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Capítulo 31: Pésimas noticias en el que era un excelente día.

- Dios, eso estuvo muy bien.- murmuró Kendra tapándose con la manta.

Había estado bien, pero no tanto.

Ya me había acostumbrado al sexo sin condón, a besar a la chica. Me había acostumbrado al sexo con Kim.

Volver a hacerlo con una desconocida fue raro.

- See.- mentí quitándo el condón y anudándolo.

¿Sobre Kendra? Es autraliana, estudia ciencias sociales en la universidad de Washington y la acabo de conocer.

Y si, tiene más de veintiún años.

No soy tan imbécil como para meterme con una menor de edad.

Mi teléfono comenzó a vibrar en la mesa de noche de la chica, me senté para contestar el teléfono.

¿Para qué putas me estaba llamando Lexa?

- Hey Lex, ¿que pasa?- comencé a buscar mis cosas para irme.

- Kim está en cuidados intensivos.- soltó de repente.

Paré en seco y mi respiración se detuvo por un momento, ¿qué?

- ¿¡Qué!?

- Estoy en el hospital. ¿Puedes venir?- habló notablemente nerviosa.

- Llego en quince.- dije y colgué.

Esto debía ser una broma.

Kim no podía estar en cuidados intensivos, ella tendía a ser bastante sana. Marie es la que ha tenido un pie en la tumba.

A menos de sus dos años ya había tenido dos operaciones por tumores, Kim siempre había tenido más probabilidades de vivir.

Volví a ver a Kardashian... A Kendra.

Ay wey.

Ahora como le explico que mi ex de la que sigo enamorado está en coma.

- Tengo que irme.

- Adiós.- se encogió de hombros tomando su teléfono de la mesa de noche.

Bien, hablábamos en el mismo idioma, sexo casual, lo que significa, no compromisos.

Me gusta el acento australiano, es más cercano al británico, pero a este si le entiendo.

Me puse la camiseta, los pantalones y salí del apartamento que posiblemente compartía por el espacio del lugar.

Que dificil es salir de una relación larga... No fue tan larga pero una relación de costumbres, casi nunca me iba de la casa de Kim después del sexo, normalmente me quedaba, dormiamos juntos, ella se sentía incómoda durmiendo desnuda, se ponía una camiseta mía, y se dejaba abrazar.

Pero bueno, ninguna de las chicas con las que he dormido desde hace tres semanas ha sido Kim.

¿Dónde estará ella ahora?

Un momento...

Que imbécil, Alan. Está en el hospital.

¡Está en el hospital!

Me sentí Toreto manejando desde el centro de la ciudad al hospital, a pesar del tránsito que había llegué en diez minutos.

Busqué tanto como buscaba mi dignidad diariamente, no había un maldito espacio de estacionamiento cerca de la entrada, literalmente tuve que parquear lo más lejos en el estacionamiento y corrí para llegar a la entrada.

Hey, imbécil [Hey 1] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora