(bnha y tú / bnha x oc)
(mha y tú / mha x oc)
Kogarashi (凩): el viento frío que nos hace saber de la llegada del invierno.
"Ambas, opuestas como el orden y el caos, han estado juntas en las buenas y en las malas, entrar en la academia de sus sueños...
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—Es...
—Irreal —finalizó Lizbeth—. No puedo creer que esto esté pasando.
Frente a ambas chicas yacía la academia U.A., una academia en donde estudiantes aprendían y entrenaban para convertirse en héroes, esta se encontraba clasificada como la #1 en formación de estos, siendo considerada como la academia de héroes más prestigiosa de Japón e incluso del mundo.
La chica de largo cabello castaño corrió hasta la puerta principal y puso su mano contra esta. Su amiga suspiró y aceleró el paso para alcanzar a la joven.
—¿Por qué tanta emoción? Vinimos hace 2 semanas. —mencionó Chloë al ver la tonta e inusual sonrisa de su amiga.
—Porque ahora vendremos todos los días. —deleitó la joven.
—Ajá bien, ¿planeas abrir la puerta o esperamos a que llueva?
Lizbeth rodó la vista y entró junto a su amiga a la que ahora sería su nueva escuela.
—Huh... Este lugar está desierto. —soltó la de ojos marrones al ver la ausencia de cualquier ser vivo en el lugar.
—¿Qué hora es? —le cuestionó Chloë con sospecha a su compañera, la cual sacó su celular para confirmarle el horario.
—Las 8:00.
—¡¿8:00?! ¡Te dije que empezábamos 8:25! ¡¿Te esperabas que hubiera gente a esta hora?! —replicó la joven estudiante, alzando la voz.
—Pensé que todos estarían más entusiasmados por venir —rió la otra—. Pero ahora podemos recorrer el lugar mientras hacemos tiempo.
—No, olvídalo. Vamos a ir a clase y dormiré hasta que empiece, ni un minuto menos.
La de pelo corto y castaño tomó del brazo a su amiga y la empezó a arrastrar por los corredores que asumía llegaban a su salón correspondiente. Se podría decir que recorrieron toda la institución antes de llegar a la condenada clase que Liz aseguraba habían pasado mil veces ya. Una vez abrieron la puerta con las claras letras rojas que leían 1-A, la de pelo largo corrió hasta la cuarta fila contra la ventana y se sentó en el último asiento.
—¿Por qué siempre te sientas atrás del todo? —le preguntó su amiga quién se instaló en el pupitre frente a ella.
—Soy alta y no quiero que me griten.
—No puedo identificarme con eso. —fueron las últimas palabras de Chloë antes de cruzar sus brazos sobre la mesa y usarlos como almohadas.
Para ese entonces ya eran las 8:15 y Lizbeth miraba por la ventana con una sonrisa dibujada en su rostro al ver cómo estudiantes empezaban a llegar. En ese momento la puerta se abrió.
