Capítulo 2

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Ben Solo se encontró cara a cara con una sorprendida Jannah y un colérico Finn cuando volvió sobre sus pasos en las ruinas de la Estrella de la muerte.

El antiguo Stormtrooper agarró el arma de Jannah en un acto reflejo, y disparó contra quien él aún creía un enemigo. Ben esquivó el proyectil con ayuda de la Fuerza.

-¿Dónde está Rey? -Le gritó con desesperación y rabia -¿Qué has hecho con ella?

Ben le clavó la mirada y le contestó con sinceridad y calma:

-Rey partió a bordo de mi nave hacia Ahch-To. Pero su intención final es enfrentarse a Palpatine.

-¿Ella sola? ¡Debemos ir en su ayuda! -Le dijo a Jannah.

-No, yo iré. Yo ayudaré a Rey a terminar con Palpatine –dijo Ben con determinación y voz calmada.

-No entiendo nada, ¿ahora quieres ayudarnos? –inquirió la mujer.

-¡Claro que no! Solo está intentando engañarnos. No podemos fiarnos de Kylo Ren –señaló Finn, apuntándolo de nuevo con el arma. Pero Ben no intentó defenderse, solo extendió sus manos y se las mostró indefensas, encogiéndose de hombros. No portaba ningún arma.

-Kylo Ren ha muerto. Mi nombre es Ben Solo –confesó con voz clara- Hace tiempo pude sentir tus dudas durante tu primera misión, Finn. No querías matar a aquellas personas, y yo lo dejé pasar.

-¿Me perdonaste a mí, pero mandaste ejecutar a aquellos aldeanos? –preguntó con desdén el joven.

Ben tragó saliva, arrepentido, al recordarlo.

-Es complicado de explicar, y Rey nos necesita. Solo te pido que me ayudes, como entonces hice yo.

Finn y Jannah le miraron tan sorprendidos como incrédulos. La joven nunca había visto antes al Líder Supremo, pero Finn sí le había enfrentado, por lo que finalmente pudo ver que aquel hombre que estaba frente a él, aunque vestía su ropa, y parecía tener su rostro y su voz, ya no era un enemigo. Algo en su expresión, en sus ojos e incluso en su forma de moverse y de hablar era distinto; era más como un joven que había estado largo tiempo perdido que como un líder despiadado.

-Espero no arrepentirme de esto- Dijo Finn devolviéndole el arma a Jannah.

***

Rey había estado a punto de destruir el sable de Luke entre las llamas, en Ahch-To. Como su maestro antes, ella también había sentido miedo y dudas por un momento, y había querido huir y esconderse del enorme sacrificio que sabía que la esperaba: enfrentarse al emperador.

A través de su conexión tan especial, Rey supo todas las maneras y tretas que había usado Palpatine para manipular a Ben a lo largo de toda su vida. Por eso había sentido miedo ¿Sería ella capaz de enfrentarse a él, a sus manipulaciones mentales?

Fue un momento de flaqueza que superó gracias a la ayuda del fantasma de su maestro, quien le había recordado lo que ella ya sabía: que era una mujer buena, fuerte, y que su destino como jedi era enfrentarse a sus miedos. Solo así podría vencerlos. Debía eliminar a su terrible enemigo, y estaba dispuesta a hacerlo aunque le costara la vida. La supervivencia de muchos dependía de ello; la paz mental de Ben también.

Usando la Fuerza, su maestro sacó su antigua nave del fondo marino en el que reposaba, y le entregó el sable de Leia a Rey antes de que partiera. Ella habría querido que la joven lo tuviera.

Rey respiró hondo tras subir a la nave; no quería que nadie más pusiera su vida en peligro, así que sólo ella se enfrentaría a Palpatine.

O tal vez no...

The rise of Ben SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora