Amor en nueva Orleans

CAPÍTULO XLVI: DESPEDIDA

Coulson sintió que había logrado algo importante, Lorena se uniría a S.H.I.E.L.D, así que decidió concretar con ella un lugar de encuentro para llevarla a la base y esperar las ordenes de Fury.

—Me alegra que haya tomado esa decisión —dijo Coulson.

—Yo me estaba preguntando como iba a ser todo esto...

—Mire, tal vez podamos concretar un lugar para que luego podamos llevarla a la base de S.H.I.E.L.D.

—¿Y dónde sugiere que sea?

—Pues puede ser en el mausoleo a Abraham Lincoln.

—Muy bien —aceptó Sigyn—. ¿Qué debo llevar y a qué hora es el encuentro?

—Sólo las cosas de primera necesidad, le daremos lo demás nosotros —respondió Coulson—. En cuanto a la hora del encuentro puede ser a las 3 de la tarde, mañana; para que pueda despedirse de sus familiares ya que luego de esto es muy improbable que los vuelva a ver.

—Es un hecho entonces —aceptó Sigyn —mañana a las 3 de la tarde.

—Muy bien —asintió Coulson colgando la llamada, sonrió y tuvo que regresar sobre sus pasos a la oficina de Fury para comunicar la noticia sobre la integración de Lorena en S.H.I.E.L.D.

—¿Qué ocurre Coulson? —preguntó Fury al verlo entrar.

—La señorita Watson, la chica del museo, ha aceptado unirse a S.H.I.E.L.D.

—Eso es bueno, si es que sabe algo de nosotros ahora se puede quedar dentro —respondió Fury—. Es una buena noticia en medio de tantas malas. Coulson, vaya a la sala donde se encuentra Selvig, creo que va a necesitar algo de vigilancia con el cubo.

Coulson asintió y salió del lugar con dirección al laboratorio en donde se hallaban varios científicos, entre ellos Selvig, estudiando el teseracto.

***
En la mansión Laufeyson

—¿Cómo quedó todo? —preguntó Loki

—Tengo hoy y mañana para despedirme de mis familiares —informó ella—. Coulson dice que no podré verlos en un buen tiempo.

—¿Cuándo se reunirán?

—Mañana en el mausoleo a Abraham Lincoln a las 3 de la tarde.

—Entonces es mejor que me vaya despidiendo de mi esposa —dijo Loki abrazándola—. Voy a hacer un sacrificio por ti.

—Así y ¿cuál?

—No voy a trabajar hasta las tres de la tarde de mañana —respondió Loki—. Ni así venga el mismísimo Thor.

—Gracias —contestó ella con una sonrisa. En ese momento Loki la cargó intempestivamente haciendo que Sigyn emitiera un leve grito.

—LOKI —gritó ella mientras él los teletransportaba a su habitación. Una vez allí Loki la puso delicadamente en la cama mientras él se ponía sobre ella.

—No me vuelvas a dar el susto de hoy — susurró Loki—. Cuando me comenzó a arder la marca por lo que pasó en el museo, créeme que casi me da un infarto.

-Pero estoy aqui y muy bien, gracias a ti —calmó Sigyn—. Además, no te habrías muerto de un infarto, eres un dios.

—Si es verdad que no habría muerto, pero si me hubiera dolido mucho —respondió él—. ¿Pero cómo es que es gracias a mí?

—Simple, tú me enseñaste todo lo que en defensa se refiere, así que puedo defenderme... —Loki la interrumpió dándole un beso bastante apasionado mientras le acariciaba su cuerpo—. Loki, amor...