—¡Date prisa ___, se te hará Tarde!—La voz de su madre hizo que la castaña apartará la mirada del tocador.
—¡Ya voy!—Grito volviendo a lo que estaba haciendo, tomo un brillo labial para luego pasarlo por rosados labios.
Luego de ello tomo una cinta blanca para atar su cabello en forma de una coleta alta. Tomo su Mochila Rosada para bajar al primer piso, camino directamente hacia la cocina donde estaba su madre tomando una taza de café y con una laptop.
—Adiós Mamá—Se despidió la chica tomando una manzana, pero Su madre no respondió ya que estaba concentrada en su trabajo.
___ Rodeó los ojos para salir de su casa, dando un portazo. Cerró sus ojos al sentir el viento fresco golpear su rostro.
La Relación de madre e hija no era tan buena desde hace tiempo, ya que gracias el trabajo de abogada de su madre la mantenía ocupada, más si era una de las más reconocidas a nivel internacional lo cual provocaba que su madre viajará todo el tiempo.
Su caminata era tranquila, escuchando como las aves cantaban, pateando montículos de nieve de manera infantil. Eso era lo bueno de vivir a afueras de South Park, había mucha tranquilidad además de tener un gran terreno para explorar.
Pronto la acera comenzó a formarse en su camino por lo cual la chica, Significando que estaba pronto de llegar a la escuela.
Los peatones que pasaban por su lado la miraban con extrañeza, cómo si hubiera salido del espacio.
Tal vez sea por su vestimenta, o por su maquillaje o siempre por la forma que sonreía a los demás.
Aunque ella sonreía, era un sonrisa vacía con la intención de hacer feliz a otras personas.
De su bolsillo saco una Lollipop de Fresa, cual abrió y lo metió en su boca saboreando aquel sabor que tanto le gustaba. A lo lejos diviso la escuela haciendo que tuviera un escalofrío pero, aún así siguió caminando pasando entre los estudiantes quien la miraban como un Alien.
—"Ojalá que no sean como mis Ex-Compañeras"—Rogo en su interior, entrando a la escuela mirando cada puerta, buscando la Dirección.
Así paso un tiempo, Hasta qué no hubo nadie en el pasillo mientras que la Oji-verde buscaba la oficina del director sin éxito.
—Soy patética...—Suspiro apoyándose a un costado de los casilleros, deslizándose hasta el suelo. Abrazo sus piernas mientras apoyaba su cabeza en ellas.
Primer día de clases y ya estaba pérdida, Genial.
Pellizco su brazo con fuerza en forma de regaño, soltando un gruñido de dolor por ser tan olvidadiza de dejar aquel mapa que había hecho hace unos días en la chaqueta dentro de la lavadora.
—Hey, ¿Necesitas Ayuda?— una voz femenina inundó sus oídos, levanto la mirada de manera tímida viendo una chica con una boina rosa, que la mirada de forma curiosa y le tenia una mano para que está se levantace—Ven, levántate.
Con algo de timidez, tomo la mano de la peli negra, limpiando sus pantys negras y su falda rosa.
—No sé donde queda la oficina del director...—Sus mejillas se tiñeron de rojo por la vergüenza que sentía, provocando que la más alta la mirada con ternura.
—No té preocupes, Yo te llevare—Sonrió—Por cierto, Soy Wendy Testaburger.
—Soy... _____, _____ Lemonis—Se presento la Castaña.
—Oh, ¿Recién te Mudaste a South Park?—Pregunto Curiosa Wendy mientras caminaba y ____ la Seguía a su Lado.
—La verdad es que no, Yo nací aquí—Río de manera tierna— Solo qué estudiaba al otro extremo del Pueblo, en aquella escuela Privada para niñas.
—¿Estuviste en la Escuela Cheryltown? Es escuela tiene una alta calidad de Aprendizaje—Se sorprendio la más alta, sus ojos se veía un brillo— pero... ¿Por qué te transferirse aquí?
La Ojiverde apretó sus manos,al punto de clavarse las uñas en las palmas de sus manos.
—Solo...—Sonrio algo apenada rascando su cuello— que aquella escuela era muy exigente.
—Oh, Está bien—Asi continuaron hablando hasta llegar a la oficina, allí Wendy se despidió, dejando así a la chica frente la puerta del director.
Dio unos suaves golpes en ella hasta escuchar un "Pase", abrió la puerta con lentitud, dando pasos lentos hasta entrar por completo, sentándose en una silla que estaba frente al director.
—¿Tú eres ____ Lemoni, Cierto?—Pregunto leyendo una pequeña carpeta, arreglando sus lentes de sol.
—Uh... Lo soy.
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—Bueno Niños, Hoy tenemos a una nueva estudiante en el Salón—la señora selastraga se acomodo sus anteojos.
La chica estaba algo nerviosa, balanceándose en su lugar bajo las miradas de sus futuros compañeros.
—Soy... ____ Lemoni, Mucho Gusto—Su voz salió algo temblorosa por los nervios, haciendo que algunas chicas las mirarán con ternura y los chicos de manera rara.
—Bueno ____ , siéntate por alli—La señora apunto un lugar vacío, la chica miro el lugar que estaba aún lado de un chico de negro, con apariencia malhumorada. Con cabeza gacha se acercó a este, con intención de pasar desapercibida frente a el.
Se sentó en su lugar, sacando un pequeño cuaderno con el personaje de Melody de Hello Kitty y su estuche de Salir moon.
El pelinegro que estaba su lado la miro con asco, con tanto color rosa y blanco le revolvía el estómago. Chasqueo su lengua y se alejo lo que más pudo.
Damien busco su lapicera pero maldijo al ver solo lápices rotos por su ira. Miro alrededor pero todos sus "compañeros" estaban alejados del el.
—Maldita sea...—Maldijo para ver a la chica, quien dibujaba conejitos en las orillas de su cuaderno.—Oye niña...—Llamo la atención de la castaña, quien levanto su mirada—Tienes... ¿Un lápiz que me prestes?
—Uh...—Dejo su portaminas para buscar entre su estuche—Aqui tienes.
Sonrió de forma adorable, dejando un lápiz celeste pastel con flores blancas. El AntiCristo miro de forma extraña del lápiz y a la chica pero simplemente se quedó callado.
Aunque el no lograba poner atención, su mirada estaba en totalmente en las muecas que hacia ____ cada vez que escribía.
Se le hacía tierno de alguna manera, y su olor a cereza lo hipnotizaba totalmente.
—Muchas... Gracias—Murmuro en voz baja pero aún así la castaña lo escucho, haciendo que está sonriera.
Damien aparto la mirada con brusquedad, sintiendo sus mejillas totalmente rojas. De algún manera Tenía la necesidad de protegerla.
Y eso era horrendo
—¿Que... Carajos?— murmuró para si mismo, revolviendo con cabello con frustración mientras que los cuadernos del los estudiantes se quemaban de manera repentina.
