-¡Bienvenida a Happy Hotel! Soy Charlie- se vio interrumpida su presentación por un demonio rojo.
- ¡Cariño! Bienvenida que bueno que llegas Niffty necesitara ayuda por aquí y hemos pensado darles unos toques mas elegantes por aqui- comenzó a hablar...
Yadir caminaba por el escenario, Alastor y ella eran los únicos en este por una razón extraña -por que a la escritora se le pega la gana-, las alas de la chica revolotean con los movimientos de la chica que parecía bailar sin hacerlo. Alastor quien la observaba desde la puerta se acerco al escenario, el 'pobre' ciervo quería aprovechar que no había nadie para saciar su 'hambre', en todo el tiempo que paso no había podido saciarla a pesar de morder a la de alas -sin darle sorpresas- para ocultar su deseo trataba de besarla en esos momentos pero la demonio siempre estaba acompañada, ella siempre estaba endemoniadamente ocupada.
Al verla dar leves pasos de baile salio de su ensoñación, se quito el saco y hizo flotar su bastón del cual salio una canción que a ella le gusta bailar -siempre lo hacia sola-. Ella volteo a verlo mientras sonreía, danzando sola el de rojo subió al escenario y -para sorpresa de ella- le siguió el baile.
A pesar de que hubo momentos donde el tubo oportunidades para besarla, no lo hizo, se sintio feliz al tenerla cerca, sentir su calidez, respirar su aroma, y, sobre todo, acaparar su atención. Yadir por su parte, también estaba feliz, en todo ese tiempo no había podido estar junto a el de rojo aunque sea para hacerlo sufrir un poco; simplemente se extrañaban aun estando tan cerca uno del otro.
Alastor dejo de lado su 'hambre' al sentirla con el de nuevo y Yadir dejo de lado su plan -una pequeña venganza por decir palabras tan absurdas- al estar de nuevo en sus brazos. Eran independientes los dos pero se sentían completos estando juntos.
La música se había acabado pero ellos dos se quedaron unidos en un abrazo, la demonio tenia las mejillas rojas al igual que el de rojo, estaban a punto de unir sus labios.
-¡Yadir tenias razón!- se escucho a Charlie gritar mientras entraba acompañada de Vaggie y sus dos tiernos sirvientes que la siguieron hasta el elevador -subiendo al cuarto de la de alas-.
Los mas altos suspiraron Alastor tomo su bastón y volteo hacia ella.
- iré por algunas almas- aviso mirando a la de piel manchada para darse la vuelta y hacer una retirada. La de alas suspiro mirando hacia el piso donde encontró el saco del de rojo. Lo tomo en brazos y fue rápidamente donde el demonio de la radio.
- querido, se te olvida algo- el estaba por cruzar la puerta cuando volteo a verla directamente a la cara.
-cierto - contesto y de forma espontanea beso los labios de la de manchas. Esta se quedo sin aire y cerro los ojos disfrutando el tacto, el de rojo se separo observando como ella entre abria los ojos observandolo de una manera muy especial. "Es peor que cualquier droga" pensó al sentirse inevitablemente atraído por ella - ahora no se me olvida nada- ella simplemente levanto el brazo donde traía el saco y el de rojo se quedo perplejo con un sonrojo en sus mejillas.
- r.regresa pronto- le dice la de rizos oscuros- te esperare para dormir, así que regresa pronto- dijo entregandole el saco. El de rojo no pudo sentirse mas feliz en ese momento.
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
