Amor en nueva Orleans

CAPÍTULO XXXIII: PREDICCION

Lorena después de que terminará su comida volvió a su laptop para apagarla, quería dormir ya que estaba verdaderamente cansada por la noticia de su hermana y el dios lo notó pues estaba cabeceando.

—Se nota que tienes sueño —comentó Loki.

—No me leas la mente —le espetó ella.

—No lo hice, se te nota en tu cara y ojos —Lorena sonrió cansadamente mientras se quitaba la chaqueta y los zapatos.

—Espera —la detuvo Loki mientras movía una mano cambiando la ropa de Lorena.

—Gracias —le dijo Lorena mientras se acostaba debajo de las colchas. Loki sonrió levemente antes cambiarse de ropa y acostarse con ella.

—Lorena realmente has cambiando mi vida —dijo Loki acariciando su cabello con suavidad—. A pesar de que mis objetivos sean los mismos, sobre todo por la invasión.

—No está en tus manos cambiar tus objetivos, yo misma lo sé —contestó ella volteando a verlo—. Pero me alegra haber cambiado tus pensamientos de venganza.

Loki abrió los ojos enormemente, y se levantó un poco sostenido por el codo apoyado en la cama.

—¿Cómo supiste que quería vengarme? —preguntó él—. Yo jamás lo mencioné.

—Simple, por el como te referías a Thor o a Odín, con un odio asesino —respondió Lorena sonriendo—. Y ahora tu voz al referirse a ellos es más con un odio normal, un resentimiento diría yo.

Loki se le acercó y comenzó a besarla con pasión, mientras le subía la blusa de su pijama.

—Loki, no lo creo correcto —gimió ella agitada cuando se separaron.

—Sólo déjate llevar —convenció Loki en un susurro.

Lorena pasó sus manos por su cuello y lo atrajo a ella mientras Loki con magia comenzó a desvestirla. Ella también comenzó a desvestirlo, aunque más despacio, y Loki empezó a acariciarle el cuerpo.

En cuanto ambos estuvieron listos él la tomo nuevamente como suya y ambos se entregaron mutuamente en cuerpo y alma. Cuando terminaron, Loki la abrazo tiernamente, mientras ella apoyaba su cabeza en su pecho.

—Eres un desconsiderado —le reprochó Lorena—. No respetas mi luto.

—Mira quien lo dice —respondió Loki—. La que parece que ha gozado esto más que yo.

—Bueno...

—Lo vez, nuevamente tengo razón.

—Bueno, si —aceptó Lorena—. Me alegra que estés a mi lado.

—A mí también —él le dio un pequeño beso en la frente.

—Buenas noches Loki —dijo ella acomodándose más a su pecho.

—Buenas noches Lorena —respondió él y con esto ambos se quedaron profundamente dormidos.

***

Lorena se encontraba corriendo por un verde campo, era como de ensueño, con el cielo celeste y varios árboles y flores, tenía puesto un vestido blando, largo y escotado, las mangas le llegaban a la altura del codo.

De pronto vio a Loki, con sus vestiduras de Asgard, estaba distraído, mirando al cielo, como suplicando, pero de pie, ella se le acercó levemente y le tocó el hombro, el bajo la mirada y se volteó levemente hacia ella.

—Jamás me perdonarán —le dijo el—. Yo no hice nada, él me obligó, pero Thor no me perdonará el ataque a Nueva York.