La Chica de la Biblioteca

Las cosas... ¿se acomodan?

Me levanté rápidamente, tan literal, que hasta me mareé un poco. Luego me cambié y bajé a desayunar con Thiago, debíamos hablar con Mac antes de que se fuera.

(...)

- ¿Estás lista, Emma? –me preguntó Thiago mientras desayunábamos lo que él había preparado.

- Sí, debemos contarle a nuestra hermana.

- Bien –dijo él. Y el silencio volvió a invadirnos.

Terminamos de desayunar y fuimos a la habitación de Mackenzie.

- No estoy –gritó luego de que golpeamos la puerta.

- Mac, por favor, necesitamos hablar contigo –dijo Thiago.

Luego de unos largos segundos, ella abrió la puerta.

- ¿Qué quieren?

- Mac, tenemos algo importante que contarte –le susurré.

Ella nos dejó pasar, mirándonos con recelo.

- Bien, hablen –dijo una vez que estábamos dentro de su habitación.

- Nuestro tío planea algo malo –dije finalmente.

CONNOR Pov's.

Nuestro plan ya estaba casi completo.

- Oye Connor –me llamó mi primo-. ¿Tienes alguna novedad?

- Sí, mis agentes lograron recaudar información que quizás nos ayude.

- ¿Qué tienen?

- Los Marshall tienen acciones en varias empresas del extranjero, y además de que tienen su empresa en lugares como España, Argentina y México –le dije.

- Eso no es tan importante –dijo él-. ¿De qué sirve ese tipo de información?

- Los detalles son lo que importa, Logan. ¿Sabes de quien son las empresas en donde ellos tiene acciones?

Él negó.

- De los Cooper, son los padres del chico que estaba en casa de los Marshall el otro día. Deben estar todos del mismo lado, ¿tú entiendes lo que eso significa?

- Sinceramente, no.

- Dios, dame paciencia, porque si me das fuerza, lo mato –le dije al cielo.

- Pues discúlpame por no ser un buen agente secreto –mi primo rodó los ojos.

- Ya cállate y vamos, debemos averiguar varias cosas más antes de atacar.

EMMA Pov's.

Terminamos de contarle todo a Mac, esperando alguna respuesta buena por parte de ella, pero lo que salió de su boca fue:

- Ustedes son ridículos.

- ¡Mac! ¿Es que acaso no entiendes lo que está pasando aquí? –Thiago se alteró.

- Lo único que entiendo es que ustedes están armando un problema de algo que seguramente son negocios de la familia.

- Pues si son negocios de la familia, ¿por qué papá no estaba en la conversación? –le pregunté.

Ella me miró con una ceja elevada. No sé qué pasaba por su mente en ese momento, pero estoy segura de que no era nada agradable.

- ¿No nos ayudarás, Mac? –preguntó Thiago.

Ella esperó unos segundos antes de responder, Dios, los nervios me consumían.

- Honestamente, no. Vayan ustedes a jugar a los detectives... se nota que disfrutan jugar a ser niños de nuevo.