Capítulo 1

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El gran y poderoso zorro de nueve colas no estaba felíz, recientemente murio con su contenedor. Bueno, al menos tuvo una vida larga y próspera.

Después de derrotar a Madara siguió una vida de paz en las Naciones Elementales. Estuvo el típico sujetó malo con esperanzas de ser el gran nuevo prolema, rápidamente vencido por Naruto o Sasuke.

Al parecer las demas aldeas solo estaban de adorno, ¿por qué todos los problemas tenían que ver con Konoha? ¿por qué los sujetos malos no fueron por aldeas más débiles? ¿por qué elegían una dónde, básicamente, habitaban dos semi-dioses?.

Dejando eso de lado, Naruto murió a la edad de 130 años, ninguna sorpresa, después de todo era un Uzumaki, y él mismo lo ayudó a reparar algunas órganos que fallaron con en su vejez.

Antes de su partida Naruto le preguntó si quería ser liberado, ya que al morir Naruto moriría también. Se negó. Nunca pensaría que diría esto pero quiero estar toda la vida con Naruto. Lo vio crecer y lo vería morir.

Las últimas palabras de Naruto fueron. "Tú vida y la mía siempre estuvieron enlazadas, cuando finalmente ese lazo se rompió y tuviste la oportunidad de vagar libre por el mundo, te quedaste a mi lado. Siempre aprecie eso. Cuando te regeneres me gustaria que cumplieras un último deseo egoísta ¿puedes?. No importa de todos modos, sé que igual la curiosidad te esta molestando ahora". Naruto se rio, y Kurama solo gruño en aceptación. "Me gustaría que en tu eterno vagar, vivas por mí también". Se lo negaría a cualquiera, pero esas palabras lo hicieron llorar por segunda vez en toda su existencia.

Las palabras, acompañadas por su tono de voz lleno de amabilidad y esa estúpida sonrisa que siempre da fueron razónes para llorar. Ahora estaba solo en esta inmensa oscuridad, flotando a la deriva, llorando la perdida de su mejor y único amigo.

Floto durante horas, días, meses años, no lo sabía. No llevo la cuenta. Lo que sabía es que uso ese tiempo para meditar sobre su vida junto a Naruto. A Naruto no le gustaría verlo llorar, después de todo, le confió su fututo. Al pensarlo bien, tomo la decisión de cumlir la última voluntad de Naruto. Su vida ya no era suya, sino de Naruto y él. Y así sería por el resto de su eterna existencia.

Al tomar esa decisión el lugar se fue aclareando poco a poco hasta ser blanco. Su cabeza chocó contra un tono de blanco un tono más oscuro. Gruñendo de nuevo, comenzó a caminar por el sendero de blanco opaco que se dibujó contra su cara. Cuánto más caminaba, más símbolos y detalles aparecían. El sendero en algún punto comenzó a tener piedras que hacían ver más fácil ver el caminó, el caminó se torno chocolate, el cielo comenzó a hacerse azul, árboles aperecieron, flores, parecía como si hubiera entrado en un bosque.

En lo que parecía un claro estaba aquél viejo que le dio vida, El Sabio de los 6 caminos, su padre, Hagoromo, era un hombre alto con piel gristenía grandes arrugas y el pelo rojizo lanudo corto, pero con pinchos en la parte superior de la cabeza con una trenza del lado izquierdo amarrada que le llegaba a la barbilla, de la cual además tenía una larga barba que llegaba hasta el estómago. Algo de lo más notable, era que Hagoromo no tenía cejas, además de que poseía dos cuernos como protuberancias que salían de su cabeza, además de una marca de un Rinnegan rojo en el centro de la frente

"Kurama". Dijo a modo de saludo. "¿Cómo estás?". Preguntó.

El zorro que se acostó, acomodando su cabeza entre sus patas delanteras. Esto fue más para quedar al nivel del viejo, ya que el zorro era unos cuantos metros mas grande.

"Supongo que bien". Respondió mirando a su padre.

"Bien, eso es bueno. ¿Sabes?, después de la partida de Naruto tome una disicion". El sabía miro directo al ojo razgado de Kurama.

El Zorro De EarthlandWhere stories live. Discover now