S E R E N D I P I A [Choi Soobin/ editando]

6

Eran las 3:00 p.m. y esperaba con ansias a Jisun. Estaba emocionado por ver la tienda, pero también por verla a ella. Siempre venía a este centro comercial, pero nunca me había fijado en las tiendas de K-pop. ¡Qué cabeza hueca soy!

-Entonces, iré a comprar unas cosas con él, lo invitaré a comer y es ahí donde tú apareces, ¿va? -dije por el celular.

-Correcto, Jisunnie -respondió Holy al otro lado de la línea.

-Bueno, ya es hora. Te avisaré cuando debas venir. Cuídate, amiga -corté la llamada.

Mi corazón latía a mil. Sentía nervios y no entendía por qué. Caminé hasta el patio de comidas, donde habíamos quedado en encontrarnos. Ahí estaba él, sentado, leyendo los carteles de las tiendas.

Se ve tan guapo. Dios mío, ¿por qué siento cosquillas en el estómago? Ya me vio... ¡OMG! ¿Qué hago? ¡Está viniendo hacia mí! ¿Debería correr?

No, no, no. Mantén la compostura, respira profundo.

-Hola, Jisunnie -dijo sonriendo.

-Hola, Binnie -respondí nerviosa-. Emm, ¿vamos a la tienda?

-Let's go -se puso a mi lado y caminamos juntos.

-¿Quieres ir en ascensor? -preguntó.

-Está bien -respondí, ya un poco más tranquila.

El ascensor tenía espejos en cada lado y la música de fondo era relajante.

¿Por qué siempre se ve tan bonita?
Sus cachetitos, sus pestañas, su nariz, su boquita... Ahh, ¿qué es esto que estoy sintiendo?

De pronto, el ascensor se sacudió bruscamente y las luces se apagaron.

-Soobin, ¿qué está pasando? -pregunté, asustada.

-No tengo idea, pero es mejor que permanezcamos juntos -me tomó del brazo y me acercó a él.

El ascensor siguió temblando y Soobin presionó desesperado el botón de emergencia.

-Tengo miedo, no quiero morir -lo abracé fuerte.

-Tranquila, Jisunnie, todo va a estar bien -susurró.

Un movimiento aún más fuerte nos hizo perder el equilibrio y quedamos a escasos centímetros el uno del otro. En ese momento, las luces volvieron y todo se detuvo de golpe. Un silencio absoluto llenó el espacio.

Nuestras miradas se encontraron. Nuestros corazones latían rápido. Sentí mis mejillas arder.

-¿Hay alguien ahí? -se oyó una voz al otro lado de la puerta.

-Sí, somos dos personas atrapadas -respondió Soobin.

-¿Estás bien, Jisunnie? -preguntó preocupado.

-Sí, no me lastimé -respondí, cubriéndome la cara con las manos.

-Hey, ¿te duele la cara? -insistió.

-No, es solo que...

Sabía que estaba roja como un tomate.

-Creo que el susto me hizo ponerme así -mentí. La verdadera razón estaba parada frente a mí.

-Tranquila, ya pasó todo -sonrió suavemente.

Los empleados lograron abrir la puerta con una llave y nos sacaron de ahí. Nos explicaron que hubo un corte de luz en el edificio y se disculparon. Seguimos caminando hasta la tienda.

-¡Llegamos! -exclamé emocionada.

-Wow, esto es increíble -Soobin sonrió de oreja a oreja.

Entramos. La tienda era enorme, con secciones dedicadas a distintos grupos, maquillaje y accesorios kawaii. Revisamos el mapa de la entrada para encontrar la zona de (G)I-DLE y subimos por una escalera.

Soobin estaba como un niño en una tienda de dulces. Todo lo emocionaba, todo lo quería comprar.

-¡Jisunnie, mira! -señaló una almohada con la cara de Yuqi.

-Wow -reí-. Hay de todo aquí.

-¡Siii! -dijo entusiasmado.

Compramos photocards, pósters, tazas y más. Antes de irnos, encontramos una sección de vinchas de juguete con orejas de conejo, ojos de rana, aureolas de ángel y cuernos de demonio.

-Esta te quedaría bien -dijo Soobin, señalando la vincha con aureola.

-A mí todo me queda -presumí con una sonrisa.

-Tienes razón -se rió y me puso la vincha en la cabeza.

-Entonces tú debes usar esta -tomé la vincha con cuernos y se la puse.

Ambos reímos y fuimos a pagar. Al salir, encontramos un puesto de helados y Soobin me compró uno de mora.

-Gracias, Binnie -respondí feliz.

Era el momento de avisarle a Holy que viniera, pero una parte de mí no quería hacerlo. Aun así, le envié el mensaje.

A los cinco minutos, llegó acompañada de Beomgyu.

-¡Hola, chicos! -dijo Holy.

-¡Minnie! -corrí a abrazarla.

-¿Y para mí no hay abrazo? -Beomgyu hizo un puchero.

-Pues... claro que hay -reí incómoda. Nunca había abrazado a un chico, excepto a Soobin.

No me gusta que Jisun esté abrazando a otros...
¿Qué es este feo sentimiento?