Más que un Omega. [CREEK FANFIC]

18

CRAIG Y SU NOVIO

Luego de ese extraño día de sinceridad entre él y sus amigos, Craig regresó a sus clases.

Las lecciones finalizaron sin pena ni gloria para él; simplemente había sido otra día de no poner atención genuina al pizarrón porque en su cabeza había otros pensamientos.

Después, a la hora de la salida, el Omega optó por una larga caminata hacia su hogar en lugar de pedirle a su madre que fuera por él. Por alguna razón, andar por las heladas calles en solitario parecía lo mejor en esos momentos.

Craig Tucker tenía muchas dudas desde el día anterior: ¿cómo podía detestar y querer a una persona al mismo tiempo?, ¿había más cosas que le estaban ocultando?, ¿y si Tweek sólo quería usarlo?, ¿de verdad era posible estar con él toda la vida?, ¿de eso se trataba ser un Omega?

Durante el almuerzo de ese día, en donde su grupo de amigos se había enterado de la verdadera casta de Tweek y además de la unión especial que tenía con este, en el ambiente se sentía una clara tensión.
Aunque Clyde había tratado de ser divertido, Craig no se había reído en ningún momento.

Él seguía tenso y confundido.

Incluso si dejaba de lado la situación de Tweek como Alfa, quedaba lo otro: tenerlo como su destinado sonaba a todo lo que había querido desde hacía un par de meses, pero ya no sabía qué creer.

Tweek era el chico de quien estaba enamorado, pero también era quien le había mentido sabiendo cómo se sentía respecto a los de su tipo. Eso no había estado bien y había dañado su confianza.

Enfrascado en sus pensamientos, Craig había llegado a casa sin darse cuenta. Entró a la calidez de su hogar, topándose con su madre leyendo un libro en la sala de estar.

—Ya llegué.

Laura desvió la atención de su lectura para hablar con el chico.

—Bienvenido, cachorro. ¿Qué tal el día de hoy?

Craig no hizo más que encogerse de hombros con desinterés.

Definitivamente había muchísimas cosas qué contar pero no sabía cómo. Incluso a su corta edad, sabía que la comunicación no era su fuerte.

—Craig...

El tono de su madre, sumado a sus feromonas aroma lavanda hicieron que Craig se sintiera regañado.

Laura no quería presionarlo sabiendo lo difícil que debía de ser todo para su hijo, pero tampoco podía dejarlo ahogarse en su silencio.

—OK, OK...— Craig suspiró profundamente mientras se sentaba frente a su madre, pensando en cómo explicar su situación. Tal vez tratar de usar palabras le daría algo de claridad.

El Omega lanzó su mochila junto a él y empezó a hablar lentamente.

—Quería hablar con los chicos durante el almuerzo, y al parecer Tweek tuvo la misma idea. Decidimos que todos debemos seguir como un grupo de amigos, ya que al parecer no puedo simplemente alejarme de Tweek y... bueno, si nos dividimos todo será más complicado.

—Entiendo. ¿Y cómo te sientes con eso?

Craig no respondió de inmediato. Tal vez ni siquiera se había detenido a cuestionárselo de verdad. Se limitó a volver a alzarse de hombros antes de hablar.

—No lo sé.

Laura quiso darse una palmada en la frente, maldiciendo lo parecido que era Craig a su padre en algunas ocasiones: callados ante situaciones donde obviamente tenían algo qué decir.