Capítulo 1

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-Déjame, te ayudo- Ofrecí cuando mi hermano intentaba descender del camión de mudanzas con dos pesadas cajas entre sus brazos que obstruían su visión, pero como noté su oposición a mi intento de cooperación para demostrar que "él podía porque era fuerte", le arrebaté una de ellas cuando estuvo lo suficientemente cerca.

"¡Hey!" lo oí reprochar cuando me adentré a la nueva casa. Nueva casa, por favor, si parece que tan solo ayer estábamos vaciando el contenido de las cajas en Madrid. Odio tanto empezar de cero. La gente no te conoce, siempre farfulla cosas sobre los "nuevos vecinos", intentan ser amistosos trayendo un plato de comida con absoluta hipocresía y falta de ganas de hacerlo, tienes que asistir a un nuevo colegio donde siempre te observan como el bicho raro que ingresa tarde. Esto no es lo mío.

Pero Ron es un importante hombre de negocios, siempre está yendo de un lugar a otro, y como somos menores, Derek y yo, siempre acaba arrastrándonos con él a todos los distintos países que visita temporalmente para cerrar tratos y participar de los encuentros y conferencias directivas.

-Arriba están las habitaciones, elijan la que quieran- Pronunció Ron mientras se aproximaba a nosotros con prisa y palpaba cada uno de sus bolsillos en busca de algo que aparentemente lo tranquilizó cuando verificó que se encontraba guardado en su pantalón- Aquí están las llaves de la casa. Voy por una cerveza- Las apoyó sobre el pecho de mi hermano, quién debió dejar caer la caja que abrazaba sobre el torso, para lograr tomarlas y tras un portazo, ambos nos observamos sin poder creer que cobrara esa actitud siendo las once de la mañana y sin conocer siquiera dónde estaba parado.

Alcé mis cejas restándole importancia al asunto y lo ayudé a recoger las cosas que se encontraban esparcidas por el suelo.

Una mudanza siempre es difícil, denso y aburrido, pero cuando estás acompañado por la persona correcta, todo es mejor.

Sabíamos que Ron no volvería hasta dentro de unas largas horas, o quizás vuelva por la mañana si el bar le agrada, así que el resto del día fue tranquilo y relajante. Nos llevó un buen rato ordenar las cosas esenciales que ocupamos para las necesidades básicas, pero con Derek cantando y la música sonando desde el parlante de nuestros celulares, puedo decir que fue una linda experiencia.

Llegada la noche, y tras haber ordenado pizza porque el cansancio y el hambre no nos permitió darnos el lujo de esperar quince minutos para cocinar unos fideos, ambos nos vimos sentados en el suelo de lo que sería el recibidor cuando lleguen los muebles.

-¿Irás mañana a conocer al señor Deviev, el que trabaja con Ron? ¿O asistirás al colegio?

-Me gustaría tomar esta oportunidad, Deviev pidió verme exclusivamente a mí, pero sabes que papá no me dejará.

-¿Cómo que no? Si él mismo te ha ofrecido una pasantía en su empresa. Y debes ser su tema de conversación central si aquel sujeto de alto rango pidió por ti- Sus mejillas enrojecieron y una sonrisa se dibujó en sus labios mientras le daba un nuevo mordisco a su comida para disimular la eminente felicidad.

-Sí, pero a veces siento que me ve como una especie de "competencia", no lo sé. Creo que asistiré al colegio, para ver como es el instituto y el ambiente, así además te acompaño y no lo afrontas sola porque sé que te es difícil enfrentar el primer día escolar, aunque hemos tenido experiencias de sobra como para que ya te vayas adaptando y, bueno, dejaré que arreglen sus asuntos primero, antes de involucrarme.

-No lo reprocharé porque no estaría mal ver una cara conocida entre tanta gente- La sonrisa que llevaba en ese momento se desvaneció al recordar lo ocurrido anteriormente en otros colegios. Al parecer, mi hermano se percató de aquel semblante involuntario que expresó mi rostro tras recapitular aquellas feas situaciones vividas.

-¿Qué sucede?

-Nada- Llevé un trozo de pizza a mi boca, intentando actuar con naturalidad para que confiara en mi palabra, pero desafortunadamente, él me conocía muy bien.

-Escucha, Indi- Alejó la caja que estaba entre nosotros para arrimarse a mi lado con mirada penetrante sobre mis ojos- Yo sé que esto es un nuevo comienzo para ambos, y es una mierda, pero sigues siendo mi hermanita menor y te voy a defender con dientes y garras, de lo que sea, no me importa mi reputación.

-Derek...

-Hablo en serio, voy a seguir cuidándote, seguiré a tu lado pase lo que pase, nunca lo dudes.

-Prométeme que a pesar de las peleas que podamos llegar a tener, los amigos que lleguemos a hacer o las personas con las que lleguemos a salir no se interpondrán entre nosotros, prométeme que éste lugar no va a cambiarnos, dime que seguiremos siendo los que éramos, que nos mantendremos unidos como lo hemos hecho todos estos años.

-Linda...- Susurró mi hermano con una sonrisa armada en su rostro como si fuese algo obvia la respuesta, sabía que lo era, pero necesitaba quedarme tranquila, oírlo de él mismo.

-Prométemelo.

-Te lo prometo, te lo juro, no tienes de que preocuparte- Tendió su mano, con únicamente el meñique levantado y tomé el suyo con fuerza. Me sentí de alguna manera más tranquila, como si me sacase algún peso de encima.

Los últimos días en nuestra antigua ciudad habían sido de locos, las discusiones entre nosotros eran constantes, Ron me gritaba sin parar y él no hacía nada para evitarlo, sólo se quedaba sentado observándolo o más bien matándolo con la mirada aunque no servía de nada eso ya que sus agresiones seguían llegando a mí igualmente. Cuando por fin se lo reclamé, y no es porque necesite a alguien que me defienda, sino que si lo llegaba a mirar acabaría con un golpe en la mejilla y a él no se atrevía a tocarlo, me respondió que "necesitaba cuidar su reputación, hacer buen pié con papá para que no lo corran de la empresa". Esa fue la última vez que hablamos, hasta recién, me alegraba tener a mi hermano mejor amigo de vuelta.

Dangerous ManWhere stories live. Discover now