EL Zorro de Uzugakure

De tal padre tal hijo

Despues de la gran conmocion en la arena tras la pelea de ambos Haruno la competencia fue brevemente suspendida durante tres dias. Inumerables veces Uzu fue convocada a la sala de reuniones durante este tiempo, pero sus miembros jamas salieron de su paladin, incluso cuando un grupo de ninjas trata de ingresar estos solo fueron detenidos por una poderosa barrera que les impedia ir mas alla de un par de pasos del gran objeto. De vez en cuando los hijos del trio salian a caminar en la aldea acompañados por sus amigos de Kumo y Uzu, sin que nadie pudiera obligarlos a que hablaran por ellos con el Uzumaki mayor. Al ser protegidos por la ley los veteranos de Konoha no se atrevian a ir en contra de los menores y todos los jovenes habian sido vencidos a los pocos segundos en los que trataban de ocacionar molestia.

Finalmente cuando la competencia volvia a ser oficialmente anunciada todos pudieron contemplar embelezados como el trio de Uzu finalmente salia de su paladin con direccion a la arena. Contrario a sus visitas anteriores a cualquier evento donde el blondo siempre estaba cubierto por su gabardina oficial de Kage, pero en esta ocacion llevaba unicamente un kimono ajustado de color rojo con detalles en negro, el cual realsaba su esquisita figura, su cabello usualmente recogido en una cebolla ahora estaba parcialmente recogido en una media coleta, con un par de mechones libres como flequillo, mientras su espalda parecia ser una cascada de caireles color oro, adornados con dos peinetas, una de un zorro plateado y la otra de un cuervo negro. Tras de él su familia local trajes similares, dándoles un aire tradicional y casi celestial, cada uno tan bello e hipnótico que solo podías inclinarte y darles todos aquello que desearan.

El evento estuvo repleto de miradas indecorosas hacia el blondo y familia, pero Naruto estaba más aplicado a sentir los mimos de sus maridos, mientras charlaba suavemente con su hija, esta última miraba de vez en cuando a su lado como el resto de Kages fuera de la alianza les miraban con descontento y por sobre todo odio, esto último no le era sorprendente, pues por las calles había escuchado incomparables charlas en donde criticaban al resto de aldeas, mientras que Uzu solo sobresalía con buenos términos.

Kushina sentía una gran admiración por su madre y padres, pues habían echo en unos pocos días que Uzu fuera el centro de admiración y fuerza inigualable, pero a que costó era toda aquella fama. No hace tanto el rubio descubrió de su paternidad con el Haruno mayor y eso no fue tan bien visto por sus parejas, menos al también descubrir que El Niño no solo poseía sangre Uzumaki, también la de Uchiha, específicamente la de Sasuke Uchiha y ahora debía soportar la penetrante mirada de este sobre ella y su bella madre, es que el tipo no entendía que Naruto Uzumaki solo pertenecía a sus padres. De tan solo pensarlo una intensa rabia recorría su cuerpo y sacaba a relucir sus más bajos instintos.

-Que te perturba cariño?- cuestiono Naruto a su hija, al notar su mirada energresida, la sensación de ser vigilado le daba una idea de lo que la menor podía estar pensando, así que como buena madre lo único que hizo es darle una forma de escape -Por que no vas con tus hermanos y los animas en mi lugar- declaró con una dulce sonrisa a lo que la menor asintió y de un rápido movimiento se alejó de la terraza.

Una vez la fémina desapareció de su vista, la bella sonrisa maternal desapareció de su rostro y guió su mirada helada hacia Sakura.

-Debería educar mejor a tus ninjas Hokage, las miradas aún que indoloras pueden ser muy incómodas para las generaciones más jóvenes-

-Lo lamentó Uzukage, pero la belleza y habilidad que poseen los miembros de su aldea son bastante atractivas al ojo público-

-Tal vez tenga razón Hokage, mis ninjas son unas bellezas inigualables, se parecen tanto a sus padre- alardeó el chico recordando las espléndidas formas humanas de los biju.

-No nos des tanto crédito cachorro, la razón por la que nuestros hijos son tan perfectos se debe a que sacaron tu hermosa personalidad, determinada y fuerte como una montaña, pero al mismo tiempo tan generosa y benevolence como el pétalo de una flor.-