♠ Capítulo IX ♠

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Dedicado a Lunadelasnieves

En ese momento frente a ella apareció un hombre de cabellos dorados que con facilidad cortó aquellas sombras que la envolvían.

- Señorita, no se preocupe, todo está bien... - dijo el apuesto y caballeroso hombre que la sostenía en brazos como una princesa en los cuentos de Disney - El río seduce a su presa creando ilusiones - dijo mientras la bajaba al pasto a salvo - será mejor que se mantenga alejada de él.una vez hubieron personas enfermas de amor, confundidas por la ilusión del lago.
- Gracias por salvarme - dijo la joven un poco sorprendida por aquel que apareció derrepente - ¿Puedo saber cómo te llamas?
- Oh discúlpenme señorita, mí nombre es Christopher, puede decirme Chris si lo desea. ¿Puedo saber el suyo?

Ayla comenzó a sentir sus latidos acelerarse y escucharse cada vez más fuertes, sus mejillas comenzaban a tomar un tono rosado y la temperatura de su cuerpo iba creciendo...

- Mí nombre es Ayla - dijo tratando de mantener sus piernas sin doblegarse.
- Eres la joven humana que hizo un pacto con el príncipe.
- ¿Cómo lo sabes?
- la persona que puede caminar al rededor de los aposentos del príncipe y estar acompañada por una mucama, debe ser la única a la que el príncipe valora... - continúo sin apartar la vista de los ojos de la humana - Supuse que usted era el ser humano más cercano a su alteza que rompió la maldición.

Un dolor profundo se instaló en el pecho de Ayla derrepente dejando atrás todos los sentimientos que tuvo hace unos segundos.

- Sólo son rumores, el sólo me grita, golpea y encarcela peor que a una mascota - dijo intentando no quebrar su voz.

- Señorita Ayla - dijo el vampiro acercándose a ella y tomándola por la cintura - ¿Le gustaría...?
- ¡Qué están haciendo aquí! - una voz los interrumpió provocando malestar en el joven Chris.
- Valla, su alteza está aquí. - dijo el rubio desafiante.
- ¿Qué haces tú aquí? - cuestionó el rey mientras arrastró a la mascota hasta su lado.
- Acabo de reunirme con su excelencia, y aproveché la oportunidad para ver al príncipe pero... Me encontré con algo inesperadamente...
- ¡Basta! - se interpuso el hombre entre la mujer y el rubio, no soportaba la forma en la que él la miraba.
- Escúchame Chris, ella es mí mascota. - dijo el príncipe con un mirada asesina.
- Cálmate Alex, todo el país es tuyo... ¿Quién se atreve a anhelar tus pertenencias?
- ¡Lárgate, no eres bienvenido aquí!
- Wow... Me estás hechando... - dijo el visitante largando una carcajada.
- Vuelve al dormitorio conmigo - le dijo el príncipe a su mascota mientras la conducía por los hombros.
- Está bien...

Ayla no pudo evitar mirar cautivamente hacia aquel hombre rubio que la miraba alejarse. En el momento en que hicieron contacto visual ella entendió perfectamente lo que el joven le dijo, "Nos volveremos a encontrar de nuevo señorita Ayla".

- Solo una mascota - dijo el príncipe mientras arrinconaba a Ayla contra la pared - ... Eres buena seduciendo, de ahora en adelante, eres mí mucama exclusiva... - dijo el príncipe en tono seductor mientras respiraba en el cuello de la joven poniendo sus sentidos a flor de piel.

Más allá de mi vida Tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora