Capítulo 2

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El despertador chilló con fuerza junto a mi oído, señalando las 06.30 am. Me erguí con flojera para callar aquel sonido que parecía un taladro y así dejarme caer nuevamente entre mis almohadas.

-Si no quieres llegar tarde tu primer día, levanta tu trasero ahora mismo de esa cama y comienza a prepararte- Ordenó Derek desde la puerta de mi habitación, en un tono bajo para que no lograra oírlo Ron. Le arrojé una de las almohadas sobrantes y pude escuchar como reía mientras bajaba a desayunar.

Volvemos a la rutina.

Caminé hacia el baño que tenía en mi habitación para cepillar mis dientes y arreglar mi cabello. Agradecía tener uno propio, en mi antigua casa teníamos solo uno para todos. Era horrible. Solía llegar tarde al instituto por esperar Derek, quien tardaba exactamente una hora y diez allí dentro, no quería siquiera imaginar que lo demoraba tanto.

Luego de tomar mi bolso, pasé por la cocina para recoger una tostada y un vaso de café instantáneo, yendo con el bocadillo entre mis dientes hasta la parada del autobús.

-¿Podrías comportarte como una persona normal y comer bien? Me avergüenzas- Burló mi hermano, me limité a sonreírle cínicamente mientras guardaba las llaves dentro de mi mochila y daba el primer mordiscón al pan tostado.

-A mí me avergüenza que escanees a las chicas detenidamente de arriba a abajo mientras vamos caminando y no me quejo- Rió entre dientes para tomarme por los hombros y detener el autobús- ¿Sabes? Si me abrazas de esta manera, jamás conseguiré novio, los espantarás a todos.- Noté como revoleó sus ojos y dobló levemente la comisura de su labio.

-¿Por qué crees que lo hago? Anda, sube.- Después de tanto insistir, finalmente dejé que pagara mi boleto también, pero no por querer ahorrar, sino porque se ponía realmente insoportable cuando quería algo y yo se lo discutía.

El viaje duró más de lo que especulaba, entre que se detenía en todas las paradas que parecían estar a solo una cuadra de distancia una con la otra y que los semáforos que pasábamos estaban todos rojos, habremos tardado casi cuarenta minutos y si no mal recuerdo, google maps indicaba que estábamos a solo quince o veinte minutos de distancia.

Al llegar, el director nos recibió de una manera muy agradable dentro de su oficina, donde nos entregó un papel a cada uno con nuestras respectivas clases para luego acompañarnos hasta nuestros casilleros. Reí interiormente notando que aquel gesto de amabilidad solo lo tenía porque somos los hijos de uno de los ejemplares millonarios del país, de hecho, su rostro lucía exactamente igual al grinch.

Mi hermano me dijo que me esperaba en la puerta de la cafetería para así acompañarlo para inscribirse al equipo de fútbol. Odiaba la idea de que haga la prueba para entrar, ya que si lo logra, pasaré a ser la "hermana del candente futbolista" porque tiene su belleza Derek, pero aunque me suene patético, no podía arruinar su futuro solo por mi estúpido egoísmo, él realmente era buen jugador así que asentí con seguridad recibiendo un beso en mi mejilla para quedarme sola luego. La campana sonó indicando el comienzo de las clases. Suspiré algo nerviosa mientras guardaba mis cosas dentro del casillero y tomaba un anotador para dirigirme al aula.

Me tocaba el aula 40, bien, frente a mí estaba la 16 así que imagino debe estar en el segundo piso. Subí las interminables escaleras para notar que allí estaban de la 20 a la 37. Demonios. Un piso más. Solté un suspiro mientras giraba vagamente para regresar a las escaleras, cuando choqué a una persona que venía caminando justo detrás de mí, provocando que las pertenencias que llevaba entre sus brazos se desparramaran a lo largo del suelo.

-Lo siento- Exclamé nerviosa- Lo lamento, iba distraída yo... no te vi- Me agaché para ayudarla a recoger sus cosas, cuando me di cuenta de que me había quedado paralizada como una idiota mientras ella juntaba todo sola.

Dangerous ManWhere stories live. Discover now