad hubiera atenuado su influencia, aunque sin entumecerme en lo absoluto, sino más bien insuflándome vigor. No es que de la noche a la mañana he empezado a sonreír y ser activo —aún mantengo mi personalidad— pero para los que me conocen, el cambio ha sido drástico. Especialmente para el dramático de mi compañero de habitación, quien tras corroborar que mi humor seguía «extraño» por cuatro días seguidos, me enfrenta oficialmente.

—Ya, dime qué pasó. ¿Te conseguiste un novio?

Hago una mueca mientras mis manos estiran los bordes de la camiseta de pijama hacia abajo para cubrir la piel del abdomen. Es de Juego de tronos y derivó en una disertación por parte de mi compañero cuando la vio por primera vez. Comenzó a hablarme con diligencia sobre las casas nobles hasta exponer sus razones enfáticamente fundamentadas para odiar el final. Yo le dije, cuando me taladró con la mirada en busca de opinión, que sólo quería ver cómo se destruían entre ellos.

Me dejo caer sentado sobre la cama y recojo desganadamente los papeles y libros que había utilizado para estudiar

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

Me dejo caer sentado sobre la cama y recojo desganadamente los papeles y libros que había utilizado para estudiar. Cuando conseguí un novio no se me había notado nada. Desvirgué al profesor más atractivo de la ciudad, establecimos una azarosa relación y nadie notó ningún cambio en mi comportamiento. Nada más que una desaparición por cuatro días debido a un coma etílico que dejó preocupado a mi mejor amigo. Ahora que había dejado ir a Will, recién se notaba un cambio. La luna me habló solo después de que reviviera el dolor estancado y putrefacto en el pantano de mi corazón. Todo por no haber evitado ilusionarlo. Mirar esos ojos azules y decirle que no buscaba nada serio, solo un romance adrenalínico. No había llegado ni a intentarlo. Esa idea me hace sentir culpable, pero la culpa se desvanece antes de que pueda martirizarme.

Robin continúa tanteando desde su cama, acostado de lado y jugando con el lápiz del iPad Pro que yacía en algún lugar de las arrugas de las sábanas oscuras como un cadáver abandonado en la guerra. Había escogido bien su hora para el interrogatorio, antes de dormir. O de pretender que dormíamos. Mientras las luces se mantuvieran prendidas y yo todavía no me hiciera un ovillo en mi madriguera personal, dándole la espalda.

Enséñame algo másWo Geschichten leben. Entdecke jetzt